Por: Alejandra Cabrera

Ha pasado más de 150 años desde la aparición de El capital, de Karl Marx, crítica a la teoría económica, análisis dialéctico de la relación entre la mercancía con el valor, y cómo este se convierte en dinero, coexistiendo la representación concluida en el sistema económico capitalista y la fundamentación científica entre el capital y el trabajo, eje giratorio de la sociedad moderna.

Con sus detractores y apologistas, es uno de los libros más citados en distintos sectores de la sociedad: universitarios, intelectuales, trabajadores y hasta por quienes ni por asomo han leído unas treinta páginas del libro.

Entre los grandes aciertos de El Capital está la propuesta de fundamentos y nociones teóricas elementales que difunden un sistema de ideas en la economía política. Analiza el movimiento de la sociedad, el Estado, el valor, la moneda, el mercado y la mercancía, la acumulación, la transformación del dinero en el capital, la plusvalía, el sistema socioeconómico, los medios y las relaciones de producción.

Se propone el análisis de la conformación de un sistema socioeconómico, enfocándolo en dos elementos esenciales: la infraestructura y la superestructura. Utilizando la imagen mental de un edificio, señala que en la base se encuentra la infraestructura o base económica, conformada por las fuerzas productivas, la fuerza del ser humano y los medios de producción, las herramientas e instrumentos de trabajo, así como el aporte del capitalista. Por su parte, la superestructura se encuentra conformada por todos aquellos elementos que protegen a la base económica, quiere decir, al sistema económico y todos aquellos aspectos intangibles, tales como la política, el Estado, la religión, la educación y otras formas que involucran la cosmovisión del ser humano, incluyendo el arte y la cultura. En concreto, son aquellos elementos de dominación del pensamiento.

La distribución equitativa de la ganancia y la socialización de los medios de producción como parte de una transformación de la base económica, hasta el momento, es uno de los grandes dilemas en el que se desarrolla un enfoque para la abolición de la propiedad privada.

En términos generales, la concepción de la distribución de la riqueza, actualmente se enfoca en la concentración del capital y la propiedad privada, las cuales generan una brecha de desigualdad, llevando al capitalismo a su máxima expresión: el imperialismo.
Marx señala que la economía política no es un espíritu absoluto o una idea general, sino es el desarrollo de las mismas fuerzas productivas del ser humano.

Esta nueva edición del Fondo de Cultura Económica, traducida del alemán por Wenseslao Roces, constituye un invaluable aporte al ejercicio del pensamiento crítico en las nuevas generaciones.

La lectura implica comprender desde la teoría marxista, la reivindicación de las demandas de quienes constituyen la fuerza productiva de todas las sociedades. Es una fecha con plena vigencia, debido a la reiterada violación de los principios fundamentales que evidencian las malas condiciones laborales, falta de indemnizaciones o acceso al seguro social, los bajos salarios en contraste con las exigencias de las jornadas laborales y el alto requerimiento de la fuerza de trabajo.

Esta y otras obras se pueden consultar en www.fceguatemala.com y se pueden pedir a través de Whatsapp: 5017-3130 o mensaje directo en redes sociales: FCE Guatemala. Envío gratis en compras mayores de Q100.

Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, de Adam Smith
A pesar de los años transcurridos desde que apareció por primera vez este libro, en 1776, sus argumentos no han perdido del todo su valor al ser aplicados a muchos de los problemas actuales. El texto es la expresión de las fuerzas que entonces actuaban para modelar una nueva y terrible especie: el hombre económico del mundo moderno.

Los esclavos de Yucatán, de John Kenneth Turner
Los Esclavos de Yucatán es el primero de los reportajes que forman México Bárbaro, en él, Kennet Turner describe la brutal explotación en las haciendas henequeneras de la península del sureste mexicano. «Una y otra vez comparé, en la imaginación, el estado de los esclavos de nuestros estados del Sur, antes de la Guerra Civil, y siempre resultó favorecido el negro. Nuestros esclavos del Sur estaban casi siempre bien alimentados; por regla general no trabajaban con exceso. Éstos, como los esclavos de Yucatán, eran ganado perteneciente a la finca; pero, a diferencia de aquéllos, se les trataba tan bien como al ganado.» John Kenneth Turner.

A golpe de calcetín, de Francisco Hinojosa
Paco Poyo se ganaba la vida vendiendo periódicos. A golpe de calcetín recorría las calles de la ciudad de México. Un día, un misterioso personaje le ofrece comprarle todos sus periódicos a cambio de una misión que parecía fácil y divertida, pero Paco nunca imaginó que ese trabajito lo conduciría a aparecer él mismo en los titulares de los diarios que vendía.

Artículo anteriorSegún MIDES, se han autorizado casi Q7 millones para informalidad
Artículo siguienteEl caso de Asunción Mita