Gustavo García Fong
Escritor

El mensaje esperado
I
Cuando el mensaje esperado llega…
invita a la esperanza,
alegra el día,
arropa el alma,
devuelve a la vida.

Cuando el mensaje esperado llega…
aunque no imaginado ya se atisba;
aunque a destiempo, es muy oportuno;
aunque no importe el motivo, motiva;
aunque sea breve, parece tan extenso que marea.

Cuando el mensaje esperado llega…
inicia la fiesta,
amanece otra vez,
la “flor de un día”, pasó a ser “de dos”,
el perfume del jazmín se manifiesta.

Cuando el mensaje esperado llega…
una piedra se vuelve nube,
los libros hablan,
las rosas sonríen,
el llanto cesa.

II
Cuando el mensaje esperado llega…
adormece el corazón,
engaña a los sentidos,
sube la tensión,
agita la respiración.

Cuando el mensaje esperado llega…
congela el espíritu,
fomenta la frustración,
invita a la soledad,
hunde en la desesperación.

Cuando el mensaje esperado llega…
aniquila la voluntad,
empuja al pesimismo,
roba la paz,
acerca al abismo.

Cuando el mensaje esperado llega…
la noche no termina,
la tormenta permanece,
el frío lastima,
la mar languidece.

Tu inalcanzable belleza

El ímpetu se me desborda todo junto
en la atalaya del desconsuelo.
A vinagre sabe mi boca.

Al viento se pasean
mis ilusiones, casi difuntas
en pos de un féretro.

Antes de ti la belleza deambuló errante
sin poder asentarse en mujer alguna,
que las otras mujeres,
frente a ti, la belleza mendigan.

Incapacidad

Me declaro absolutamente incapaz
de distinguir el cielo del lago
y el lago del cielo.

Lo único que distingo
con meridiana claridad,
en el punto de confluencia de ambos,
es a ti.

CREPÚSCULO

Ignoro ante qué crepúsculo rendirme;
si ante aquel que me alegra el corazón
al elevar la mirada al cielo.

O ante aquel que me roba el alma,
me hace perder la razón,
y que llevas clavado a tu cuerpo.

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