Londres
Agencia (dpa)

La famosa plaza londinense de Trafalgar Square acoge desde la semana pasada una réplica de la estatua de una deidad babilónica protectora, realizada con 10.500 latas de sirope de dátiles iraquíes, que pretende ser un llamamiento contra la guerra y la destrucción de la herencia cultural.

La réplica de 4,5 metros de altura de un Lammasu -una figura con cuerpo de toro, alas y cabeza humana- se encuentra en el cuarto zócalo de la céntrica plaza. «The Invisible Enemy Should Not Exist» (El enemigo invisible no debería existir) es obra del artista estadounidense Michael Rakowitz.

El Lammasu original de casi 3 mil años de antigüedad fue destrozado en 2015, al igual que numerosos otros elementos de patrimonio cultural iraquí, por la milicia terrorista Estado Islámico (EI). La réplica fabricada con acero y latas estará en la plaza hasta 2020.

Para Rakowitz, que tiene raíces judío-iraquíes, el proyecto es un grito contra la guerra y un símbolo de esperanza. Su escultura recordará en Trafalgar Square a la crisis mundial de refugiados, explicó.

Al mismo tiempo, los dátiles son símbolo de esperanza en algunas partes de Irak. Se les pone en la boca a los bebés recién nacidos para endulzarles la vida, contó el artista de 44 años en la ceremonia de presentación de la estatua.

En Irak la guerra ha acabado con la industria de los dátiles, que era tan importante para el país como son los puros en Cuba, pero también con el patrimonio cultural, el medio ambiente y, sobre todo, con la vida de las personas, destacó Rakowitz.

El cuarto zócalo de la plaza, que antiguamente estaba vacío, se utiliza desde 1999 para presentar obras de arte contemporáneo internacional, que van rotando cada dos años y se eligen por concurso.

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