Fernando Mollinedo C.
Historiador y columnista Diario La Hora

Para que tengamos un concepto imparcial en el transcurso de la presente lectura, me permito transcribir la definición de la palabra CONQUISTA, según el Diccionario de la Lengua Española. “ganar mediante operación de guerra un territorio, población o posición; es conseguir algo generalmente con esfuerzo, habilidad o venciendo algunas dificultades”.

Faltan tres años para que la rancia élite económica guatemalteca (segmento social en cuyo imaginario persiste la idea de la supremacía racial de los de tez blanca, aunque siempre hayan tenido el alma negra y ser producto de un mestizaje de nativos y mestizos españoles, europeos, arábigos y americanos) conmemore los 500 del arribo de las huestes españolas a tierras guatemaltecas; y como producto de ello, sus descendientes siguen usufructuando el poder legal, judicial y administrativo del Estado.

CONQUISTA. El Proceso de conquista en territorio maya no fue de carácter inmediato; fue muy prolongado y llevó varios siglos para su integración y materialización de nuevas ideas de religión, economía, administración de impuestos, propiedad privada, arquitectura, medicina, infraestructura vial, sistema de información (correos) y distribución de la tierra arrebatada a la población conquistada.

ALIANZAS. Es decir, que fue un proceso de integración social, económico, religioso y de pensamiento, que se logró también por medio de coaliciones de los españoles con algunos de los grupos étnicos que peleaban entre sí por la hegemonía territorial; el ejemplo más emblemático es el del pueblo kaqchikel, quienes enviaron delegados a Tenochtitlan, México para hacer del conocimiento de Hernán Cortés su sometimiento a cambio de prestar su ayuda militar para derrotar a los k’ichee’ y terminar con la hegemonía que tenían en el área del Soconusco y occidente del territorio.

Para muchas personas, la alianza entre cakchiqueles y españoles no debe ser considerada como una traición por parte de los señoríos, entendiéndola como una estrategia militar para derrocar a los k’ichee’ que sometían con tributos muy caros a los pueblos; además que eran grupos antagónicos.

TECNOLOGÍA. Aunque los europeos eran un grupo minoritario en comparación con la población indígena, es cierto que, la tecnología bélica que poseyeron los conquistadores marcó el efecto psicológico de “terror social” por las denominadas armas blancas (llamadas así por la brillantez del pulimento de la hoja) como espadas, puñales, lanzas; armas de fuego como el arcabuz (especie de rifle) y el trabuco (especie de escopeta recortada) caballos y los feroces perros de cacería; objetos y animales desconocidos por los guerreros indígenas.

Los pueblos indígenas de Guatemala no solamente carecían de elementos claves de la tecnología europea como una rueda funcional, caballos, hierro, acero y pólvora; los guerreros mayas utilizaron el método de guerrilla con incursiones y emboscadas utilizando lanzas, flechas y espadas de madera con hojas de obsidiana adherida en su extremo; los Xincas en la costa sur utilizaron flechas envenenadas.

INDÍGENAS CONQUISTADORES. Además de lo anterior, es necesario indicar que, el grueso número de acompañantes indígenas mexicanos que integraron el ejército de invasión se calcula que era de un 95 % de Tlaxcaltecas y Mexicas, y los españoles un 5 % por lo que podría decirse que, la conquista fue realizada por los indígenas mexicanos y que es un momento emblemático que no determina la conquista total de Guatemala, además de las alianzas, estrategia y tecnología militar.

La derrota del pueblo k’ichee’ (1524) que era el más poderoso, no significa que se tome como fecha o época indicativa de la “conquista de Guatemala” porque, insisto, la verdadera conquista de Guatemala los llevó a los españoles y posteriormente a los mestizos ricos europeos y a los indígenas y sus descendientes varios siglos de sometimiento religioso y cultural para consolidarla.

EPIDEMIAS. Uno de los factores que incidieron de forma directa en el sometimiento de la población fue el contagio de enfermedades virales de origen europeo convertidas en epidemias para las cuales la población no tenía inmunización biológica natural y que derivaron en exterminar a la población durante varios siglos (viruela 1,520; Cocoliztli 1545, 1548 y 1576; Chaak o Tabardete o tabardillo 1576, 1578, Garrotillo (difteria) 1558-1562) la persecución de las lenguas indígenas y la imposición del idioma castellano.

MESTIZAJE. Por las razones expuestas podemos decir que no hubo conquista española a Guatemala, no puede considerarse una conquista total del territorio, tal vez pueda considerarse como el inicio de un proceso de colonización pues fue paulatino el sometimiento de los pueblos.

CRUELDAD. Lo que, si puede atribuírsele a los conquistadores españoles y que marcó la perenne guerra de protesta por parte de los nativos, fue el nivel de violencia contra la sociedad civil; se hicieron notar por su agresión con armas de fuego hacia mujeres, niños y ancianos ajenos a la guerra. Las mujeres independientemente de su rango social sufrieron violación sexual, sometimiento al trabajo en condición de esclavas y concubinas de los invasores españoles, mexicas y tlaxcaltecas, iniciándose de esa forma el mestizaje y sincretismo que no fue producto de un acto consciente y voluntario.

ASENTAMIENTOS. Recordemos que el mayor asentamiento de indígenas mexicanos se radicó en los alrededores del Valle de Almolonga, donde les fueron asignados terrenos para su vivienda y agricultura. De esa cuenta, cuando redujeron a las poblaciones de los pueblos indígenas, fueron denominadas con topónimos (nombres) de origen náhuatl o mexica. Los indígenas tlaxcaltecas que acompañaron a los españoles durante la invasión de Guatemala escribieron sus propios relatos de la conquista. Entre estos se incluía una carta al rey español en la cual se quejaban de los maltratos que habían recibido de los españoles una vez que la campaña hubo terminado.

FALSO IMAGINARIO. El sistema educativo tradicional guatemalteco impuesto en el imaginario de los estudiantes de todos los niveles, desde parvulitos hasta universitarios indica que, los “indios” fueron vencidos por los españoles; y no hay peor mentira que esa, pues como lo apuntamos anteriormente, aprovecharon la ayuda de la población mexicana náhuatl, mexicas y especialmente tlaxcaltecas, que en numeroso grupo acompañó a los europeos en sus viajes de conquista.

REBELIONES. Es demasiado raro que algún autor guatemalteco haya escrito sobre los procesos de resistencia que realizaron los nativos guatemaltecos en todo el territorio nacional; los pueblos originarios mayas mantuvieron a lo largo de los años una fuerte resistencia pues durante más de 300 años, desde 1524 hasta 1898 fueron registrados 209 “levantamientos” y rebeliones, período insuficiente para que se consolidara la ocupación, la que hasta hoy no ha sido del todo posible.

Los Kakchiqueles fueron aliados de los invasores para dominar a los K´ichee´ sin embargo más tarde se rebelaron; el sometimiento de la población Mam (Zaculeu 1525 -1535), Uspantán, Ixiles (1530), Chuj y Q’anjob’al (1529 y 1563) en el altiplano; de los pueblos Náhuas de Kuskatán (Escuintla) y Xincas (1524) en la costa pacífica, a los Quekchíes en las Verapaces (1543), Itzá, Mopán y Lacandones en Petén (1697) Chortíes en Jupilingo Chiquimula (1532), Chajoma en Ukub´il (Mixco Viejo 1526), conocido ahora como Chinautla viejo; Uspantán (1529), fue un proceso paulatino y muy costoso en vidas por la conducta sanguinaria de los invasores.

Es creencia general que, al tiempo de la invasión, las distintas poblaciones que habitaron el territorio nacional estaban en paz; no fue así, pues en principio los K´ichee´ estaban en continua guerra contra los Kakchiqueles, Q´eqchi´ y Tzu’tujiles; éstos últimos se liberaron con la ayuda de los Mam y Pipil de los k’iché cincuenta años antes de la invasión española-mexicana; los K´ichee´ contra los Chalchitekos y éstos contra los Aguacatecos; los Chuj de San Mateo Ixtatán contra los Lacandones e Itza´; los Itza´ atacaron las regiones de los Q’eqchi’, Chuj, Tojolab’al, Tzeltal, Tzotzil, Ixil y Q’anjob’al en la región de Chiapas.

Los Poqomam pelearon contra los pueblos Achí’ y Kaqchikel, éstos últimos los despojaron del valle de Guatemala a finales del siglo XV (1400); los Q´eqchi´ fueron grandes guerreros que trataron de conquistar a los poqomam; los Sakapultekos derrotaron a los españoles en Lamac (hoy Sacapulas). Y así podemos enumerar muchos más.

LA IGLESIA. La acción misionera cristiana que acompañó al ejército invasor y que sobrevive hasta el presente, es la que le dio un sentido de Guerra Santa o Justa Guerra la cual se convirtió primero en conquista violenta y posteriormente en conquista pacífica al imponer los razonamientos religiosos por medio de conversiones masivas, bautizos multitudinarios, educación y la música. Ejemplo de ello es la acción evangelizadora dirigida por Bartolomé de las Casas, fraile dominico quien logró un acuerdo con Alonso de Maldonado, presidente de la Real Audiencia de Guatemala, en el cual se comprometió a que, con los religiosos dominicos Pedro de Angulo, Luis de Cáncer y Rodrigo de Ladrada o Labrada. En un plazo no mayor de cinco años someterían por medio de la fe a la rebelde población.

La iglesia tuvo la función modeladora de la estructura social colonial y se encargó de elaborar y mantener la ideología justificadora del sistema opresor, convirtiéndose en un gran sincretismo religioso que sigue considerándose como un instrumento útil, para algunos enajenar y para otros, convertir las conciencias a través del miedo al pecado y el infierno.

Aparte de lo anterior, la iglesia fue una de las grandes terratenientes disponiendo de mano de obra esclava para los cultivos y la construcción de templos y conventos. La ciencia y la razón han demolido con el tiempo el mundo celestial que el cristianismo erigió en el imaginario conquistado; aunque eso sea cuestión de fe y no necesariamente lógico.

Por tanto, la Historia de Guatemala nos muestra que, la “conquista” ha sido y es un período muy largo con muchísimas muertes, despojos y violencia que aún persiste en muchos lugares del país a pesar del variopinto mestizaje que conforma la población guatemalteca actual.

BIBLIOGRAFÍA:
POLO SIFONTES, FRANCIS. Historia de Guatemala. Editorial Evergráficas, S.A. Carretera León-La Coruña, Km.5, León, España. 1991.
CABEZAS CARCACHE, HORACIO. “Calamidades Públicas en el Reyno de Guatemala” Edición digital 2021
LEÓN PORTILLA, MIGUEL. “El reverso de la conquista” Editorial Joaquín Mortiz, México, 1987.
COMITÉ DE UNIDAD CAMPESINA. “Historia de Guatemala” Desde un punto de vista crítico, Editorial Rukemik Na´ojil, Guatemala, S/F.
DEL AGUILA FLORES, PATRICIA. “Los pueblos Mayas” Ministerio de Cultura y Deportes, Guatemala, 2008.
GUZMÁN BöCKLER, CARLOS y JEAN-LOUP HERBERT. “Guatemala una interpretación histórico-social” 4ª. Edición, Siglo veintiuno editores, México, 1974.
COMUNICACIÓN VERBAL:
RODRÍGUEZ TORSELLI, LUIS ANTONIO. Guatemala, 10/10/2021
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PRESENTACIÓN

Aunque bastante trillado y quizá perogrullesco, es acertado afirmar que “la historia la escriben los vencedores”.  Por ello, el escepticismo con que debemos acercarnos a esos relatos es condición indispensable para la exploración de los hechos que no aparecen consignados por la ortodoxia.  Y no solo eso, hay que sospechar de los sesgos interpretativos producidos con artificios para la conquista mendaz de las conciencias.

Es justo lo que nos propone en la edición de esta semana Fernando Mollinedo.  El historiador pone en duda la narrativa de los conquistadores, ahora festivos, “encendidos en patrio ardimiento”, que pretenden una celebración sin que los motivos den demasiado para el júbilo.  Así, la ficción que sustenta la celebración próxima de los 500 años de “conquista” ha quedado descubierta y reducida a mala literatura.

Lo ocurrido en ese infausto período estuvo marcado por el latrocinio, la violencia y las pasiones bajas, en un matrimonio convenido entre curas y bárbaros españoles.  Aunque distintos en ropajes y costumbres, los igualaba la lógica de la imposición, la ignorancia atrevida y el entumecimiento moral.  Y sí que hubo excepciones, pero la noche oscura impidió la luz de los mejores.
Mollinedo lo explica de la siguiente manera:

“Lo que, si puede atribuírsele a los conquistadores españoles y que marcó la perenne guerra de protesta por parte de los nativos, fue el nivel de violencia contra la sociedad civil; se hicieron notar por su agresión con armas de fuego hacia mujeres, niños y ancianos ajenos a la guerra. Las mujeres independientemente de su rango social sufrieron violación sexual, sometimiento al trabajo en condición de esclavas y concubinas de los invasores españoles, mexicas y tlaxcaltecas, iniciándose de esa forma el mestizaje y sincretismo que no fue producto de un acto consciente y voluntario”.

Mucho ánimo con la lectura de nuestra edición.  Le deseamos la mejor de las bendiciones.  Hasta la próxima.

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Fernando Mollinedo
Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.
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