Por KRISTIN M. HALL
NASHVILLE, Tennessee, EE.UU.
Agencia (AP)

Proporcionar cuidados paliativos en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt puede ser agobiante para los enfermeros que tratan de extender y mejorar las vidas de pacientes gravemente enfermos.

Es algo que se ha vuelto aún más difícil durante la pandemia del COVID-19, pues los pacientes no han podido recibir a familiares o amigos que les den consuelo debido a los temores por el virus.

«Estamos sentándonos a su lado, sosteniéndoles la mano, secándoles las lágrimas, abrazándolos», dijo Anna Henderson, una trabajadora de la unidad del hospital en Nashville, Tennessee. «Podemos ser la última mano que toman, la última sonrisa que ven, la última palabra que oyen, la última voz. Así que, sí, lo hacemos con mucho gusto».

Los cuidados paliativos son para pacientes que tienen una enfermedad mortal e incurable. Algunos están en el ocaso de sus vidas o se están preparando para ingresar a hospicios.

Para lidiar con la complejidad de las emociones que ellos y los pacientes atraviesan, el personal de enfermeros ha recurrido a la música y la composición. La enfermera y cantautora Megan Palmer dijo que los enfermeros usan la música y sus voces para calmar y consolar a personas, aunque sea cantándoles algo tan simple como «Cumpleaños feliz».

Henderson recordó la reacción de un paciente cuando comenzó a cantarle. «Simplemente rompió en llanto, se desmoronó llorando desde el corazón, llorando desde las entrañas», dijo Henderson. «Todo lo que podía hacer era seguir cantando, y lo hice. Pero tú sabes, son momentos como esos en que la música y este trabajo van de la mano».

Junto con House of Songs, una organización de compositores sin ánimo de lucro, Palmer reunió a algunos miembros del personal médico de la unidad para escribir canciones cuando no estaban trabajando sus turnos de 12 horas. Como trabajaban juntos en la misma unidad, Palmer dijo que básicamente estaba en cuarentena con sus colegas de todas maneras.

«Parecía una idea buena y segura ponernos creativos y procesar algo de lo que hacemos en los tiempos de esta pandemia», dijo Palmer.

Durante una reciente sesión de composición, Palmer y Henderson se sentaron en la cocina del hospital y escribieron frases e ideas para canciones. Ambas recuerdan a muchos de sus pacientes vívidamente y los pequeños momentos íntimos que compartieron.

Escribieron la canción «Stop For a Minute» (Para por un minuto), que comienza describiendo cómo una enfermera corre a chequear a un paciente cuya luz de llamada se encendió. Henderson se inspiró en una paciente que le pidió que se sentara a su lado y le diera la mano.

Paul Raymond, el jefe de enfermeros para la unidad de cuidados paliativos y también un músico y compositor, coescribió una canción con Palmer, «Take Good Care» (Cuídate mucho), en el estudio de su casa.

Raymond ha tocado guitarra y escrito canciones desde la escuela secundaria como escape creativo. Esperaba que otros colegas encontraran alivio emocional en el ejercicio de composición del grupo, así como abrirles los ojos a la gente para que vean lo que hacen.

«Si podemos arrojar algo de luz al mundo de las enfermeras y trabajar con gente en un momento realmente vulnerable de sus vidas, pues mucho mejor», dijo Raymond.

La enfermería, especialmente para quienes trabajan en cuidados paliativos, no es para cobardes, señaló.

«Ciertamente, puede ser difícil a nivel emocional, pero es absolutamente el oficio más gratificante», dijo Raymond. «Es un verdadero regalo estar en el mismo espacio que alguien que se está preparando para dejar este mundo y morir».

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