Por María Luz Climent Mascarell
Venecia/DPA

Un drama sin garra, una disquisición insuflada de intelectualidad sobre las percepciones de las mujeres y una profesora intentando comunicar con extraterrestres protagonizaron la primera jornada competitiva del Festival de Venecia, en la que los pocos aplausos fueron casi todos para Amy Adams, la protagonista de «Arrival».

El certamen italiano arranca como una ruleta rusa. Tras la estupenda inauguración de ayer con el musical «La La Land», hoy caía en picado con el indolente drama «The Light Between Oceans», del estadounidense Derek Cianfrance, y la desabrida «Les Beaux d’Aranjuez», del alemán Wim Wenders, aunque consiguió remontar con la propuesta de ciencia ficción que el canadiense Denis Villeuve estrenó en Venecia: «Arrival».

Rara vez deja un director de asistir al estreno de su película y esa situación se vivió hoy en Venecia, donde Adams y su coprotagonista Jeremy Renner fueron los que se enfrentaron a la prensa. Fueron recibidos con un reconfortante aplauso.

Amy Adams encarna en «Arrival» a una catedrática de lingüística que, tras la llegada de unas naves alienígenas a la Tierra, es contratada por el Ejército para intentar establecer comunicación con los extraterrestes, en un contexto de plena tensión mundial y con los gobiernos de otras potencias dispuestos a lanzar un ataque a nivel global.

«Arrival» no es una película de ciencia ficción al uso y quien vaya buscando un despliegue de efectos especiales saldrá más que decepcionado, sin embargo el director canadiense construye una hermosa metáfora sobre la relevancia de la comunicación que sí ha seducido a la crítica.

A Adams («The Master») le conmovió el guión por el viaje emocional que emprende la protagonista, explicó en rueda de prensa la actriz, a quien le fascinó cómo la investigadora intenta buscar algo de humanidad en esos seres extraterrestes en forma de enormes pulpos que se comunican expulsando tinta.

Villeneuve, el artífice de «Incendies» o «Sicario» que actualmente está inmerso en la preproducción de la secuela de «Blade Runner», crea momentos de gran lirismo y otorga a la ciencia ficción una dimensión emocional estableciendo una hermosa analogía con el mundo actual y la necesidad de entenderse.

Adams, que mañana vuelve a ser una de las protagonistas en Venecia con «Nocturnal Animals» (de Tom Ford), contó que comenzó como bailarina y por ello siempre ha sabido la importancia de tener que transmitir a través del cuerpo, sin emplear palabras.
«Nunca pensé que estaba haciendo ciencia ficción, sino intentando establecer una comunicación con algo que no se ve», señaló la actriz, quien antes de aceptar un papel pregunta al director por qué ha pensado en ella y de su respuesta depende la colaboración.

Si el director la escoge porque cree que va a gustar al público, rechaza la película. Sin embargo Villeneuve la convenció cuando le dijo que podía ver lo que pensaba cuando actuaba.

La disgresión filosófica que los protagonistas mantienen ha cosechado tímidos aplausos y, como se pudo ver en la sala, más de un crítico se escudó en las grandes gafas de 3D para cerrar los ojos un rato.

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