Por Uli Hesse
Londres
Agencia (dpa)

La seductora mirada de Michael Caine le catapultó como galán hace más de 50 años, cuando consiguió su primera nominación al Óscar con «Alfie».

Ahora, en su última película, el documental nostálgico «My Generation», dirigido por David Batty, revisa los «Swinging Sixties» en Londres, cuando los jóvenes de clase trabajadora como Caine se convirtieron en una energía nueva y creativa, mientras The Beatles, Twiggy y David Hockney sacudían la sombría posguerra.

La estrella de fama mundial celebra su cumpleaños 85 de mañana, con una transmisión nacional de su película en vivo, para luego responder a las preguntas de la audiencia.

Nacido en el sur de Londres en 1933 como Maurice Micklewhite, es hijo de una empleada de limpieza y de un trabajador del mercado de pescado. No ha perdido el dialecto «cockney» (el de la clase obrera londinense) de su infancia, cuando el director de su colegio, vio su potencial y lo incentivó. En el teatro de la escuela olfateó el aire del escenario por primera vez.

En una entrevista, le dijo al diario británico «The Guardian»: «Decidí convertirme en actor porque pensé que sería mucho mejor que trabajar en una fábrica». Su nombre lo cambió al de «Caine» después de ver la película bélica «The Caine Mutiny», de Edward Dmytryk, con su actor favorito Humphrey Bogart.

Al principio trabajó en teatros regionales de repertorio, donde se enamoró a los 22 de una de las actrices más importantes, con quien se casó y tuvo a su hija Dominique. Pero Micklewhite, ya rebautizado como Caine, quería más de la vida y regresó a Londres.

Una casualidad le llevó a interpretar a un oficial en «Zulu», de Cy Endfield. En esta película debía interpretar a un suboficial de clase obrera; pero luego, el director estadounidense lo llamó y le dijo: «Pareces más un oficial que un cabo. ¿Puedes hablar como alguien de las clases altas?». Le contesté que había estado en el teatro de repertorio durante nueve años y que podía imitar cada maldito acento», recordó recientemente Caine en el Festival de Venecia, donde estrenó el documental. En su opinión, un director británico nunca le habría dado esta oportunidad.

Luego, Caine filmó una película tras otra. En 1965, como un espía en «The Ipcress Files», de Sidney J. Furie, capturó al público inglés antes de afirmarse a nivel internacional con «Alfie». Seis veces fue nominado para un Óscar. Consiguió la estatuilla en dos oportunidades como mejor actor de reparto: en «Hannah and her Sisters», de Woody ALlen, y «The Cider House Roules», de Lasse Hallström.

Tras su divorcio, en 1971 se enamoró de una modelo de una publicidad de café: Shakira Baksh. Han estado casados durante 45 años y en declaraciones al diario «The Times», Caine dijo que debido a que trabaja con mujeres hermosas todos los días, debía que casarse con la más bella para evitar cualquier tentación. El matrimonio tiene una hija: Natasha.

Entre las 150 películas en las que participó hay muchas obras maestras, pero también grandes fracasos, como «Jaws: The Revenge», de Joseph Sargent. Desde finales de los 90, encontró un público nuevo y más joven con papeles como el del mayordomo Alfred de la trilogía de Batman, de Christopher Nolan.

 

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