Por Jenner Santos
Barrancópolis

El tiempo es esa noción abstracta de cómo llegamos a suceder ante las experiencias que nos van construyendo la identidad individual y colectiva; una a una, las tristezas, las inseguridades, las injusticias irónicas y sus contradicciones nos van llenando de una rabia inmutable dispuesta a explotar en forma de reclamo, el cual, a manera de disculpa se va convirtiendo en ese grito desesperado de cambio.

The Killer Tomato! da un salto de calidad gigantesco en su EP La gran mudanza. Siendo la crítica, la denuncia, la nostalgia y los momentos de felicidad que fervientemente se atreven a defender, esos motores de búsqueda en la genialidad musical, para dar como resultado un exquisito material lleno de energía y movimiento que sobrepasan las expectativas que sentaron sus discos anteriores.

Falsa Alarma es la primera rola del extended play. Con una batería a dos tiempos, suave y precisa, repetitiva pero que no se convierte en un círculo ecléctico y aburrido. Guitarras que pacientemente esperan su turno de arrancarse las vestiduras en la distorsión y así retar a los vientos que estallan con una cabalidad insólita. Acompañados por la lírica rápida e incluyendo un solo de saxo muy jazzístico, la canción es un equilibrio potente que lo único que provoca es seguir escuchando.

En Guatemala, la guerra que irónicamente, (casi como una carcajada sarcástica) es un tema que bordea el tabú. A pesar de la cultura de terror que atraviesa a nuestra generación, existen espacios de reflexión en el que se dilucida que el perdón y el olvido es decisión propia que hoy por hoy, no es permitida.

Revólver es un tema recalcitrante que ahonda en la crítica de los espectros que siguen caminando entre nosotros; el miedo como una herida latente, que nos recuerda la crudeza de estar amarrados a una construcción histórica de fatalidad, y que por esa razón, el olvido no es permitido. Con un estallido hardcore, unos vientos que destilan ska-punk, y las variaciones necesarias en las guitarras y sus riffs, la rola tiene todo lo necesario para alcanzar la armonía y la agudeza musical.

Inmediatamente después tenemos Casa Paraíso. Una balada ska-reggae que pone en pausa las revoluciones de las dos rolas anteriores y nos regala una joya con sabor latino bailable, y ¿por qué no? Dedicable. Con un título nostálgico de una caricatura noventera, nos encontramos con un interlocutor que recibe la apología de un ser distante, dispuesto a dejar el confort de la monotonía para soltar amarras, salir a navegar al mundo y tratar de encontrar ese lugar lleno de una felicidad efímera y cautivadora.

En colaboración con Jesse Báez que se presenta con un rap exquisitamente caribeño, la canción invita a fijarse en esas historias hechas cicatrices, que son una memoria reptante de la culpa y el miedo que nos atañen a una zona gris en lo que nada sucede, pero que a pesar del dolor y la tristeza, muchas veces es necesario un golpe para caer, levantarse, y no dejar de buscar ese lugar favorito que nos embriaga de tranquilidad. -… Aún quedan mil historias por contar… –

Casi en esa misma línea musical tropezamos con La Fuga, un ska/punk/reggae, que con la colaboración de Kontra y sus rimas venenosas, resulta un hibrido espectacular, lleno de esa adrenalina que escuchamos al principio, pero con la variación relajante de unos vientos sublimes.
Por último, tenemos el nuevo himno tomatero; Amigos de Medio Tiempo. Una detonación rápida de energía y furor que funciona como la justificación de todos esos momentos amargos que se comparten entre amigos, y que sin embargo, no podríamos pedir que hayan sido de otra manera. Incluyendo una brevedad acústica y un coro a capela, la rola es perfecta para terminar el show excepcional que nos trajo este EP.

Tal vez la falta más notable de este material fue el no ser más extenso. En un poco menos de 15 minutos encontramos 5 canciones que, pese a que no cambian en facetas rítmicas, podemos decir que ninguna rola es igual a la anterior, y solo nos deja con la necesidad de repetirlo una y otra y otra vez.


Jenner Santos (Guatemala, 1990) Me gustan más los paches que los tamales y vivo atormentado porque Selena murió el día de mi cumpleaños. Honesto y vil antes que cae bien. No sé qué decir cuando me preguntan si soy antropólogo o escritor.

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