POR SALAZAR OCHOA

¿Viste Ciudad de dios alguna vez? Esa película es honda y tendría que ser parte del CNB. En medio de toda la violencia intensa de la favela más grande de Río de Janeiro, el protagonista, un fotógrafo en ciernes va relatando la historia de su vida… bueno quizá este no sea el mejor ejemplo pensándolo bien… Adonde los quiero llevar en realidad es al despabile, sacudir la modorra y salir de la rutina para ir ver la exposición más reciente de Fotokids en el Centro Cultural de España en Guatemala, una recopilación de sus actividades durante 25 años. Pero vamos por pasos.

Me viene a la memoria uno de los titulares del periódico más amarillo y leído en el país: “Patojo sicario”. Hasta ganas te dan de comprarlo, ¿o nel? Obviamente la edición de ese día no tendría tanto pegue si el titular fuese “Patoja fotógrafa”; no hay que hacer ninguna prueba para saberlo.

Fotokids es un proyecto que se llamó originalmente Saliendo del Basurero, porque a finales del siglo pasado (1991 para ser más certero) su trabajo se concentró en el basurero de la zona 3 de la ciudad de Guatemala. Por aquellos días se le entregó a cada niño y niña participante una cámara para que documentara su cotidianeidad. Los resultados saltan a la vistan y no pueden catalogarse como menos que sobresalientes.

El motor que impulsó esa acción mágica fue el contacto de una periodista estadounidense con uno de los parajes más miserables y marginados de la ciudad. Nancy McGirr notó la curiosidad que despertaba en los pequeños su equipo fotográfico y decidió experimentar. Esa prueba generó un cambio en cientos de niños, sus familias y sus comunidades. Hoy ese gesto lo celebramos todos.

La fotografía se ha convertido en una arma, una herramienta para transformar realidades y romper circuitos de violencia que en este país parecen querer convertirse en una especie de condena para los niños de la periferia.

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