Por RONALD BLUM
NUEVA YORK
Agencia (AP)

Riccardo Muti piensa cómo sería su reunión en el más allá con Giuseppe Verdi después de pasar décadas luchando por interpretar las obras del más grande compositor italiano exactamente como fueron escritas.

“Le preguntaría a Verdi si lo hice bien”, dijo el director de 76 años. “Y si dice que me equivoqué, entonces moriría por segunda vez”.

En una carrera en la que ha sido director de la Orquesta de Filadelfia (1980-92), La Scala de Milán (1986-2005) y la Orquesta Sinfónica de Chicago (desde 2010), así como director principal del Maggio Musicale Fiorentino de Italia (1968-80) y la Orquesta Filarmónica de Londres (1972-82), Muti se estableció como un perfeccionista y purista. Insiste en que las piezas se toquen «come scritto» (como está escrito), sin notas agudas interpoladas para deslumbrar al público.

“He luchado toda mi vida contra los malos hábitos de la interpretación de Verdi, interpolaciones, transposiciones, cortes, notas agudas que él no escribió”, dijo el fin de semana pasado. “He estado y todavía estoy en una guerra contra todos esos hábitos”.

Se negó a permitir que los tenores Alfredo Kraus y Salvatore Licitra cantaran en un do agudo para terminar “Di quella pira» en «Il Trovatore», lo cual calificó como una “nota que pertenece a un circo y no a la ópera”.

Muti hizo una excepción con el regreso a La Scala de “La Traviata” en 1990. El público había abucheado al director Herbert von Karajan y a la soprano Mirella Freni cuando la obra maestra de Verdi fue presentada en 1964, su primera desde la de Maria Callas en 1956. Muti había contratado a un joven elenco encabezado por la soprano de 31 años Tiziana Fabbricini y el tenor de 26 años Roberto Alagna.

“Durante los ensayos ella cantaba para mí en un mi bemol, el famoso mi bemol al final de la cabaletta, el final del primer acto, y yo estaba muy impresionado porque ella tenía un mi bemol fantástico, redondo y completo, no solo como un mosquito. Le dije que lo guardara para el futuro”, recordó. “Antes de la actuación no sé por qué una voz llegó a mí y me dijo ‘Riccardo, por si las dudas, recuerda que tienes un arma’”.

Había planeado una señal con Fabbricini: si asentía con la cabeza durante «Sempre libera» ella debía interpretar la nota aguda no escrita.

“Pero tienes que estar segura porque si echas a perder la nota entonces prenderán fuego al teatro”, le dijo él a ella.

“Comencé la ópera y la atmósfera era como en el Polo Norte. Helada”, agregó. “Así que dije ‘Riccardo, olvida todo tu amor por Verdi, tu filología, tu enfoque ético, tu enfoque artístico. Verdi te perdonará’. Yo seguía pensando ‘qué vergüenza Riccardo’, pero en la guerra todo se vale. Ella cantó en el mismo mi bemol y el teatro explotó. … Yo pensé, ¿es posible que un triunfo llegue por una nota? Eso es exactamente lo que he estado peleando toda mi vida. Pero esa fue una excepción y sigue siendo una excepción”.

Tras acordar la extensión de su contrato con Chicago hasta la temporada 2021-22, Muti llevará al conjunto a una gira por la costa este de Estados Unidos este mes.

 

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