Por ISAAC GARRIDO
MÉXICO / Agencia AP

Por ello, se maneja con esta filosofía: «Que el físico sea un envase que hay que llenar con talento, con trabajo, que se convierta en un plus y no tu bandera de partida».

«Es un arma de doble filo», dijo De la Rosa la noche del martes. «Se ha visto en carrera exitosas como Brad Pitt o Tom Cruise, gente que de repente se le abrieron puertas por ser galanes y después se dieron a la tarea de tener que demostrar que en realidad no estaban ahí por una cara bonita o un físico. Uno tiene que saber que te van a meter de repente en ese grupito que nada más eres un tipo (que) anda enseñando la panza y es trabajo de uno demostrar que también quiere crecer como artista», agregó durante la presentación de la telenovela «Yo no creo en los hombres».

En la emisión, que se estrena el 1 de septiembre, el actor da vida a Ari, un casanova entrenador de tenis «que se anda trepando de la (mujer) que pueda, pero también es un tipo de buen corazón».

De la Rosa, quien fue bailarín de Gloria Trevi, señaló que su papel en «Yo no creo en los hombres» es una consecuencia de la popularidad que obtuvo al participar en «Bailando por un sueño», donde pudo mostrar «la materia prima» que puede sumar a otros proyectos.

Giselle González, productora de la nueva telenovela, lo notó y le propuso: «Quiero que (Ari) se parezca a ti, quiero que sea un tipo que tenga tu frescura, esa sabrosura que tú traes», relató el actor. «Giselle me dijo que rescatara eso».

Incluso dijo en referencia a su físico que en la telenovela intentarán «que la atención se desvíe lo menos posible hacia ese punto».

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