Por BERENICE BAUTISTA

MORELIA, México
Agencia/AP

Johnny y Miguel son amantes, viven subidos en sus patinetas y son parte de una red que vende sangre en el mercado negro en la película «Te prometo anarquía».

Eduardo Martínez y Diego Calva, los actores que dan vida a estos personajes, respectivamente, son heterosexuales. El director, Julio Hernández Cordón, tampoco es gay, pero la historia ambientada en la Ciudad de México es convincente. A decir del cineasta se trata de un homenaje a una ciudad «que es sumamente tolerante con la diversidad».

«Representa la Ciudad de México como lugar de diversidad sexual o como oasis», dijo Hernández Cordón en una entrevista con The Associated Press tras la presentación de la cinta en la 13 edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.

La relación que mantienen Johnny y Miguel es semiabierta, no todos sus amigos saben de ella, pero sí sus madres. Johnny tiene una novia, pero la novia conoce la existencia de Miguel.

«No importa si (los personajes) son gay o no sino este amor profundo que se tienen uno al otro, que de repente uno da el 100% y el otro da el 60% y a pesar de que te quiere te lastima», dijo el director.

Otra cinta de temática gay, «La vie d’Adèle», ganadora de la Palma de Oro en Cannes, fue filmada con actrices heterosexuales por un director heterosexual, pero en su caso las actrices Léa Seydoux y Adèle Exarchopoulos teminaron de pleito por las exigencias del director tunecino Abdellatif Kechiche. En «Te prometo anarquía» los actores no sufrieron las escenas sexuales.

«Fue de compas (compadres), nunca hubo un rollo de que terminara la escena y no lo pudiera ver a los ojos, terminaba la escena, nos abrazábamos y decíamos papas (listo) la otra», dijo Calva.

«Lo interesante es que ambos querían contar la historia», dijo Hernández Cordón. «Sabían que entre más real se sintiera era el aporte que ellos le estaban dando a la película».

En medio de su vida sobre patineta Miguel y Johnny venden su sangre y la de otros para el mercado negro. Sus ambiciones crecen cuando de pedirles unos cuantos donadores pasan a tener que entregar la sangre de 50 personas. Todo marcha conforme al plan, consiguen a gente que quiere vender su sangre por 1.000 pesos (60 dólares), pero comienzan a perder el control de la situación cuando los donantes son llevados por unos narcotraficantes.

La película está dedicada al fallecido periodista de The Associated Press Juan Carlos Llorca, que fue corresponsal en El Paso, Texas y murió en noviembre de 2014, justo cuando estaban el rodaje.

«Estudiamos juntos en la universidad. Lo conocí desde 1996, un amigo muy cercano, alguien que admiro mucho», dijo el director, quien también dedica su filme a Victor Hugo Monterroso «El chiquilín», protagonista de su segundo largometraje «Las marimbas del infierno» asesinado en Guatemala por las mismas fechas.

«Para mí fue importante dedicárselas porque es una película sobre amistad», dijo Hernández Cordón, quien obtuvo el premio al mejor largometraje en Morelia por la película con Monterroso. «Porque ellos (los personajes) además de ser amantes son amigos de toda la vida».

El guion estaba terminado y estaban a un mes de comenzar a grabar cuando ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotiznapa.

«No es que sucediera eso y lo metiera en la película. La película está inspirada en los levantones del norte, de Tamaulipas», dijo el director de padre mexicano y madre guatemalteca.

Hernández Cordón nació en Estados Unidos, cuando su padre estudiaba un doctorado en ese país, pero sólo vivió sus primeros tres años ahí. Una parte de «Te prometo anarquía» está filmada en Texas.

Su música incluye piezas de artistas como Los Iracundos, el Tri, Baxter Dury y Los Estrambóticos, que el director escuchaba al escribir el guion. También tiene una declamación de Ashauri López, un poeta y tuitero que publica sus obras en la red.

«Es un homenaje a la gente que hace cosas sin perder el impulso, no tienen excusas para no producir», dijo el director. «El poema está muy ad hoc con lo que pasa en la película».

Pero sobre todo destaca por sus tomas en movimiento, como cuando Johnny va patinando por una carretera y se crea el efecto de haber sido hecha con una grúa o un dron.

«Mis pelis anteriores son de muy bajo presupuesto entonces he tratado de ingeniármelas para ciertas cosas», dijo Hernández Cordón. «Esa toma es con una pick up en el filo de un puente, entonces el puente se va elevando y el carro va subiendo y bajando».

Para el resto de las tomas en movimiento usaron un humilde carrito de golf.

La película se estrenó en el Festival de Locarno en Suiza ante más de mil personas. Tras esto se presentará en los festivales de La Habana y de Mar del Plata, entre otros.

«Los reconocían en la calle», dijo Hernández Cordón sobre la reacción de la gente en Locarno. «Nunca había sentido tanto cariño hacia el trabajo, creo que fue una recompensa muy fuerte al trabajo realizado por ellos».

 

 

 

 

 

Artículo anteriorJavier Mascherano se declara culpable de un delito fiscal
Artículo siguienteMuadi fue enviado a prisión provisional al Mariscal Zavala