Por JOHN CARUCCI
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Lin-Manuel Miranda se sintió en su salsa al trabajar en “Mary Poppins Return” (“El regreso de Mary Poppins”), hasta cierto punto.

El actor, compositor y dramaturgo, creador del éxito de Broadway “Hamilton”, conocía al director del filme Rob Marshall por producciones de teatro y cine como “Cabaret” y “Chicago”, y a los compositores Marc Shaiman y Scott Wittman por la música de “Hairspray”.

Pero hubo algo que no le resultó natural, aun cuando es considerado un pionero del teatro musical: la coreografía.

“Creo que el baile fue el aspecto más desafiante para mí, porque si miras ‘Hamilton’ con cuidado hay muchos bailes increíbles, (pero) Hamilton no hace casi nada en ellos. Está parado y tiene muchas palabras que decir”, dijo Miranda.

La curva de aprendizaje se le hizo algo más fácil gracias al generoso periodo de ensayo de nueve semanas para la película.

“Lo que sucede cuando haces eso con la compañía de la película es que se vuelve una compañía. Éramos una compañía de actores juntos para cuando comenzamos este trayecto”, dijo. “Todos ensayamos juntos y eso fue formidable y me hizo sentir en casa”.

En el filme, Miranda interpreta al farolero Jack y Emily Blunt a Mary Poppins. Esta vez el artista de origen puertorriqueño tuvo que traer a la mesa un personaje completamente diferente al del rígido y ambicioso Alexander Hamilton.

“Hamilton es muy distinto a Jack, el farolero. Hamilton no tiene esa inocencia ingenua en absoluto”, dijo Miranda. Jack, en cambio, es “en cierto modo como un niño, tiene este sentido de asombro, como que nunca ha perdido eso”.

Se expresó eternamente agradecido de que Marshall haya visto esas cualidades en él.

“Hago estas películas porque pienso que parte de ser un artista es estar en contacto con ese niño interior, esa parte de nosotros que era dibujar y pintar y hacer cosas cuando éramos niños. Algunos de nosotros nos especializamos en ellas, y algunos de nosotros crecemos. Yo siento que nunca he crecido realmente”, dijo Miranda.

Miranda ganó premios Tony por sus musicales “In the Heights” y “Hamilton”, y éste último también le mereció un Pulitzer. Siente que estos éxitos prepararon el camino que llevó a su selección para la secuela de “Mary Poppins”.

“Nunca había hecho una película a esta escala, pero hay muy pocas películas de esta escala”, dijo Miranda, quien recordó cuando de niño vio a Dick Van Dyke bailar junto a los pingüinos animados en “Mary Poppins”.

“¿Sabes?, yo crecí bailando con esos pingüinos frente a mi televisor como todos los demás. Es simplemente un sueño”, dijo.

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