Por Redacción Cultura

El trabajo fotográfico del guatemalteco Eny Roland Hernández se presenta en el Copenhagen Pride, uno de los eventos públicos más grandes en Dinamarca, el cual promueve y hace visible a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales) a través de diversos eventos culturales en el transcurso del año, culminando en la Pride Week en Copenhague, en la Plaza del Ayuntamiento.

_Cul5_1bEl material de Hernández fue seleccionado para participar en la edición 2015 del Copenhagen Pride. Es a través de unos murales fotográficos a gran escala que el fotógrafo guatemalteco se hace presente con su proyecto denominado «El Poder de la Palabra» (Ordets Magt, en danés).

“El Poder de la Palabra” consiste en una serie de retratos de personas de la comunidad LGBT, tanto danesas como guatemaltecas. Estas fotografías, presentadas en forma de mosaicos a gran escala, estarán ubicadas en varios puntos a lo largo de la ciudad de Copenhagen, con apoyo de Metroselskabet Byens Hegn como parte de las celebraciones del evento Copenhagen Pride 2015.

El proyecto tiene dos fases complementarias que se presentan separadas a modo de utilizar el efecto sorpresa para reforzar el mensaje que Hernández pretende transmitir.

En la primera fase, los retratos mencionados son colocados a lo largo de la ciudad. En ellos se muestra a personas de ambos países mirando directamente hacia la cámara (y, por tanto, hacia el espectador), con un semblante digno, fuerte, muy seguros de sí mismos, de quién son y de sus ideas. Como una sociedad más abierta en varios aspectos, es más común que en Dinamarca las personas LGBT sean vistas de esa forma; aunque Guatemala se encuentra en pleno proceso de apertura, aún es común que, dada su cultura tradicionalmente influenciada por la religión católica, la percepción de la comunidad LGBT no sea del todo tan positiva. Sin embargo, el orgullo es siempre orgullo en el lugar donde se encuentre.

Durante la segunda fase del proyecto, los retratos serán intervenidos, a modo de graffiti callejero, con insultos homofóbicos y transfóbicos; los guatemaltecos con palabras ofensivas en danés y los daneses con palabras ofensivas en español.

El propósito del proyecto, entonces, se revela como evidencia de que aun habiendo una enorme distancia entre ambos países, idiomas y culturas, las palabras siguen pudiendo ser usadas para lastimar, menoscabar y maltratar la integridad de las personas por su sola orientación sexual. Es urgente que dichas actitudes sean reflexionadas, denuncias y modificadas, particularmente en países como Guatemala, donde la interseccionalidad es todavía más obvia y el género, clase y raza puede hacer aún más caótica la vida de alguien. Pese a que la ley vigente garantiza igualdad y la discriminación es un delito, nada de esto pasa de la letra muerta si las políticas estatales y la educación no logran cambiar la percepción de los individuos sobre la igualdad, la tolerancia y el respeto. Las palabras pueden dañar, expresar odio, las palabras son mucho más que solo sonidos y letras: representan actitudes, formas de entender el mundo.

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