Luis Antonio Rodríguez Torselli
Licenciado en Historia
En el Escudo de la República de Guatemala está presente un ave de brillantes colores. ¿Cuál será la razón de que esté en ese lugar privilegiado? Esta pregunta es la que nos motivó a buscar esa respuesta.
Desde la época de colegio, se ha enseñado que el quetzal está presente en el escudo, puesto que simboliza la libertad y autonomía de la nación. Como docente universitario esa pregunta se me ha formulado por varios alumnos. Aun cuando se ha proporcionado una respuesta que llena las expectativas de los estudiantes, fue lo que básicamente me impulsó a efectuar esta pequeña investigación.
La investigación fue netamente bibliográfica. Inicié con el artículo 35 emitido por el Presidente Liberal Miguel García Granados (1871), que dio vida al Escudo de Armas de la República, que no sólo no despejó mis dudas sino que me dejó muy confuso. Eso me hizo profundizar un poco más en la bibliografía que he tenido a mi alcance y dentro de las lecturas efectuadas para investigar lo pertinente, pude tener acceso a un libro muy poco difundido, que me aclaró mucho la razón por lo que el quetzal puede simbolizar la libertad. Esa publicación estaba un poco refundida entre mi biblioteca, pero fue, posiblemente, la que mi hizo llegar a buen puerto.
NUESTRO ESCUDO NACIONAL
Nuestro Escudo Nacional tiene, como elemento relevante, un quetzal: ¿qué razones hay para que esta ave de brillantes colores esté presente ahí?
El Decreto No. 35, emitido por el Presidente provisional Miguel García Granados, dotó a la patria de un nuevo escudo, que es el actual. Textualmente, el Decreto estipula lo siguiente:
Debiendo estar en armonía el Escudo de Armas de la República con los principios políticos que ha proclamado la Nación; en uso de las facultades que me hallo investido.
DECRETO:
Artículo Único.- Las Armas de la República serán: un escudo con dos rifles y dos espadas de oro enlazadas con ramas de laurel, en campo celeste claro. El centro será cubierto con un pergamino, que contendrá la siguiente leyenda en letras de oro: Libertad, 15 de setiembre de 1821, figurando en la parte superior un Quetzal, como símbolo de la independencia y autonomía de la nación.
Dado en Guatemala a diez y ocho de noviembre de mil ochocientos setenta y uno.1
El Decreto antes mencionado sólo señala el simbolismo del quetzal en nuestro escudo, sin proporcionar ninguna razón para ello; aunque es sabido que dicha ave contiene remembranzas mitológicas para nuestro pueblo, pues Quetzalcoatl –que quiere decir «Serpiente-Emplumada» o «Pájaro-Serpiente» o «Serpiente Linda»– fue el personaje que enseñó a los antiguos mayas la agricultura, el calendario y otra serie de cosas. Esta circunstancia hizo que se le considerara un dios. Además, fue relacionado con el ave que nos ocupa.
Para confirmar lo especial que dicha ave fue para los indígenas, y para ilustrar sobre los atributos que coinciden con la alegoría del quetzal en nuestro escudo, presentamos fragmentos de dos documentos en los cuales se hace alusión a él; uno del siglo XVI y otro del siglo XVIII.
Coincidentemente, ambos documentos fueron redactados por frailes dominicos.
El del siglo XVI está tomado de la Relación de la Provincia de la Verapaz hecha por los religiosos de Santo Domingo de Cobán, 7 de diciembre de 1574, por Fr. Francisco Prior de Viana- Fr. Lucas Gallego- Fr. Guillermo Cadena,2 y dice así:
JESÚS MARÍA
Relación de la provincia y tierra de la Verapaz y de las cosas contenidas en ella como son montes, fuentes, animales, aves y plantas y arboleda. Del número de los pueblos y distancia de las iglesias y fundación de ellas y de lo que cada una tiene, y finalmente del número de gente, sus lenguas, su policía y cristiandad desde el año de 1544 hasta este de 1574.
Capítulo Primero
“(…) Hay asimismo en esta montaña y tierras muchas y diferentes aves, como son águilas, garzas, gaviotas, cuervos marinos, milanos, azores, alcotanes, mochuelos, muchos y diferentes papagayos en la tierra caliente que destruyen las sementeras y milpas. Hay algunos faisanes y pocas perdices. Hay tórtolas, palomas porcaces, vencejos, aviones, jilgueritos, algunas auras y cuervos. Hay muchos pájaros como picazas y otros tordos que hacen gran daño en las milpas. Hay un pájaro verde que es del tamaño de paloma, cuya pluma es estimada entre los indios (el resaltado es nuestro). Este se caza de dos maneras. La una con liga, la otra con azañuelo. Hace su nido en los más altos árboles a donde los pies atados trepando suben los indios y los pelan. Antiguamente en tiempo de su infidelidad tenía pena de muerte el que los mataba y ahora, caer, descalabrarse o morir muchas veces.
Los montes a donde hay estos pájaros son propios de pueblos o de particulares que cazan en ellos. Antiguamente usaban mucho el cazar de estas plumas, ahora sólo los viejos se dan a ello aunque poco por estar apartados y lejos estos montes de los pueblos (…)
(…) Todo lo sobredicho es cierto y verdadero. En testimonio de lo cual firmamos aquí nuestros nombres. Hecho en el convento de Santo Domingo de Cobán en 7 de diciembre, año de 1574.
(f) Fr. Francisco Prior de Viana
Fr. Lucas Gallego Fr. Guillermo Cadena
El otro fragmento está tomado de la Historia Natural del Reino de Guatemala, compuesta por el Reverendo Padre Predicador General Fray Francisco Ximénez, de la Orden de Predicadores. Escrita en el pueblo de Sacapulas, en el año de 1722,3 y dice así:
QUEÇAL
«Esta ave es de las más hermosas que tiene aquesta América, y si se pudiera conservar viva en jaula, fuera alhaja de un Rey. Es del tamaño de una paloma verde, y enquentros azules, y encarnados, tiene una como corona que le hermosea mucho. Y las plumas de su cola son como de vara y quarta de un verde esmeralda, que tira a azul, muy hermosas. Son aquestas plumas de mucha estima, y las usan los indios en sus bailes, y en adornos de las andas de los santos. Críanse en montañas muy altas y espesas, y donde abundan es en la Provincia de la Verapaz de que aquellos indios sacan muchos intereses. Los nidos los hacen con dos puertas, y por la una entran, y salen por la otra porque no se les maltrate la cola que es su mayor adorno».
Como colofón, debemos señalar que el diseño que dio origen a la forma actual de nuestro escudo fue una decoración con armas, ramas de laurel y un quetzal, que hizo Don Juan Bautista Frener, grabador de la Casa de Moneda en esa época, para un banquete de homenaje al General Justo Rufino Barrios a raíz del triunfo de la Revolución Liberal de 1871. Esta decoración agradó tanto al General Barrios, que conversó con el Presidente Miguel García Granados para que se adoptara esa simbología como distintivo nacional de nuestra patria.
Fue así como surgió la emisión del Decreto No. 35, que reseñamos al inicio de este artículo.4
CONCLUSIONES
De acuerdo con lo investigado, se concluye:
a. El Decreto No. 35, emitido por el Presidente provisional Miguel García Granados, emitido el dieciocho de noviembre de mil ochocientos setenta y uno, no cita razón alguna para que el quetzal simbolice la libertad.
b. La Relación de la Provincia de la Verapaz hecha por los religiosos de Santo Domingo de Cobán, el 7 de diciembre de 1574, por Fr. Francisco Prior de Viana- Fr. Lucas Gallego- Fr. Guillermo Cadena, hacen alusión que era un ave muy respetada por los indígenas pre-colombinos y que sus plumas eran muy apreciadas, por lo tanto el quetzal mismo tenía un simbolismo sumamente especial.
c. El Predicador Fray Francisco Ximénez, a quien se le debe el descubrimiento y conocimiento del Popol Wuj, si hace una referencia directa: “Esta ave es de las más hermosas que tiene aquesta América, y si se pudiera conservar viva en jaula, fuera alhaja de un Rey (resaltado nuestro). Como el P. Ximénez fue un investigador empírico y observador por excelencia, se le debe dar el crédito porqué que el quetzal no puede enjaularse y debe mantenerse en Libertad.
NOTAS
1, 4 Citado por Manuel Rubio Sánchez. Grabadores de Guatemala. Banco de Guatemala, 1975.
2 Publicado en Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. Tomo XXVIII
Marzo a Diciembre de 1955- Nos. del 1 al 4.
3 Publicación Especial No. 14. Sociedad de Geografía e Historia; primera edición. Paleografía de Julio Roberto Herrera S., Guatemala: Editorial José de Pineda Ibarra, 1967.
BIBLIOGRAFÍA
Fr. Francisco Prior de Viana, Fr. Lucas Gallego, Fr. Guillermo Cadena. RELACIÓN DE LA PROVINCIA DE LA VERAPAZ HECHA POR LOS RELIGIOSOS DE SANTO DOMINGO DE COBÁN… 7 de diciembre de 1574. Anales de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. Tomo XXVIII. Marzo a Diciembre de 1955- Nos. del 1 al 4. Tipografía Nacional.
Rubio Sánchez, Manuel. GRABADORES DE GUATEMALA. Banco de Guatemala, 1975
Ximénez, Fray Francisco. HISTORIA NATURAL DEL REINO DE GUATEMALA. Publicación especial Nº 14. Sociedad de Geografía e Historia, Editorial José de Pineda Ibarra, 1967.
PRESENTACIÓN
De la mano de nuestro colaborador, Luis Antonio Rodríguez Torselli, presentamos a usted un esbozo de la presencia del quetzal en el escudo patrio. El historiador, con pluma ágil y documentada, traza los momentos históricos que encarna el nacimiento del símbolo nacional para dejar registro de sus orígenes.
El texto, más allá de su valor documental, puede ser portador de valores que generen ciudadanía. Y si con ello se propicia una renovada conducta cívica de provecho para el país, nuestro trabajo periodístico cobra sentido al estar en sintonía con los ideales de un Estado de bienestar para todos.
Rodríguez Torselli expresa ese anhelo compartido al escribir:
¡Afiancemos nuestra nacionalidad
conociendo nuestra Historia.
De esa forma conoceremos y respetaremos
cada día más nuestros emblemas patrios!
Por lo demás, como dijimos en nuestra edición anterior, el Suplemento Cultural ofrece la segunda parte de la investigación de Jorge Carro sobre las redacciones de tres periódicos argentinos en las crónicas de Gómez Carrillo, Pedro Orgambide y Osvaldo Soriano. Asimismo, proponemos a usted, la creación literaria del cuentista (y músico) Maco Luna. Un trabajo al que hemos dado más espacio del habitual, según las necesidades del texto.
Cerramos, como ya es costumbre, con la perspectiva de análisis artístico de Miguel Flores. En esta ocasión, al referirse a la obra fotográfica del salvadoreño Teyo Orellana, que juzga original y audaz, reprocha los estereotipos patriarcales de la crítica conservadora. Flores, abre horizontes y sugiere miradas que superen las opiniones convencionales.
Le deseamos un feliz fin de semana. Hasta la próxima.