Voltear al espejo sin reconocer mi rostro el tuyo el nuestro
mirando sin ver la capa que esconde dentro, tatuada la piel
multitudes de familias tantas, no alcanzo pronunciar sus nombres
y entre sus voces y ruidos el llanto, la risa, paz, sin tanto silencio
cosas pequeñas y grandes que al final son iguales
más que otras cosas, bonitas y no tanto
la angustia de un pasado presente que no sustenta un por venir
todas las cosas se resuelven con aire de misterio divino
las cosas que dije las que no pronuncio
las que temo y sin miedo acaricio de frente
todas las cosas son blancas, negras y de colores
la anatomía de un pensamiento distante que a la luz recobra tu
nombre y golpea la puerta tu aroma, tu voz
junto a las cosas que no olvido ni quiero
las que quiero y no puedo
las que rondan mi razón sin aparente razón
que van y vienen, permanecen y ausentes
las que despiertan la conciencia que sin nombre pronuncio
llamo y no olvido que saben a recuerdo provienen de todas partes
e incesantemente embriagan la calma
torrente que sacude el presente para no vivir en el olvido
todas las cosas llenas, hartas de pasión
que conforman y desborda la vida
lo que habita la razón.

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