Fernando Mollinedo C.
Historiador y Columnista Diario La Hora

A los estimables lectores del Suplemento Cultural de LA HORA, les comparto esta investigación que vino a llenar algunas lagunas de conocimiento que siempre tuve respecto a la Historia del Puerto de Iztapa, pues en los últimos veinte años ha desarrollado un resurgimiento turístico importante y por ello es menester conocer algunos datos de su desarrollo como pueblo, astillero y puerto.

Actualmente es un municipio del Departamento de Escuintla; colinda al norte con los municipios escuintlecos de Guanagazapa; al Sur con el Océano Pacifico; al Oeste con San José y Masagua; y al Este con Taxisco, municipio del Departamento de Santa Rosa. Tuvo litigios por asunto de límites con los municipios de San José y Taxisco. Fue cabecera de Curato perteneciente al partido de Tuxtla, hoy Chiapas México, según Domingo Juarros.

DE SU HISTORIA:

UBICACIÓN: El 11 de mayo de 1524 Pedro de Alvarado y su ejército conquistaron y destruyeron Panatacatl (Escuintla), descubrieron los ríos María Linda y Michatoya que desembocan en el océano Pacífico e incursionaron hacia Cuzcatlán (El Salvador).

Las autoridades coloniales encontraron un punto geográfico en la desembocadura del río Michatoya, que reunía al parecer, excelentes condiciones para la habilitación de un puerto al que se denominó Iztapa, dicho lugar estaba provisto de gran cantidad de madera para la construcción de navíos con ciertas ventajas para efectuar el embarque y desembarque de mercaderías.

Dicho lugar se encontraba a quince leguas de Almolonga, la entonces capital del Reino de Guatemala y, para tener una mejor comunicación con Iztapa, el cabildo realizado en julio de 1538 dispuso abrir un camino de carretera que uniera este puerto con Santiago de los Caballeros de Guatemala.

SU NOMBRE: El nombre Iztapa no figura en los registros de ciudades, villas y pueblos del Reino de Guatemala; sin embargo, su nombre y localización fueron conocidos desde los primeros años de la conquista; acreditado como Yztapam, Ixtapa, Ystapa e Ixtapalán. Los anteriores nombres pudieron significar: “río de sal” de Itzal; apán, río o lugar, debido a las salinas que se encuentran en las márgenes del río María Linda; vocablos que se atribuyen a la lengua náhuatl de los indígenas mexicanos que acompañaron a los invasores españoles.

SU POBLACION ORIGINAL: estuvo constituida por personas de ascendencia náhuatl quienes fundaron la población de Isquintepeque (idioma Pipil) que se radicaron en la costa pacífica que hoy comprende desde la parte actual del Soconusco en México hasta el Golfo de Fonseca en El Salvador.

Su cultura fue influenciada por las etnias Kakchiqueles, Quiches y Zutuhiles, tan así que Escuintla en idioma kaqchiquel se pronunciaba Isquintlán. Se dedicaron exclusivamente a la pesca, caza, elaboración de sal y cultivo del cacao; sus mercados principales fueron Masagua, Escuintla, Amayuca en Guatemala y La Libertad, Acajutla en El Salvador. El idioma original que aún se habla es el Pipil derivado del Náhuatl.

IZTAPA COMO ASTILLERO: Se atribuye su descubrimiento o localización al capitán Luis Moscoso a mediados de 1530, por la necesidad de Pedro de Alvarado de construir un astillero para la elaboración de nuevos barcos en la costa sur. La palabra astillero significa establecimiento donde se construyen y reparan barcos y/o depósito de maderos. Los terrenos ubicados en las islas del Morón y Santa Cecilia fueron probablemente los lugares donde se realizaron los trabajos de construcción de embarcaciones en el océano pacífico guatemalteco; pues fue un lugar con muchos árboles de brea.

El 1 de septiembre de 1532 Alvarado escribió al rey Carlos V relatándole datos y pormenores de la construcción de una flota consistente en 1 galeón denominado San Cristóbal según Antonio Remesal; las naos Santa Clara, la Buena Ventura, una carabela, un patax y dos carabelas medianas; embarcaciones destinadas al viaje de Pedro de Alvarado a Perú; para ese efecto, se desarmaron los barcos existentes en los puertos de Honduras y fueron traídos y armados nuevamente en el astillero de Iztapa. Los barcos traídos fueron trasladados en las espaldas de los indígenas al servicio de Pedro de Alvarado.

El historiador Adrián Recinos refiere que: “No habiendo paso por agua de mar a mar, todo el herraje, velamen, armamentos y demás equipos para el aderezo de las naves tuvo que conducirse a hombros y espaldas de los indios. Desde lugares tan lejanos como San Cristóbal de los Llanos (Chiapas), hizo llevar Alvarado dos piezas de artillería que Cortés había proporcionado a Diego de Mazariegos para la conquista de ese territorio.

“Los mejores carpinteros de la ribera se ocuparon en la empresa de la fábrica de la flota, ayudados por millares de indios obligados a esos trabajos bajo el rigor del ardiente sol de la costa del Océano”. El fraile Francisco Ximénez (descubridor del Popol Wuj) por su parte indica: “empezó a descubrir astilleros, sacar madera, fabricaron jarcias, acarrear fierro, sacar brea, conducir piezas de artillería, todo a costa de los pobres indios, sacándolos de su patria y llevándolos a partes muy remotas. Mató muchos indios con hacer navíos”.

EL PLAN ORIGINAL DE PEDRO DE ALVARADO: por capitulaciones con el rey, era construir una flota para ir en pos de la conquista de las Islas de la Especiería llamadas también las Indias Orientales; pero al tener noticias que en Perú existía un vasto territorio y cantidades enormes de oro, cambió planes y sin autorización real preparó viaje al Perú.

Los barcos utilizados en el viaje al Perú los dejó “vendidos” al conquistador Francisco Pizarro cuando éste y Lorenzo de Almagro lo convencieron de regresar a Guatemala puesto que el Perú ya era tierra conquistada por ellos. El convenio suscrito entre Pizarro y Alvarado consistió en recibir la suma de 100,000 pesos de oro a cambio de dejarle su ejército, sus armas con todo el equipo y municiones que llevaban.

Las pérdidas humanas de esa expedición fueron 85 españoles, la mayor parte de indios cakchiqueles, algunos negros y bastantes caballos. El ejército que dejó en Perú Pedro de Alvarado contribuyó con Francisco Pizarro en la fundación de las ciudades de Lima y Quito.

Alvarado regresó sólo a Guatemala; dejó en ese territorio a los sobrevivientes de los casi dos mil indios que se llevó en calidad de soldados cuya mayoría murió de frío al cruzar Los Andes.

Mientras Alvarado viajó a España en el año 1536, para responder por las múltiples acusaciones en su contra, el español Juan Rodríguez Cabrillo (descubridor de California) estuvo a cargo en el astillero-puerto de Iztapa de la construcción de nuevos barcos para la expedición que hacia las Indias Orientales planificó Alvarado.

Para ese viaje en el año 1540, Alvarado compró dos navíos grandes y un bergantín, además, se construyeron 8 barcos de velas de acuerdo con las capitulaciones celebradas entre Pedro de Alvarado y el Virrey de México Antonio de Mendoza.

IZTAPA COMO PUERTO: Iztapa se considera como el primer puerto marítimo español de Guatemala y Centroamérica, pues de éste zarpó Alvarado en su viaje hacia Perú, además, fue el primer astillero naval centroamericano; utilizado para la construcción de las embarcaciones con que Pedro de Alvarado hizo viaje a Perú a finales del año 1533.

Este lugar fue muy apreciado por sus funciones de puerto debido a las comodidades que ofrecía para el comercio, pues por él se podía traficar con grandes ventajas con los puertos del sur de América. Tuvo un buen surgidero con entrada segura y libre, sin bajos arrecifes que lo hicieran peligroso. En sentido moderno la palabra puerto no le sería aplicable a Iztapa puesto que primero fue un astillero y después un desembarcadero habilitado para el comercio.

Como consecuencia de la muerte de Pedro de Alvarado en Jalisco, México en 1541, el puerto de Iztapa perdió su inicial abolengo por el desinterés de las autoridades guatemaltecas respecto al tráfico marítimo en el Océano Pacífico, aunque se realizaron esporádicas operaciones de embarque y desembarque, lo que trajo como consecuencia que las operaciones de carga y descarga de mercancías y mercaderías se realizaron el puerto de Acajutla, El Salvador.

En 1575 el 14 de marzo. El Cabildo de la ciudad de Santiago de Guatemala, solicita al Rey de España para poder establecer relaciones comerciales con la China y enviar navíos con encargo de que éstos deben retornar al puerto de Iztapa de donde partieron; la solicitud fue denegada.

El 24 de marzo de 1580 El ayuntamiento de la Ciudad de Santiago de Guatemala se dirige a su Procurador en la corte de España para pedirle que gestione ante el rey la reapertura del puerto de Iztapa, consistente en abrir la Barra del río Michatoya por el cual se hacia el comercio desde Guatemala a Panamá y puertos del sur de la Nueva España. La solicitud fue denegada.

Diez años después, previa autorización del rey, durante la presidencia en Guatemala de Pedro Mallén de Rueda, el 28 de febrero de 1590 el Cabildo de Guatemala informó al rey que se dio principio al comercio con la China; asimismo, la Corona autorizó al Cabildo para que vendiera dos de sus regimientos (municipios) y ese dinero fuera empleado para la reconstrucción el puerto de Iztapa.
Durante casi doscientos años muchos fueron los esfuerzos para darle estabilidad comercial al astillero y embarcadero de Iztapa como puerto; se autorizaba su reconstrucción y por falta de personal, dinero, huracanes, temporales y sobre todo falta de voluntad política de las autoridades no se lograba el objetivo. Iztapa no logró consolidarse como puerto; sin embargo, durante su vida fue lugar utilizado por naves de diferentes construcciones como bergantines, fragatas, goletas, corvetas de diferentes banderas incluso buques de carga con mercancías y mercaderías provenientes de China.

Modernamente, la primera embarcación comercial que llegó al puerto de Iztapa fue el barco Francés Melanie en 1836 aunque existe documentación de las naves de diferentes países europeos que utilizaron dicho puerto para sus transacciones comerciales.

EL FERROCARRIL DE IZTAPA: En el año 1850 el señor J. F. Drivon dirigió carta al Ministro de Relaciones Exteriores recordándole que estaba dispuesto a invertir en Iztapa para la construcción de muelles y facilitar el embarque y desembarque de mercaderías y personas. El 12 de marzo de 1852 Iztapa quedó como una población regida por su municipalidad.

El 10 de noviembre de 1892 el presidente José María Reina Barrios, aprobó el contrato suscrito entre el Ministro de Fomento Próspero Morales y el ingeniero J. W. Chamberlain para hacer los estudios previos a la construcción del ramal de ferrocarril desde la población del Overo a Iztapa.

En el mes de enero de 1896 fue recibida y armada por mecánicos belgas la locomotora tipo Mogul pedida a Estados Unidos con cilindros de 14 pulgadas de diámetro por 20 pulgadas de golpe, caldera de acero y todas las últimas mejorías”; y en julio fue concluida la colocación de rieles y se hizo el primer recorrido de 12 millas de la locomotora, desde Obero a Iztapa. El ferrocarril tuvo varios carros de plataforma.

Ese mismo año, se autorizó la construcción de dos rompeolas, uno a cada lado de la bocabarra con el objeto de hacer viable la entrada de barcos para su carga y descarga, para el efecto se utilizaron un millón de pies de madera de pino de California para hacer los pivotes.

El 14 de junio de 1897 llegó a el Overo la segunda locomotora denominada “Tacaná” y con el correr del tiempo el ferrocarril fue abandonado por los múltiples problemas de su mantenimiento. En 1906 el coronel José Rodríguez solicitó la concesión para explotar el ferrocarril que estaba en abandono; su requerimiento fue negado.

El 5 de noviembre de 1921 dicho municipio fue anexado al municipio del Puerto de San José; sin embargo, cuatro años después fue restablecida su calidad de municipio por conducto del Acuerdo Presidencial de fecha 8 de diciembre de 1925.

Actualmente Iztapa es un centro turístico que brinda servicios hoteleros de primera calidad; cuenta con instalaciones aeroportuarias privadas denominadas Aeroclub, su carretera principal conecta al Este con las playas de Monterrico y al Oeste con el Puerto San José.

Los pobladores del municipio se dedican a la pesca artesanal, la agricultura y al cuidado y servicio de «chalés» que están a la orilla del mar; un elevado porcentaje de la población trabaja en la Empresa Portuaria Quetzal ubicada en el municipio de San José.

Presentación

La propuesta que presenta en la edición de hoy nuestro historiador, Fernando Mollinedo, creo que trasciende la intención de ofrecernos datos puntuales del puerto de Iztapa.  Se trataría más bien de hacernos comprender a través de la relevancia geográfica de un espacio particular, el valor de una de las bellezas de las que disfrutamos los guatemaltecos.

Ese reconocimiento puede anidar en nuestros sentimientos si primero, desde una revisión que recupere la evolución simbólica de la geografía estudiada, somos capaces de resignificarla.  Es transitar desde la exploración de datos y el recuento de eventos hasta la interiorización que gesta los afectos a fuerza de memoria.

Sobre Iztapa nos dice Mollinedo:

“Este lugar fue muy apreciado por sus funciones de puerto debido a las comodidades que ofrecía para el comercio, pues por él se podía traficar con grandes ventajas con los puertos del sur de América. Tuvo un buen surgidero con entrada segura y libre, sin bajos arrecifes que lo hicieran peligroso. En sentido moderno la palabra puerto no le sería aplicable a Iztapa puesto que primero fue un astillero y después un desembarcadero habilitado para el comercio”.

En otro tema, el Suplemento Cultural no deja de abordar la problemática de la pandemia que azota a la humanidad.  Nuestros columnistas, como es el caso de José Manuel Fajardo Salinas y Enán Moreno, repiensan el fenómeno en un intento de ordenar sus propias ideas y deconstruir la realidad para obtener modelos que preparen para un mejor futuro.  Leerlos es de ayuda para clarificar los hechos cotidianos en los que estamos inmersos.

Un abrazo a usted que es nuestro lector fiel.  Hasta la próxima.

BIBLIOGRAFÍA:
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MILLA, JOSÉ. “HISTORIA DE LA AMÉRICA CENTRAL”, Tomos: I: capítulos XII
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RODRÍGUEZ ROUANET, FRANCISCO “DICCIONARIO MUNICIPAL DE GUATEMALA” Instituto de Estudios y Capacitación Cívica. Editorial Litografía, Arte, Color y Texto, S.A. Guatemala, 2002
SOLARES REVOLORIO, BERNARDO “EL PUERTO DE IZTAPA, UNA APROXIMACIÓN A SU HISTORIA” Magna Terra Editores, S.A. Guatemala, 2004.

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