Por: Marilinda Guerrero Valenzuela
- Scott Bakker, autor de literatura de fantasía, con estudios en crítica literaria y filosofía menciona en su ensayo “Why fantasy and why now?” que la fantasía más allá de un escape de un mundo de competición y comercio, es una respuesta literaria a la “crisis contemporánea del significado”, el desencantamiento del mundo y la monopolización de la racionalidad.
Cuando se habla del desencantamiento del mundo, habla de la indiferencia hacia los temas humanos. Donde antes, los ancestros veían el mundo como una familia extendida, como una forma de miembros de una tribu, ahora vemos el mundo como algo arbitrario e inhumano, usualmente desconectado de la insignificante tribu de la agencia humana. Cuando se habla del poder de monopolizar la racionalidad, vemos que hemos llegado al punto en el que no podemos preguntar ¿Cuál es el significado de la vida? Porque desde que no hay una respuesta científica a esta pregunta y como la ciencia es un paradigma de la racionalidad, esta se vuelve irracional y, por ende, la crisis de significado. La fantasía entonces, es una celebración de lo que ya no somos: individuos seguros de nuestro significado en un mundo significativo. Leer fantasía representa el intento de dar sentido a la vida que uno ha olvidado, por vivir en el mundo en el que vivimos.
Bakker inició a escribir El príncipe de nada a finales de la década de 1980, influenciado por la lectura de Tolkien y Frank Herbert, a los 20 años presentó el manuscrito a una editorial. Fue rechazado y decidió reescribirlo desde el inicio. Fue así como a 38 años después de haber estudiado filosofía, terminado sus estudios en crítica literaria, presenta de nuevo El príncipe de nada “En el principio fue la oscuridad” siendo aceptado en 2003 y publicado en 2004. Luego publica los otros dos libros de la saga El príncipe de nada: “El profeta guerrero” (2005) y “El pensamiento de las mil caras” (2006).
El príncipe de nada es una novela (Fondo de Cultura Económica) que nos muestra un mundo 2 mil años desde el apocalipsis. La historia comienza en el año 2147 del colmillo en las montañas Demua, en el continente Eärwa y se extiende hasta el año 4111 del colmillo en Momemn, la parte sur del mismo continente. El nuevo Shriah (Maithanet) decide en la ciudad santa de Sumna, declarar la guerra santa. El autor hace una referencia muy clara hacia las cruzadas, donde se busca monopolizar la religión. Podemos encontrar en cada uno de los capítulos un universo cuidadosamente construido y poblado de crítica política, religiosa, la moral en una guerra de características violentas y sobre todo, mucho pensamiento filosófico. Encontramos reyes, imperios, profetas, hechiceros, espías, estrategas, talismanes, escuelas religioso/mágicas. Podemos presenciar la manipulación de masas por parte de reyes y profetas para fines políticos. Un libro que no cansa, al contrario, sumerge en una guerra y hace partícipe de traiciones políticas, intrigas, todo dentro de un mundo oscuro, triste, que podría bien ser ambientado en la representación atávica fílmica Tarkovskiana “Qué difícil es ser Dios” de la novela de los hermanos Strugatski.
“Si solo somos nuestros pensamientos y pasiones, si nuestros pensamientos y pasiones son movimientos de nuestra alma, entonces somos aquellas cosas que nos mueven”.
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Que no caigan las tinieblas, de L. Sprague de Camp
Que no caigan las tinieblas es una novela de ciencia ficción estadunidense publicada por primera vez en 1939, en ella se abordan los temas del viaje en el tiempo y la historia alterna. La caída de un rayo transporta a Martin Padway en el tiempo, a la Roma de 537, donde sobrevive a partir de la invención de herramientas y tecnologías pertenecientes a otras épocas históricas. Con una narración ágil, clara, despreocupada y no exenta de comicidad, Sprague de Camp da su propio giro al viaje en el tiempo y la historia alterna, ideal para los jóvenes iniciados en la ciencia ficción.
Ingeniería genética, la biotecnología y la era genómica, de Francisco Soberón
Soberón Mainero enfoca su atención hacia dos fines: primero, comunicar y entusiasmar al lector no especializado acerca de la situación actual de la moderna biología experimental –la ingeniería genética– y, segundo, servir de base para que el lector pueda distinguir entre la charlatanería y la ciencia ficción y los nuevos avances científicos.
Un viaje cósmico a Puerto ficción, de Juan Pablo Villalobos y Mariana Villanueva
Todo empezó cuando Nellie, quien se creía la líder de la pandilla, nos ordenó seguirla a la taquería. Sabino tenía que poner una cara que hiciera suceder el milagro de que alguien nos regalara los Sagrados Tacos del día. Yo tenía que hacer bulto, distraer, crear confusión. Pero la cabezona de Nellie decidió tomar el teléfono de uno de los clientes, que resultó ser un miembro de los Secretos. Y después de eso, y de descubrir aquella extraña foto en el celular, nuestros peores problemas llegaron. Pero también gracias a eso encontramos a Willy, la visita más insólita en la vida de Puerto Ficción.
