Por BEN NUCKOLS, Associated Press
WASHINGTON
Agencia/AP

La ovación más extensa y efusiva en la gala de Premios del Centro Kennedy no fue para Al Pacino, Mavis Staples o los Eagles. Fue para el hombre sentado a su izquierda, en su octava y probablemente última presentación de estos galardones: el presidente Barack Obama.

Aunque la política estuvo ausente en los homenajes a los artistas reconocidos por su influencia en la cultura estadounidense anoche, el afecto de la comunidad artística por Obama, y su nerviosismo sobre el presidente electo Donald Trump, se sintió en el Teatro de la Ópera del Centro Kennedy.

El Presidente y la primera dama Michelle Obama fueron presentados de último, después de Al Pacino y los demás agasajados: la cantante góspel Mavis Staples, la pianista argentina Martha Argerich, el cantautor James Taylor, y Don Henley, Timothy B. Schmidt y Joe Walsh, los miembros sobrevivientes de los Eagles, a quienes Juanes rindió homenaje con una interpretación del clásico «Hotel California».

Tras una prolongada ovación, el anfitrión Stephen Colbert saludó a la multitud de personalidades de Washington como «habitantes del pantano en peligro de extinción», en referencia a la promesa de campaña de Trump de «drenar el pantano». Dijo en chiste que Obama debería recibir el honor de asistir de nuevo y que «a diferencia del Premio Nobel de la Paz, estos no se entregan así no más».

Los Premios del Centro Kennedy cumplieron 39 años, un período que ha incluido a seis Presidentes — tres republicanos y tres demócratas — que se han tomado el tiempo para recibir a los galardonados. Pero la elección de 2016 fue digna de atención por el modo en que artistas de primera línea apoyaron a Obama y a la candidata demócrata Hillary Clinton, mientras que Trump tuvo relativamente poco apoyo de las celebridades.

Aunque el Presidente no tiene influencia en cuanto a quién recibe los premios, Colbert bromeó que los agasajados del próximo año incluirán a Scott Baio, Gary Busey y Meat Loaf.

«Por los últimos ocho años, la Casa Blanca nos ha dado a un líder apasionado, inteligente y digno», dijo Colbert mientras que el público se puso de pie para aplaudirlo, lo que llevó a Obama a pararse para saludar.

«Señor, no sé por qué se ha puesto de pie. Me refería a Michelle», dijo Colbert.

Más temprano en la Casa Blanca, Obama recibió a los homenajeados en una recepción y dijo que participar en la gala era «una de las ventajas del trabajo».

«Las artes siempre han sido parte de la vida de la Casa Blanca porque las artes siempre son fundamentales para la vida estadounidense», dijo Obama. «Es por esta razón que en los últimos ocho años Michelle y yo hemos invitado a algunos de los mejores escritores, músicos, actores y bailarines a compartir sus dones con el pueblo americano y ayudar a contar la historia de quiénes somos».

El presidente del Centro Kennedy David Rubenstein también le agradeció a los Obama, y apuntó que el Presidente no está obligado a asistir a la ceremonia o invitar a los premiados a una recepción. Les ofreció un «boleto dorado» para acudir gratuitamente a cualquier evento de la institución, cuando deseen. «El estacionamiento es extra», dijo.

Otra ovación del público fue para Bill Clinton, quien hizo una aparición sorpresa para hablar de cómo la música de Taylor resonó con él y el público estadounidense en momentos en que se puso a prueba la determinación de la nación.

«Nuestra nación se estaba tambaleando por el dolor de Vietnam», dijo Clinton. «James estuvo ahí para satisfacer nuestra sed tanto de intimidad como de autenticidad».

Política aparte, los premios procedieron como de costumbre: con músicos y actores subiendo al escenario para honrar a los galardonados, quienes saludaban y aplaudían desde un balcón del teatro mientras lucían sus coloridas condecoraciones. La ceremonia será televisada el 27 de diciembre por la cadena CBS.

El homenaje a Pacino incluyó unas palabras de Sean Penn y recitaciones de Shakespeare por Laurence Fishburne y Lily Rabe. Chris O’Donnell y Gabrielle Anwar recrearon el tango que Pacino bailó con Anwar en «Scent of a Woman» («Perfume de mujer»), la película de 1992 que le mereció un muy esperado Oscar.

Kevin Spacey dio un virtuoso tutorial sobre cómo imitar al actor, cuya apasionada interpretación ha ayudado a crear algunos de los momentos más memorables del cine. Las claves son lucir sorprendido y exhalar a viva voz, dijo Spacey. «Al parece tener mucho aire».

Garth Brooks, Sheryl Crow y Darius Rucker interpretaron la música de Taylor. Yitzhak Perlman tocó el violín y Yuja Wang el piano en honor a Argerich.

Las canciones de Staples fueron interpretadas por Elle King, Bonnie Raitt y Andra Day, y el actor Don Cheadle habló sobre el legado de derechos civiles de Staples y su familia, que era cercana al reverendo Martin Luther King Jr. y actuó en la ceremonia de investidura del presidente John F. Kennedy.

«Ella sigue luchando, sigue cantando canciones de libertad», dijo Cheadle.

Los Eagles iban a ser honrados originalmente el año pasado, pero la banda optó por retrasar su participación debido al delicado estado de salud de su miembro fundador Glenn Frey, quien murió en enero a los 67 años. En una ocasión agridulce, los sobrevivientes de la agrupación estuvieron acompañados por la viuda de Frey, Cindy Frey. Henley ha dicho que la banda nunca volverá a actuar.

Juanes, acompañado por los guitarristas Steve Vai y Steuart Smith, tocó su emblemático tema, tras lo cual Bob Seger, Vince Gil y Kings of Leon subieron al escenario para acompañarlo en el número final de la velada, «Life In The Fast Lane». Esta fue la segunda participación en los Premios del Centro Kennedy del rockero colombiano, quien en 2013 tocó en homenaje a Carlos Santana.

«Quiero dedicarle esta noche a nuestro hermano Glenn», dijo Henley mientras aceptaba el premio del grupo el sábado por la noche en el Departamento de Estado. «Él fue una parte tan importante de nuestro éxito. Él fue la fuerza impulsora de esta banda. Él creía en el sueño americano».

El manager de la banda, Irving Azoff, lloró al levantar su copa por Frey.

«Por nuestra familia de Eagles», dijo, «el 2016 no pudo haber tenido un comienzo más difícil ni un final más apropiado».

“Las artes siempre han sido parte de la vida de la Casa Blanca porque las artes siempre son fundamentales para la vida estadounidense”.
Barack Obama.

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