Por Teresa Dapp
Londres
Agencia/dpa

La historia es demasiado bonita como para no repetirla una y otra vez: una madre soltera sin empleo que, para no pasar frío en su casa de Edimburgo, acude con frecuencia a un pequeño café en el que escribe un libro mientras su hija duerme. Tras cinco años de trabajo sale a la venta su primer libro sobre un aprendiz de mago llamado Harry Potter. Y Joanne Kathleen (J.K.) Rowling se convierte en una estrella internacional.

Rowling, que el viernes cumple 50 años, hace tiempo que dejó atrás las estrecheces de quienes dependen de la ayuda social. La saga «Harry Potter» la convirtió en multimillonaria y, según «The Sunday Times», su fortuna ascendía esta primavera (boreal) a 580 millones de libras. Y eso que al principio, una decena de editoriales rechazaron el manuscrito. «Sabía que sería difícil publicarlo», contó la escritora a la reina del «talkshow» Oprah Winfrey. «Y que después, sería gigante».

No le faltó razón. Los siete libros de la saga se convirtieron en un fenómeno global, mientras que sus adaptaciones a la gran pantalla cosecharon un gran éxito de taquilla. Y el objetivo es seguir así: el Hogwarts Express no se detiene y cada poco llegan novedades sobre la escuela de magia de Harry Potter: desde una obra de teatro a un relato breve o un «spin-off» protagonizado por el ganador de un Oscar Eddie Redmayne. Será la primera parte de una trilogía sobre un mago a quien le encargan escribir un libro sobre seres fantásticos.

Además, en la web Pottermore.com, los fans pueden leer textos adicionales o escenas de los libros, jugar y, por supuesto, comprar. «Pottermore.com es una genialidad», señalaba «The Guardian». Los Warner ofrece un tour por los estudios donde se filmó «Harry Potter» y un parque de atracciones en Estados Unidos reproduce el universo del aprendiz de mago. Además, el número de productos de merchandising, desde ropa de cama a varitas mágicas, no deja de crecer.

A Rowling no sólo le van mejor las cosas en lo financiero, sino que, aunque aún reside en la capital de Escocia, ahora lo hace junto a su segundo marido y sus tres hijos. Además, la británica también se ha lanzado a escribir literatura para adultos. «Una vacante imprevista», que firmó con su propio nombre, y «El canto del cuco» y «El gusano de seda», con el pseudónimo de Robert Galbraith. Según contó al respecto, quería escribir sin estar sometida a ningún tipo de presión. Pero el secreto se desveló rápido, pues un abogado se lo contó a una amiga de su mujer que lo publicó en Twitter.

También la abreviatura de J.K. tenía como objetivo preservar la identidad de la autora: la editorial pensaba que Harry Potter era un personaje para chicos y por eso, era mejor que no figurara ningún nombre de mujer en la portada. Y como Joanne no tenía segundo nombre, tomó prestado el de su abuela favorita. Entre tanto, suele manifestarse sobre cuestiones políticas como la independencia de Escocia (se mostró en contra) y promueve la organización benéfica Lumos, que ayuda a unos ocho millones de niños huérfanos en todo el mundo.

Y, pese a tanto que hacer, ¿tendrá tiempo para escribir un nuevo libro sobre el universo Harry Potter? Ocho años después de «Harry Potter y las reliquias de la muerte, los fans siguen manteniendo la esperanza. Algo a lo que contribuye la forma en que J.K. Rowling responde a sus preguntas. «Tengo la sensación de que cerré la historia de Harry», dijo en abril al show de la NBC «Today». «Pero siempre he dicho que jamás diría definitivamente que no lo haría».

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