Por Gabriel Tuñez
Buenos Aires
Agencia (dpa)

Parado sobre una pequeña góndola, el artista argentino Nicolás García Uriburu comenzó a arrojar al Gran Canal de Venecia, en Italia, litros y litros de una sustancia con la que tiñó de verde las aguas ante la sorpresa de los turistas.

García Uriburu lo hizo durante unos tres kilómetros hasta que la policía llegó hasta él y lo detuvo ante la sospecha de que se trataba de una operación terrorista.

Aquella acción fue llevada a cabo el 19 de junio de 1968, hace 50 años, y con motivo del 50 aniversario el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) de Buenos Aires abrirá al público la exposición «Venecia en clave verde», que hasta el 30 de septiembre recorrerá parte de la obra de García Uriburu y, especialmente, la intervención artística en una de las ciudades más visitadas del mundo.

«Se trató de una acción que quedó en la historia del arte mundial», dijo en una presentación para la prensa el director del MNBA, Andrés Duprat.

García Uriburu había viajado a Venecia con motivo de la tradicional Bienal de Arte de la ciudad, a la que, sin embargo, no había sido invitado.

Duprat explicó que la intervención de García Uriburu tuvo un doble fin: denunciar el modo en que la acción humana había modificado el color de las aguas venecianas y poner en discusión la jerarquía de las instituciones de las artes. «Fue ejemplar», agregó.

Pocas semanas antes, García Uriburu había expuesto algunas de sus obras en una galería de París. La muestra duró apenas unas horas porque en las calles estudiantes y trabajadores comenzaban a protagonizar las primeras manifestaciones del Mayo Francés.

La exhibición en Buenos Aires abarca, justamente, los trabajos que García Uriburu hizo entre 1968 y 1974, un período de convulsión social a nivel mundial.

«En un momento de eclosión las prácticas experimentales como las de García Uriburu rompían con lo tradicional. Además, fue un verdadero pionero del arte ecológico y la preservación de los recursos naturales», destacó Mariana Marchesi, curadora de la muestra y directora artística del MNBA.

Dos años después de aquella intervención en Venecia García Uriburu volvió al Gran Canal para teñirlo otra vez de verde, aunque en esa ocasión hizo lo mismo con las aguas de los ríos Sena, en París; East River, en Nueva York, y De la Plata, en Buenos Aires.

«Es mi padre, pero también un artista que le pertenece a todos», expresó Azul García Uriburu, hija del artista y directora de la fundación familiar que preserva su obra.

García Uriburu pasó algunos días detenido en Venecia hasta que un comité de científicos dictaminó que la sustancia que había arrojado al agua, similar a la que utilizaba la NASA para marcar a las naves espaciales el lugar en el que debían amerizar, no era tóxica.

García Uriburu murió a los 78 años el 19 de junio de 2016 en Buenos Aires.

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