Por redacción Cultura

A partir del 5 de octubre y como parte de un trabajo conjunto entre ArteCentro Graciela Andrade de Paiz y MANIFESTO-espacio, el artista mexicano Eder Castillo en su visita a la ciudad de Guatemala compartirá un conversatorio y tres talleres, en los que explicará sus procesos creativos y de producción, así como las estrategias aplicadas en cada uno de sus proyectos, apuntando la reflexión a esas líneas imaginarias que materializan el espacio social desde el arte.

El conversatorio titulado “Espacios de encuentro: Entre la línea imaginaria y el arte” se llevará a cabo en la Galería de ArteCentro Graciela Andrade de Paiz, 9a. calle 8-54 zona 1, mañana a partir de las 18:30 horas, entrada libre y para todo público.

Los talleres “Activación y Participación: El espacio público desde el arte”, se realizarán el miércoles 12, jueves 13 y viernes 14 de octubre, también en ArteCentro, a partir de las 16:00 horas, en el espacio de Galería. El costo de donación para participar los tres días del taller es de Q25.

Cabe destacar que la producción de Castillo se enfoca en crear “espacios excepcionales”, una suerte de nuevos espacios dentro de lugares ya construidos como la ciudad o las instituciones.

Por medio de estrategias artísticas diversas como el performance, la intervención, la instalación y la escultura, hasta dinámicas colectivas y acciones participativas, el artista ha trabajado las preguntas: ¿Cómo activamos y actuamos en el espacio público? Y ¿cómo desde el arte podemos apropiarnos de él?

Así surgen proyectos como el GuggenSITO, La Carnicería y La Casa del Maíz, que se conciben como nuevos sitios de habitación o tránsito que permiten el encuentro y la interacción entre públicos no tradicionales y el arte, combinando la arquitectura, las nuevas tecnologías y la investigación de dinámicas sociales al hablar de la migración, el trabajo y el espacio mismo.


Ciudades Invisibles

Dibujos realizados con carbón sobre bloques de adoquín y banqueta utilizados por personas en situación de calle para reservar y rentar el espacio como estacionamiento. La obra hace un comentario doble a prácticas ciudadanas de apropiación del territorio y los espacios urbanos para la supervivencia por medio de estrategias de economía informal y de reconquista del territorio; ya sea por medio de dispositivos efímeros precarios (Cubetas, ladrillos, piedras, madera, etc…) o del uso del propio cuerpo.

Artículo anteriorJorge Vega parte a Hungría para participar en Copa del Mundo
Artículo siguiente“El hechizo de la Tatuana”