Por Salazar Ochoa

«Cuentan las malas lenguas que un patojito fue encontrado por sus padres adoptivos en el basurero de la zona 3, como no tenía nariz lo llevaron con «Don Mauro», el carnicero de la esquina para que le pusiera un pedacito de salchicha y nadie se diera cuenta. Creció entre Jocoles, guitarras, parrandas y canciones de Pedro Infante, Los Ángeles Negros, Atahualpa Yupanky, Pedrito Fernández y muchos más. Desde pequeño soñaba con algún día ser un cantante famoso, pero como con los años crecen los miedos y complejos, guardó sus sueños en un rincón debajo de la cama e intentó jugar a ser normal por muchos años.

_Cul22_1BEran tiempos de trabajo en oficina y universidad por las noches. Un día oyendo una canción de Facundo Cabral le picó el mosquito de la libertad, cansado de saco y corbata, decidió dejar de cortarse la barba y el pelo y salir a las calles a gritar «Yo soy Junio Jocol» el cantante de cartón.»

Junio interrumpe una mini gira latinoamericana que estaba llevando a cabo e irrumpe en la escena musical de ciudad de Guatemala para llevarnos de viaje a través de un recorrido cronológico de canciones, momentos y sus ganas de hacer música, acompañado de las personas con las que ha compartido aventuras, pleitos y guitarras. La cita es mañana a partir de las 19:00 horas en el antiguo cine Lux.

Nos reunimos en medio de una lluvia torrentosa en uno de los comedores del mercado central para conversar y saciar las inquietudes que surgen alrededor de este magno y noble evento musical.

Hay gente que ya te conoce, te ha escuchado en la calle o en otros espacios. Sin embargo el auditorio del Lux representa otra cosa ¿Qué vas a mostrar allí?

El espacio me gusta mucho y la verdad es que paré el viaje por venir a este toque porque justamente estaba pasando por esa crisis de no conseguir espacios en otro lado y me había negado a este toque porque estaba viajando pero de allí Alejandro Arriaza me insistió que viniera y pensé bueno me estoy quejando de que aquí no consigo buenos toques y allá me están ofreciendo uno chilero entonces también estoy peleando contra lo que supuestamente ando buscando y me vine.

El lugar se presta para hacer un verdadero concierto, es lo que uno anda buscando todo el tiempo: gente sentada que viene dispuesta a escucharte. La calle es bonita por la gente y todo pero no todos tienen el tiempo para quedarse y escucharte media hora o más. Aparte las condiciones de la calle no son óptimas porque estás peleando con la bulla y distractores que hay alrededor.

Pretendo manejar la sencillez con la que siempre me presento pero en está ocasión aprovechar que hay unos músicos disponibles para acompañarme y hacer un recorrido de 15 años a través de mi música. Desde las primeras canciones que me marcaron con una banda en donde toqué hasta la evolución como solista que tengo ahora.

He visto tus presentaciones en vivo pero nunca acompañado de una banda, ¿qué tenés preparado?

Voy a tener músicos invitados. Hace muchos años estuve en una banda (El Quijote) y vamos a tocar unas canciones con aquellos y en otras canciones van a ir acompañándome distintos músicos. Por ejemplo Blues Joel, que aquel ha tocado conmigo en la sexta varias veces, va tocar Tony Delgado y también un amigo, Carlos Vásquez. Ahora se están sumando un par de personas que todavía están por confirmar entonces ahí estamos armando la cosa.

¿Qué te dejo esa reciente gira latinoamericana?

Obviamente todo lo que hacemos va dejando una pequeña huellita. Algo que me pasó en este viaje fue que aprendí a relajarme un poco más. Cuando salí llevaba muchos objetivos y expectativas por cumplir y al principio no se me dieron muchas cosas, en algunos países me costó mucho y eso me hizo sentir en algún momento frustrado al ver que no me estaban saliendo las cosas y a la vez me hizo caer en cuenta de que no estaba disfrutando el viaje, que de por sí ya era ganancia.

Me di cuenta de que tenía que relajarme y dejar que las cosas pasaran tal y cual ellas vienen, aprendí a soltar eso y decir si salen toques buena onda y si no salen también. A partir de allí las cosas empezaron a ser distintas, comencé a conocer personas, salieron otros toques y más que contactos musicales, conocer amigos.

Estuviste casi seis meses fuera del país, justo en un momento de gran efervescencia política ¿cómo viste desde afuera la situación política?

Eso me dolía cuando estaba allá. Decía que emocionante y yo aquí, más de alguna razón debe haber para que me lo esté perdiendo. Por suerte pude estar en las últimas manifestaciones que se hicieron. Creo que si esa chispa se mantiene encendida, tal vez peco de optimista pero pueden hacerse muchas cosas. Creo que eso también envalentonó de alguna manera a las poblaciones de otros países.

Haciendo un análisis de la escena artística de Costa Rica, Panamá y Colombia con respecto a Guatemala… ¿Qué diferencias y similitudes observás?

A nivel general en el arte Costa Rica tiene un nivel técnico muy alto, superior al de Guatemala pero siento que en Costa Rica hace falta propuesta. Siento que no tienen nada de qué hablar, son buenos músicos, actores y todo pero no hay algo que decir o que te impacte fuerte, es muy difícil encontrarlo. En cambio en Guatemala aunque nos hace falta lo técnico últimamente la gente está empezando a profesionalizarse en cada área. Sin embargo aquí si hay mucho qué decir y encontrás mucha gente diciendo ondas fuertes y con propuestas aunque no pulidas pero si muy interesantes.

Hay diferencias sin embargo a veces me cuesta mucho notarlas o aceptarlas. La gente en esos países es muy distinta. Las diferencias se perciben a través de la edad de las sociedades mientras que Guatemala es un niño todavía, de corazón noble que se sorprende con cualquier cosa y no le da pena, Costa Rica ya es un adolescente más maduro y que ha perdido cierta inocencia.

¿Tenés alguna reflexión final?

Es importante recordarle a la gente que es necesario escuchar nuevas cosas. Estamos sobresaturados del «salir a divertirte», me lastima mucho que la gente considere la música y a las artes en general únicamente como entretenimiento. Creen que el arte tiene que ser entretenido. El arte se desvirtúa y no está clara la diferencia entre el arte y la farándula, el entretenimiento. Y aunque está bien que de vez en cuando busqués distraerte y pasar un momento en blanco, reírte y solo disfrutar también necesitás lo otro.

Se necesita una propuesta que te ponga a pensar que aunque te estemos diciendo cosas con las que no estés de acuerdo, te sirvan para formar un criterio, una postura y decir no, yo no creo eso. Porque si seguimos con ese rollo de que todo lo que queremos son pastillas instantáneas de placer los resultados son los que tenemos actualmente. Hay cantautores, hay propuestas alternativas y está este espacio, hay que construir un público y aprovechar estas oportunidades. Ojalá y venga un nuevo ciclo de aves raras y que pueda seguir creciendo.


El concierto

Miércoles 23 de septiembre / 19:00 hrs.
6ª. Avenida 11-02 zona 1 Edificio Lux. 2 vivel
Donación Q25.00, entrega de boletos una hora antes de la presentación

Artículo anteriorHablen, candidatos
Artículo siguienteVan Gogh en subasta se vendería en 70 millones de dólares