Futurismo Anton Braggaglia Cine.

Hugo Gordillo
Escritor

“Lanzamos en Italia este Manifiesto de violencia arrebatadora e incendiaria, basado en el cual fundamos hoy el Futurismo, porque queremos librar a nuestro país de su gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios”.  Así se expresan los futuristas, liderados por el anarquista Marinetti, un poeta con bolsa y verborrea pudientes, de cuya visión pueblerina se expande el Futurismo hacia el horizonte, atrayendo a jóvenes artistas.

Más que proclama estética, el manifiesto es un programa de renovación cultural basado en la filosofía de la confrontación. En su primera fase, la Heroica, los futuristas quieren enterrar la religión y a la policía. Lanzan vivas por el militarismo y la guerra para limpiar el mundo. Detestan a las mujeres y el feminismo, defienden la infidelidad, el aborto y el divorcio, hasta que se extinga el matrimonio. Proponen quemar academias, bibliotecas y museos, sinónimos de cementerios.  En un ambiente que consideran casi muerto, los artistas representan el dinamismo y la velocidad inspirados por las carreras automovilísticas.

A base de colores puros y geometría, pintan el movimiento y la velocidad de los objetos en diversas posiciones con rayos y trazos caprichosos, visibles hoy en dibujos animados e historietas. Lo mismo ocurre con la fotografía, cuando Tato hace fotomontajes e introduce la Postal. Los hermanos Anton y Arturo Braggaglia exponen imágenes movidas en tiempos sucesivos. Anton es productor de Pérfido Encanto (1916) única película futurista italiana sobreviviente. Los futuristas se hacen famosos por la propaganda, la bronca y las exposiciones itinerantes. Organizan conciertos, publican libros y se suben a las tablas para declamar poemas que enfrentan a la concurrencia, al público con los poetas o a todos con la policía.

Futurismo Boccioni Escultura.

Cuando empiezan los cachimbazos, el poema cumple su objetivo, como una obra de teatro se realiza entre el dramaturgo, el actor y su público. El Teatro Sintético Futurista es un espacio en el que las acciones ocurren a alta velocidad. Tramas de no más de 10 minutos. Las escenografías coloridas se combinan con gestos, mímica, silencios, balbuceos y monólogos…  ¡Viva la guerra!, una guerra que nadie conoce, excepto Marinetti, cuya sangre de belicoso y agresivo termina de purificar como corresponsal en la Batalla de Adrianópolis, durante la Guerra de los Balcanes.

De ahí su literatura experimental donde confluyen sonidos de trenes, disparos y explosiones expresados en diferentes tipos de letra y arreglos tipográficos. La Primera Guerra Mundial pone a prueba a los revoltosos. Aunque algunos rompen con el Movimiento y se pronuncian contra la guerra, otros mueren en las trincheras exigidas por el avance en la producción armamentista: cañones, ametralladoras, submarinos, tanquetas y aviones de combate. El creador del Manifiesto Futurista de la Arquitectura, Antonio Sant´Elia, es muerto a los 28 años, dejando ideas de una arquitectura en movimiento. Sus dibujos de ciudades y edificios encarnan el poder de la tecnología.

En su rompecabezas de formas urbanas, las conexiones entre puentes, caminos y pasarelas son tan importantes como las viviendas, las plazas y las estaciones de tren. La medida de todas las cosas es la estructura urbana, no el edificio. Aunque por caída de un caballo, también muere en la guerra Umberto Boccioni, creador de Formas Únicas de Continuidad en el Espacio, una escultura que más allá de movimiento, fuerza y velocidad, tiene valores lumínicos y excede los límites corporales del ser humano. Un ser que lucha contra fuerzas invisibles.

El compositor Luigi Russolo, autor del Manifiesto de los Ruidos, es herido de muerte, pero sobrevive para contar la guerra. Es considerado el primer músico experimental noise de la historia por sus conciertos en los que convierte ruidos en música, impresionando a maestros como Stravinski y Ravel. Teoriza sobre la música futurista incluyendo retumbos, silbidos, susurros, gritos, golpes, voces humanas y animales. Es uno de los primeros filósofos de la música electrónica. Quien retorna fortalecido de la guerra es Marinetti, cuyo radicalismo es bien recibido por Mussolini.

De sus manifiestos futuristas, el poeta pasa a redactar el Manifiesto Fascista de Italia, con lo que termina de romper vínculos que no rompe la guerra con otros futuristas. En la segunda fase, la Decorativa, Fortunato Depero destaca como gran ilustrador, considerado pionero y primer diseñador multimedia por sus carteles, ilustraciones y artefactos futuristas. El anarquista Marinetti, ahora fascista, también tiene su fase decorativa. Si antes le hubiera gustado matar al papa, ahora propone decorar iglesias con Futurismo, después de que El Vaticano bendice el fascismo de Mussolini. Sus seguidores terminan de maldecirlo cuando asume como miembro de la Academia de la Lengua y poeta oficial del régimen. Lo llaman el hediondo que vende su libertad por un sombrero emplumado. Pero como Marinetti dice en alguno de sus manifiestos: contradecirse es vivir.

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