Hugo Gordillo
Escritor

Al señalar que “la belleza se convertirá quizás en un sentimiento inútil para la humanidad y el arte se situará a mitad del camino entre el álgebra y la música”, el escritor Flaubert presagia desde mediados del siglo decimonónico un arte distinto al del realismo de su época. La popularidad del cine y la fotografía, con los que se puede obtener desde un paisaje lejano hasta un retrato familiar prescindiendo del pintor, minan el arte figurativo del mundo visible. La transformación empieza desde el Impresionismo que recoge el instante, pasando por el fovismo que distorsiona la figura mediante el color inusual, hasta la geometría del Cubismo y se expresa en otras vanguardias.

La Sociedad Teosófica populariza la antigua sabiduría de los libros sagrados de la India y la China en los primeros años del siglo. El arte Abstracto se gesta en Estocolmo, Suecia, durante sesiones espiritistas viernestinas de mujeres, promovidas por Hilma Af Klint. De esas sesiones nacen sus 200 pinturas de la colección Cuadros para el Templo, en los que intenta modelar lo invisible con círculos concéntricos, óvalos y espirales recurrentes. A petición suya, su obra de más de mil cuadros es conocida 20 años después de su muerte, por considerar que no va a ser comprendida.

Espiritista es también el ruso Vasily Kandinsky, interesado en la teosofía, como una verdad religiosa, científica y filosófica oculta en las apariencias, lo cual hace evidente la racionalidad de lo abstracto. Su Primera Acuarela Abstracta es una abstracción lírica de pura emoción. De ahí su publicación “De lo Espiritual en el Arte”, en la que habla de propiedades emocionales de los colores que pueden hacerse sentir por todos los sentidos y tocar el alma. Pero también habla de la gente más sensible que, como los buenos violines, vibran en todas sus partes con cada roce del arco.

El holandés Piet Mondrian llega a Francia atraído por los cubistas. Artísticamente es un figurativo y, personalmente, un espiritista. Cuando regresa a su país a causa de la Primera Guerra Mundial, ya es un pintor abstracto, tras simplificar la representación de la realidad y haber pasado por encima del cubismo. Su abstracción geométrica llega a limitarse a los colores primarios, rojo, amarillo y azul; y los no colores, blanco, gris y negro; así como se limita a las líneas horizontal y vertical y el ángulo recto. Adiós a la línea curva procedente del barroco que crea confusión en el espíritu. Bienvenido el rectángulo que encaja en el espíritu y en el lienzo.

Tal como lo presagia Flaubert, Mondrian encuentra la sensación de armonía sustentada en la música y las matemáticas con una reducida paleta de colores puros, llevando lo abstracto a su máxima expresión. Su lenguaje objetivo y sin accesorios llamado Neoplasticismo, se amplía entre artistas y diseñadores gráficos y de alta costura, hasta que se universaliza en productos de consumo masivo. Todo gracias al artista y arquitecto Theo van Doesburg, que difunde las ideas en conferencias internacionales y artículos publicados en la Revista El Estilo (De Stijl) para hablar y dar de que hablar sobre el nuevo estilo.

En la década de los 60 el diseñador Ives Saint Laurent presenta una colección de Vestidos Mondrian, rectos, con cuello redondo y sin mangas; tan simples como los lienzos del pintor holandés. Pero la diseñadora pionera es Sonia Delaunay que, además de pintar, hace escenografías teatrales desde los años 20 y termina creando tejidos basados en sus “diseños simultáneos”. Coincidentemente, Klint, Kandinsky y Mondrian, los espiritualistas devotos de la teosofía y principales figuras del Arte Abstracto hacen su último contacto con el más allá en 1944 y descansan en paz.

Al romper con el grupo De Stijl, el ruso Malevich incluye el círculo y crea el suprematismo como supremacía de la sensibilidad en el arte. De la inclusión del círculo se convence el mismo Kandinsky y empieza a incluirlo en sus obras, viéndose motivado a teorizar en su nuevo libro “Punto y Línea en el Plano”. Gerriet Rietveldt, como buen carpintero diseña la Silla Roja y como buen arquitecto diseña la casa Rietvel Schröder, con el estilo de El Estilo, en colaboración con la arquitecta Truus Schröder. Bajo la condición de que debe de ser sin paredes, ambos diseñan un primer piso normal, mientras el segundo tiene un sistema de paneles deslizantes y giratorios.

La casa, habitada por Schröder y su familia en Utrecht, es patrimonio de la humanidad. Van Doesburg remodela el Café l´Aubett, en Estrasburgo, donde logra poner a los clientes frente a una gran pintura que los envuelve con la pureza de la abstracción geométrica. Tras ser gaseado por los alemanes en la Primera Guerra Mundial, el pintor Fernand Leger crea el cortometraje Ballet Mecánico, la primera película considerada como abstracta. Está para ser musicalizada, pero termina siendo muda. El fascismo y la Segunda Guerra Mundial hacen de Nueva York la nueva capital internacional de la cultura, con cientos de artistas exiliados que encuentran en Estados Unidos el ambiente para vivir y vivir del arte como alternativa a ver sus obras arder en las hogueras hitlerianas antes de morir fusilados u horneados por uno de los últimos genocidas malparido de la historia.

INGRESE PARA DESCARGAR EL SUPLEMENTO CULTURAL

 

Artículo anteriorPresidencia debe esperar periodo ordinario del Congreso para enviar veto
Artículo siguienteNOVISIMOS DE GUATEMALA