La portada del libro de memorias de Elizabeth Wurtzel, "Prozac Nation". FOTO LA HORA: CORTESÍA DE RIVERHEAD/PENGUIN RANDOM HOUSE VIA AP)

NUEVA YORK
Agencia (AP)

Elizabeth Wurtzel, cuyas confesiones francas y dolorosas sobre sus problemas de adicción y depresión en el popular libro «Prozac Nation» («Nación Prozac») la convirtieron en la voz y el objeto de una generación ansiosa, falleció ayer. Tenía 52 años.

Su esposo, Jim Freed, dijo a The Associated Press que Wurtzel murió en un hospital en Manhattan tras una larga batalla contra el cáncer.

«Prozac Nation» se publicó en 1994, cuando Wurtzel era una veinteañera, y desató un debate que duró gran parte de su vida. Los críticos la elogiaron por su honestidad, pero también la acusaron de autocompasión y autocomplacencia, vicios que ella reconocía totalmente. Wurtzel escribió sobre su infancia en un hogar fracturado por el divorcio, sus laceraciones cuando era una adolescente y esos años que pasó en un mar de lágrimas, drogas, malas relaciones sentimentales y peleas familiares.

«No quiero sonar como una niña malcriada», escribió. «Sé que toda vida soleada necesita algo de lluvia y todo eso, pero en mi caso las crisis de histeria son un tema demasiado recurrente».

Wurtzel se convirtió en una celebridad, un símbolo y, para algunos, en un chiste. Newsweek la llamó »la famosamente deprimida Elizabeth Wurtzel». Fue objeto de burlas después de una entrevista de 2002 con el diario The Toronto Globe and Mail en la que habló despectivamente de los ataques terroristas del año previo.

«Sentí que todo el mundo estaba exagerando. La gente seguía hablaba de eso. Esa parte realmente me molestó», dijo en declaraciones que más tarde señaló que fueron malinterpretadas.

Pero muchos lectores acogieron su historia y le dieron crédito por ayudarlos a enfrentar sus propios problemas. La noticia de su muerte generó mensajes de dolor y gratitud. La escritora Anne Theriault tuiteó: «Me resulta difícil siquiera articular lo importante que ‘Prozac Nation’ fue para mí en cierto momento de mi vida». La autora Sady Doyle lamentó que Wurtzel fuera recordada como un «Triste Ejemplo de Algo escritoras de memorias, mujeres que se volvieron famosas siendo ellas mismas, mujeres jóvenes por lo general».

«Y ver que se fue tan joven es un duro recordatorio de lo cruel que eso fue», tuiteó Doyle.

Otros títulos de Wurtzel incluyen «Bitch: In Praise of Difficult Women» y «More, Now, Again: A Memoir of Addiction». Sus ensayos fueron publicados en el New York Times y la revista New York, entre otras publicaciones.

En un artículo de 2015 para el Times, describió su éxito inicial en su lucha con el cáncer.

«Vivo en una era de milagros y maravillas, cuando curan el cáncer con virus. Si me vuelvo a topar con el cáncer encontraré la manera de superarlo. ¿Ven? Soy muy judía, lo que equivale a decir… que soy invicta a lo peor», escribió. «Pero habría preferido evitar esto. Eso habría sido mucho mejor».

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