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REDACCIÓN CULTURA

TEMPORADA CONTEMPORÁNEA
Con casi 50 años en su haber, el Ballet Moderno organizó una presentación de dos días con diferentes temáticas de tipo actual las cuales compartió con el público en la Gran Sala Efraín Recinos, del Teatro Nacional.

“Lo que no se dice”, fue una de las cinco presentaciones que abordó la temática de libertad del ser humano en un mundo en donde la mujer no puede expresar libremente todos sus sentimientos, emociones y deseos, por temor a ser juzgada, en una sociedad machista. Debido a esto prefiere vivir en un estado de represión, oculto, evitando realizarse plenamente como ser humano, aceptando la vida tal cual es.

Igualmente, “Eclipse”, se inspiró en una tradición guatemalteca que se dejó de practicar hace mucho tiempo. Cuando había Eclipse las mujeres salían de sus casas a tocar sartenes, ollas o cualquier objeto que hiciera ruido para ahuyentar a la Luna de los brazos del Sol. La Luna débil y frágil necesitaba ayuda, por eso las mujeres del pueblo tocaban fuertemente para darle fuerza a la Luna mientras durara el Eclipse.

Por aparte, la presentación de “Historia de un Torero” se desarrolló en el centro de una plaza, “un campo de batalla” en donde el animal presiente su muerte. El Matador fue el protagonista de la historia, pero en un momento el protagonista se volvió antagónico de las situaciones existenciales. De la misma forma, el animal entró en una crisis ante una situación devastadora, el espectador se convirtió en victimario de su propia esencia humana, al ser cómplice del deseo de la muerte, sin darse cuenta que la historia se podía revertir convirtiéndolo en víctima.

“Podemos Volar” y “Fugacidad” son otras de las presentaciones que formaron parte de esta temporada. La primera representaba la libertad existencial, la toma de conciencia de los actos cometidos a través de un ejercicio reflexivo en el que se evidencian barreras mentales concretas que figuran como producto de cada historia de vida. La base de esta obra consistió en transmitir al público que la toma de conciencia es la manera para lograr la aceptación y el entendimiento.

En “Fugacidad”, la vida fue presentada como un constante cambio, los momentos efímeros que la conforman, todo lo que empieza termina y a veces solamente es fugaz; pero siempre deja una huella.

HISTORIA
El Ballet fue creado hace cincuenta años con el objetivo de dar a conocer la riqueza cultural del país, así como promover las danzas tradicionales y modernas. En sus presentaciones han predominado las artes populares con un fuerte ahínco por mantener vivas las tradiciones guatemaltecas.

En sus últimos años, esta agrupación perteneciente al Ministerio de Cultura y Deportes (Micude), ha buscado fomentar el rescate de estas tradiciones y costumbres propias del realismo guatemalteco haciendo una importante relación entre las expresiones artísticas y la educación, “tomando en cuenta la temporalidad del desarrollo social económico político y religioso, para ser parte de los programas de educación, no violencia y medio ambiente, tanto en la capital como en el interior del país”, indica la página del Micude.

Sus integrantes se han comprometido a incursionar en otros campos y tendencias artísticas para lograr tener un conocimiento más amplio del campo artístico con herramientas proactivas para fortalecer sus capacidades como participantes activos en el desarrollo cultural-artístico del país.

“El Ballet ha realizado un gran esfuerzo para recopilar toda su riqueza etnográfica. En su labor han sido asistidos por especialistas en música e historiadores. En sus coreografías se recoge todo el sabor y fidelidad a su pasado. Esta misión de creación artística se ha visto fortalecida por la calidad de difusión artística que realiza en todas sus presentaciones”, refiere el portal.

Esta agrupación ha obtenido distinciones significativas a lo largo de sus casi cinco décadas de existencia, como la Orden del Quetzal en el grado de “Gran Cruz”, otorgada en noviembre del 2004. El 5 de agosto de 1993 el Ballet Moderno entró a formar parte de la larga lista del Patrimonio Cultural De La Nación, a través del Decreto 30-93.

Con 50 años de trayectoria, el Ballet ha participado en más de 30 Festivales Internacionales, además ha visitado más de 100 países para compartir con el Mundo la imagen de una Guatemala rica y poderosa por la diversidad pluricultural y multilingüe que ostenta.

ILEANA FLORES
Ileana Flores, Amadeo Albizúrez y René Argueta, son los coreógrafos del colectivo de danza moderna a quienes esta temporada es dedicada.

Flores, con una especialidad de danza clásica, desde 1993 ha participado en varias presentaciones del Ballet Moderno y Folklórico y en 1995 se constituyó oficialmente como integrante de la compañía.
Entre sus coreografías, se encuentran: “El Enfrascado”, “Sin Nombre”, “Lo que no se dice”, “La Llorona”, “El Sol y la Luna”, “La Tejedora y el Colibrí”, “Las Rezadoras”, “Mi tierra Oriente”, “Petén Voces Ancestrales”, entre otras.
Por su trayectoria y conocimiento en diferentes aéreas artísticas, actualmente es una de las grandes exponentes de la danza en el país.

AMADEO ALBIZÚREZ
Por otro lado, Amadeo Albizúrez,  con conocimientos de arte y danza, integró el Ballet Guatemala en 1994.  Además participa con el Grupo de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Su ingreso al Ballet Moderno y Folklórico fue en 1993, desde entonces ha participado en todas la presentaciones formando parte importante, como bailarín, Maestro y Coreógrafo. Albizúrez ha participado en más de 50 festivales de folklor a nivel Internacional.
Dentro del  Ballet Moderno y Folklórico ha compartido coreografías con Lucía Armas siendo una de ellas “La Serpiente Emplumada”, estrenada en el 2008. Entre su obra coreográfica se encuentran: “Sociopolítico culturalmente hablando”, “El espejo encantado”, “El Jardín Perdido”, “Dormiluna” y “el libro de los sueños”, “el laberinto de la Araña” y más.
Su trabajo lo ha convertido  en un artista escénico relevante, que lucha por la proyección de la cultura guatemalteca.

RENÉ ARGUETA
Por último, René Argueta fundó en 1995 la marimba del Ballet Moderno y Folklórico, de la cual es Director Musical. Entre sus composiciones y arreglos para marimba se encuentra; “Sacapulas”, “Palacio Jade”, “El convite de Sacapulas”, “Río Negro”, “Son de los Canasteros” y “La plaza de Gucumatz”.
Su experiencia y trayectoria lo ha convertido en compositor y arreglista musical de gran valor, contribuyendo  con su labor docente a engrandecer el panorama musical  y el desarrollo proactivo, en el proceso cultural  guatemalteco.

 

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