Juan Fernando Girón Solares
Colaborador Diario La Hora

Y cuando el reloj marcaba las veintitrés horas con diez minutos del Viernes Santo, el Cortejo Procesional de la Virgen de Soledad de la Escuela de Cristo, retornó a su templo. Las agotadas pero muy satisfechas devotas, tanto las que llegaron ese día de la capital como las propias de la Antigua Guatemala, depositaron las andas de la bellísima imagen en sus taburetes, se pusieron de hinojos para dar gracias al cielo, se santiguaron, rezaron y con un fuerte abrazo y lágrimas en los ojos, se despidieron de la Madre con la satisfacción del deber cumplido.

María Elisa le daba infinitas gracias a su Señora por haber hecho realidad su deseo y al mismo tiempo su compromiso, y tomada de la mano con sus entrañables compañeras de aventura: Virginia, doña Candelaria, Inés, Rosa María e Irene del Carmen, fueron las últimas en salir de la casa de Dios, y abordar los autobuses que esa misma noche, retornaron a la capital, tras un par de horas de recorrido en el camino polvoriento, bajo la luz intensa de la luna, la fresca madrugada del verano y los sentimientos propios que solamente quienes participan en las procesiones de Viernes Santo, entienden al ingresar cada procesión.

Y así, DESPERTÓ PARA SIEMPRE AQUEL CORTEJO procesional, el que se mantiene gracias a Dios vigente hasta nuestros días. Luego de la fructífera experiencia, a partir del año siguiente, es decir 1947, quedó formalmente instituido que la Santísima Virgen de Soledad de la Escuela de Cristo, saliera cada Viernes Santo, acompañando al Santo Entierro en hombros de sus devotas cargadoras previamente inscritas, y que sirvió felizmente como ejemplo para otros cortejos procesionales en la Antigua Guatemala.

NOTA DEL AUTOR: La historia que ustedes acaban de leer, es una mezcla de hechos históricos con personajes y situaciones algunas reales y otras ficticias, producto de la fantasía apropiada para esta época. Para su redacción, el autor se basó como idea central, en la obra MEMORIAS DE UN CUCURUCHO 1944-1954 del Profesor LUIS ENRIQUE GAYTÁN MENÉNDEZ, impresa en CAUDAL, S.A. en febrero de 2009, que en su página 31, recoge la crónica de lo real y efectivamente acontecido en la Escuela de Cristo, el Viernes Santo de 1946, y que citamos de manera textual:

“Otra sorpresa se vino a constituir cuando a la salida de la Virgen de Soledad, se dejaron escuchar las notas de la Granadera, debido a que nunca antes había llevado banda; y, por otra parte, en esta ocasión la cargaban damas, y aún más, éstas eran prácticamente desconocidas en aquella ciudad. Como recordaremos, los miembros de la Subdirectiva se habían comprometido a llevar cada uno de ellos un turno para el día Viernes Santo, en virtud de que en ese entonces las damas antigüeñas únicamente cargaban a la Soledad el día Sábado de Gloria y ahora, eran damas quienes la llevaban en hombros y no sayones. El turno era de veinte damas, todas radicaban en la ciudad de Guatemala y para su traslado, la Empresa Texaco facilitó dos buses que normalmente usaban para transportar a su personal. Eran diez turnos completos. Es de hacer notar que, en el curso del recorrido, varias damas antigüeñas solicitaron se les permitiera cargar y a partir de aquel entonces, quedó instituida esta nueva modalidad que persiste hasta la fecha”.

Como dato muy curioso, las fechas de la Semana Santa de aquel año cada vez más lejano de 1946, coincidirán con las del presente 2019, pues felizmente Viernes Santo será también 19 de abril.

Esta historia, está dedicada con todo cariño, respeto y admiración, al recuerdo de las valientes mujeres que hace setenta y tres años, desafiaron el tiempo, la distancia y la historia, para el despertar de un grandioso Cortejo Procesional de la Virgen de Soledad de la Escuela de Cristo, y con su ejemplo, a todas las devotas cargadoras que año con año, enaltecen con su presencia y participación los cortejos procesionales de nuestra Santísima Madre, en toda la República, durante la Cuaresma y Semana Santa, más linda del mundo.

Guatemala de la Asunción, Cuaresma del año 2019.

Un cucurucho de corazón

Juan Fernando Girón Solares

Con mi agradecimiento especial al Diario La Hora, y al gentil amigo Eduardo Blandón, Responsable de su Segmento Cultural. Volveremos si Dios lo permite, con una nueva historia Cuaresmal para nuestros lectores, el primer Viernes de Cuaresma, 28 de febrero de 2020.

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