Elpidio Guillén

Profesor y académico universitario

Nosotros no nos realizamos nunca. Somos un abismo que va hacia otro abismo -un pozo que mira al cielo-. “Fernando Pessoa”

Leer el poemario Ekléktikus y abstraer de él su esencia, requiere conexión con el alma de cada poema. Cada poema sugiere un sentimiento único, un momento único; cada uno cobra significado por que retrata una realidad, una verdad de antaño pero que cobra vigencia en la vida cotidiana de un cibernauta y rebelde poeta guatemalteco.

En el poemario los versos se perfilan orbitando al rededor del misterio como antípodas sin ataduras, accesibles a todos los lectores. El poeta en mención, necesita del recuerdo, de las vivencias, del ayer para fructificar y vivir en cada verso una experiencia vicarial óptica

Es Ekléktikus, una analepsia de vida que encierra el recuerdo de las cosas sencillas que le gustaron, disgustaron o gustan al poeta. Analepsis de las nimiedades de la cotidianidad, detalles minuciosos de los miedos, las esperanzas, la nostalgia, el llanto y la esperanza que tocaron el corazón del poeta y, que ahora también, tocan las puertas del corazón de los lectores como un acto de alquimia para que ambos (poeta y lector) sientan, vivan y sueñen la esencia que encierra ese mapa lírico llamado Eklecticus.

Eklecticus, sin duda laguna, es testimonio del suceder y de búsqueda. Desde el corazón de su lírica el poeta Díaz Choscó nos habla en cada poema. Eklecticus resulta ser una especie de génesis propio que tiene como protagonista una historia, donde el autor abre su universo y nos cuenta que el amor a la mujer cabe entero en su alma. Alfredito fue el hermano mayor, amigo, confidente y cómplice de sus travesuras en su época de oro; el cielo es el cómplice de sus celos; celos espectros cósmicos sin sustancia.

En este poemario, los besos como los viejos caminos también se olvidan; la duda es como el fuego sagrado que lo persigue. El dolor, por causa de un amor cosificado, amor cosa, inútil sentimiento sin respuesta dice heme aquí y, el olvido también está presente en la nebulosa sensación de vació, que le impide recordar exactamente el momento en él dijo a su amada “te quiero” …

Desde el recuerdo y con las palabras, entre sus múltiples significados, se encierran las formas simbólicas de la prolepsis de Eklecticus; alimento e la inspiración que trascienden y brotan milagrosamente como el ave fénix. Guatemala es un país con grandes problemas, como cualquier otro, pero mientras haya poetas también habrá esperanzas.

El deseo de hacer versos constituye los símbolos definidores de su poesía. La conciencia del miedo a la muerte se manifiesta en un reto. En este abanico de versos, en el maestro de la semiología Ronald Martes, se encierra el anhelo legítimo que siente el poeta de ser alguien importante.

Las imágenes del placer son el elixir, el veneno lleno de ansias más deseado por su boca, símbolos para atraer y recrear su realidad.

En todo el poemario subyacen misceláneos recuerdos que se convierten en detalles de vida en verso; un detalle es el hoyito de la ventana donde se ve el mundo, un huipil arcoíris, reflejo de la cultura de su país. Una gaviota dándole la mano a las nubes, una musa en la penumbra, una mirada, un rostro, un misterio, una obsesión, una flor, opacas luces, un círculo delirante, una queja, un reflejo …. síntesis, abrazo de sombra, Tu luz, venus y un tulipán eterno.

Eklecticus, testimonio vivo, su lectura nos despierta un abanico de resonancias y estados de ánimos complejos, pero al final Díaz nos convence que no todo está perdido, que le queda la esperanza, una hermosa luz que lo ha salvado del abismo; su otro yo, su SAMI querido, su hijo adorado.

Wane, amigo, espero que nos llenéis periódicamente de nuevos versos y maravillosas historias.

No me cabe la menor duda, quienes leyeren esta historia poética, juzgarán por sí mismos, la calidad y la hondura que subyace en este esplendido poemario.

Wagner, en la tragedia del tiempo, con retazos de milagros construiste un gran milagro. ¡Tu milagro! Tu Eklecticus. Otro de tus sueños que ve la luz y se hace realidad. ¡Mi más enhorabuena amigo!

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