Por Nada Weigelt
Berlín
Agencia (dpa)
Hasta en tres ocasiones ha estado nominado a los Oscar el cineasta alemán Wim Wenders. «El cielo sobre Berlín» («Las alas del deseo» en Latinoamérica), considerada por muchos su gran obra maestra, volverá a despertar gran expectación mañana cuando se estrene en las salas de cine de Alemania en una versión restaurada.
Han pasado más de 30 años desde que el director hipnotizó por primera vez a críticos y público con una película en blanco y negro en la que se refleja la sombría y triste vida de los berlineses a través de dos ángeles que oyen sus pensamientos e intentan reconfortarlos.
Este homenaje poético, esta declaración de amor a la capital alemana que pone de relieve el ambiente que se vive en una ciudad dividida por el Muro de Berlín y deprimida tras una guerra reciente, regresa a la gran pantalla en formato digital, con mayor resolución y con un sonido enriquecido y envolvente.
Lo más fascinante es que la calidad de la cinta es ahora mejor que nunca. «A lo largo del proceso de restauración digital ‘El cielo sobre Berlín’ ha vuelto a descubrir su infancia o al menos la inocencia de su negativo original», señala Wenders sobre su nuevo proyecto.
Un rejuvenecimiento que se explica por el concepto del color que el cineasta alemán y su legendario cámara, el francés Henri Alekan, desarrollaron por aquel entonces. Todas las escenas en las que los dos ángeles de la guarda Damiel -interpretado por Bruno Ganz- y Cassiel -al que puso rostro Otto Sander- acompañaban a berlineses que no se percataban de su presencia fueron rodadas en blanco y negro.
Tan solo al final, cuando Damiel se convierte en humano debido al profundo amor que siente por la trapecista Marion, las imágenes son en color.
Debido a las limitaciones de la técnica analógica de los años ochenta, los negativos originales se debían duplicar varias veces y también debían mantenerse separados en la máquina copiadora antes de ser finalmente fundidos en un color negativo final, explica Wenders.
«Por razones técnico-cinematográficas, todas las copias, también la copia del festival de Cannes, al final un total de seis generaciones, se tiraron, lo que condujo a una notable pérdida de contraste y nitidez», añade.
La digitalización del filme se enmarca dentro de un proyecto general de la Fundación Wim Wenders. Los profesionales encargados de restaurar la cinta recuperaron los negativos originales que procedieron a escanear en alta definición en una minuciosa tarea que se prolongó durante casi un año.
Los rollos de película fueron además retocados y la luz también se reconfiguró desde cero. «La ciudad deprimida de la época se levanta de nuevo ante nuestros ojos con su alma melancólica y su blues», escribe Wenders.
En 1987, «El cielo sobre Berlín» se alzó en Cannes con el premio a la mejor dirección. A este reconocimiento se sumaron otros galardones en Alemania y en la Unión Europea.
A pesar de que para la revista «Rolling Stone» constituye una de las películas más sobrevaloradas de todos los tiempos, en el pasado Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale, celebrado en febrero en la capital alemana, la nueva versión restaurada del «Cielo sobre Berlín» cosechó una gran salva de aplausos.
