Por René Franco

Corría agosto de 2009, mientras hacía mi proceso de admisión para entrar a la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala; entre algunas lecturas sobre Guatemala -obligatorias para entender el contexto, y aprobar el examen específico- me topé con la tal “Huelga de Dolores”, no le di importancia, no pensé que este evento hubiese tenido tanta trascendencia en algunos períodos de la historia Guatemalteca y de la USAC en particular, cuando pregunté en Bienestar Estudiantil, sobre la tal ‘huelga’, recibí un simple “es una celebración que se hace todos los años, ahí te vas dar cuenta” y claro, a nadie durante el proceso de admisión a la U, le explican ¿Qué es la Huelga? Si uno no nació en Guatemala, se jodió más.

Participar en la huelga
Finalmente, nadie me explicó qué era y en qué consistía la tal Huelga, así que tuve que averiguar por mi cuenta -como cualquier estudiante de primer ingreso- y leer “Huelga de dolores para no huelgueros, es decir usted” de Ronaldo de la Roca. Me sentí atrapado en la lectura, la Huelga ha sido -por décadas- el espacio de expresión y denuncia, de los sectores oprimidos en Guatemala.

Me encontré con un panorama agridulce, me encantó la idea del crisol de formas para involucrarse en la Huelga, en algún momento me involucré en poesía y en otras labores logísticas de la Declaratoria de Huelga Alternativa de la ECP, sin dejar de mencionar el desfile del Comité de Emergencia de La Terminal, ante la imposibilidad de marchar en la zona uno, debido al manejo gansteril, que un grupo de criminales hace de la Huelga y cuyo núcleo se aglutina en la denominada “Asociación de Estudiantes Universitarios”, una organización de corte delictivo que no tiene absolutamente nada que ver con la histórica y comprometida AEU, que por décadas además del referente del movimiento estudiantil de la USAC, se convirtió en una de las voces más importantes del pueblo en los temas de realidad nacional.

¿Qué ha pasado con la Huelga?
¡Me encanta la Huelga! Soy huelguero, porque creo que este espacio es tremendamente valioso para el estudiantado y un canal de comunicación y expresión para el pueblo de Guatemala.

La Huelga -infortunadamente- casi 2 décadas de ser manejada por la AEU, grupo delincuencial dedicado a secuestrar parqueos, unidades académicas y extorsionar negocios en el campus universitario. Hace un par de años, lloraba en el hombro del -entonces- amor de mi vida. Un grupo de “zopes” (miembros de la AEU y del des-honorable), había atacado el S1, edificio donde funcionan las Escuelas de Historia y Trabajo Social, prácticas por las que “el honorable” ha sido criticado, deslegitimado, y desconocido por distintas unidades académicas en la USAC.

Somos lo que criticamos
La AEU ha sido criticada hasta el cansancio, parte del ‘divorcio’ sufrido con muchas unidades académicas y centros regionales, donde funciona la USAC ha desencadenado la conformación de ‘comités autónomos, independientes’ desde donde incluso en estos espacios “progre”, se siguen reproduciendo “críticas”, cargadas de sexismo, homofobia, LGTBIfobia, patriarcado y heteronormatividad. Según leí, la Huelga representa al “pueblo de Guatemala”, o debería representarlo, habrá que recordar que ese pueblo, al que desde la Huelga se dice representar, está conformado por población diversa sexual, pueblos indígenas, maya, xinca y garífuna, por las trabajadoras del sexo y otros sectores menospreciados y oprimidos.

Quiero ir a la Huelga, quiero leer boletines con aseveraciones incendiarias sobre la realidad en la que vivimos, quiero escuchar a los reyes feos lanzar chistes sobre las políticas de gobierno alejadas de responder a las necesidades de la población, quiero disfrutármela completa, sin tener que leer/escuchar consignas como “políticos huecos”, “Que nos gobiernen las putas, porque sus hijos no pueden”, frases cosificadoras de la mujer, que se use la sexualidad, o el ejercicio del trabajo sexual, como forma de descalificar a la clase política y a los grupos oligárquicos, que por décadas han tenido a Guatemala por su hacienda, y la han manejado cual señores feudales.

El pueblo de Guatemala, necesita la Huelga de Dolores, lo que imperativamente debe pasar primero por recuperar a la AEU, para que la misma recobre el papel histórico de ser vocera de las demandas de la población, ojalá que en estos cuatro años de gobierno de Black Pitaya, tengamos una huelga de dolores proporcionalmente crítica y satírica, al circo que tenemos por gobierno y al bufón que tenemos por Presidente.

¡Aquí está tu son, Chabela!

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