Piero di Cosimo
(1462 – 1521)

Piero di Cosimo fue un artista con mucha imaginación; era famoso por los trajes y las decoraciones que diseñaba para mascaradas y procesiones, así como por sus originales cuadros mitológicos, muy demandados por mecenas privados de Florencia. Su vida fue tan excéntrica como sus propios cuadros. Odiaba tanto el fuego que tenía miedo de cocinar y vivía de huevos cocidos, que hervía de 50 en 50 cada vez que preparaba la cola que empleaba para pintar. Tenía terminantemente prohibido que sus habitaciones fueran barridas y que sus árboles frutales fueran podados; de hecho, su vida era más propia de una bestia que de un ser humano.

Representó varias escenas de un relato mitológico en este único panel (1490). En el extremo superior derecho, Perseo sobrevuela el cielo para rescatar a Andrómeda, atada al tocón de un árbol a la izquierda de la composición: su madre ha enfurecido a Neptuno al declarar que era más bella que las nereidas, por lo que está a punto de ser sacrificada por un monstruo marino. Justo después, Perseo cae sobre la cómica bestia, que ocupa un lugar prominente en el centro de la composición, y empieza a golpearle en el cuello. En primer plano, una peculiar mezcla de gente ataviada con extraños vestidos (o con diversos grados de desnudez) evita contemplar la escena. Tras dar muerte a la bestia, Perseo se casa con Andrómeda; el grupo de gente situado a la derecha de la obra celebra la liberación de la hermosa joven.

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