Por THOMAS ADAMSON
Agencia AP
«Consentimiento, consentimiento, consentimiento», estaba escrito con luces de neón sobre la pasarela durante la presentación de la nueva colección de confección de Dior en París.
El mensaje fue una señal de que la primera mujer diseñadora de la casa, Maria Grazia Chiuri, seguiría explorando la piedra angular del feminismo en sus diseños otoño-invierno 2020.
La colección, fruto de una colaboración con la artista Claire Fontaine, tuvo un gran impacto en los invitados especiales, que incluyeron a la actriz Sigourney Weaver y la cantante Carla Bruni. Algunos se detuvieron a pensar, especialmente porque el desfile comenzó tarde, en los debates de la era del #MeToo y su influencia en las artes al día siguiente de que Harvey Weinstein fuera declarado culpable de violación y abuso sexual y trasladado a la unidad carcelaria de un hospital esposado.
Los propios diseños presentaron inteligentemente la idea de empoderamiento al principio, como con la característica chaqueta Dior, reinterpretada como una pieza estriada con ángulos, combinada con una camiseta de hombre y una corbata en una modelo con el cabello corto estilo pixie. Fue la declaración de moda más fuerte del desfile.
La contemplación feminista y andrógina tristemente se desvaneció rápido en la presentación de los 84 atuendos, lo que sugiere que para Chiuri fue más un ardid de mercadotecnia que una idea creativa desarrollada.
El resto del show presentó siluetas diversas que se adentraban en los archivos de Dior, con cuadros, lunares, tejidos en chaquetas, faldas y pantalones, con diferentes niveles de éxito. Una vibra bohemia de la década de 1970 quedó capturada como leitmotiv en pañuelos de seda estampada para la cabeza.
Los cuadros, que evocaron a quien fue por mucho tiempo director y diseñador de la casa, Marc Bohan, aparecieron en beige y ocasionalmente se apoderaron de atuendos completos. Por momentos se combinaron con flequillos, pero desafortunadamente esto los hacía parecer manteles de lujo. Sandalias planas, en tanto, trajeron a tierra la colección.
Un recordatorio de los temores de la vida cotidiana se incluyó en las notas del programa. Aunque ninguno de los especialistas de moda, excepto uno, llevaban tapabocas contra el nuevo coronavirus que sacudió a la Semana de la Moda de Milán, Dior expresó «todo el apoyo para nuestros equipos, clientes y socios en Asia, Italia y el mundo».