Las canciones del nuevo álbum de Aimee Mann no lucharon por salir de su cabeza. Parecieron salir solas a una velocidad que sorprendió incluso a su dueña.
«Simplemente había una sensación de urgencia y no estoy muy segura de por qué. Como una fiebre literal. Hubo canciones que escribí en un día, lo cual no es para nada lo mío», dice la artista. «Una vez que empecé realmente a concentrarme en ello, se convirtió en mi vida por un tiempo».
Se convirtió en «Queens of the Summer Hotel», 15 canciones creadas para una adaptación teatral aún por ocurrir de la novela «Girl, Interrupted» («Inocencia interrumpida»), las memorias de Susannah Kaysen sobre su hospitalización psiquiátrica a fines de la década de 1960. El álbum sale el viernes bajo el sello de Mann, SuperEgo Records.
«Es muy divertido tomar un fragmento de prosa y pensar en cómo convertirlo en canción y en cuál debe ser el estado de ánimo y tratar de imaginarlo como aparecería en el escenario», dice Mann.
Si bien la adaptación teatral aún está por definirse, las canciones que inspiró tienen el humor sardónico característico de Mann, letras irónicas, melodías tristes y una poderosa resonancia emocional. Cómo terminen usándose en el escenario no es algo que parezca preocupar a la compositora.
«Girl, Interrupted» trata sobre los casi dos años que Kaysen pasó confinada en el Hospital McLean, una exclusiva institución psiquiátrica en Massachusetts. El éxito literario, publicado en 1993, contiene vívidos retratos de otros pacientes y ayudó a impulsar la discusión sobre cómo Estados Unidos trata las enfermedades mentales. También fue llevada al cine en una película de 1999 protagonizada por Winona Ryder y Angelina Jolie, quien obtuvo un Oscar por su papel de reparto.
Mann, quien se dio a conocer con el grupo ‘Til Tuesday y ganó un Premio de la Academia por su trabajo en la banda sonora de «Magnolia», comenzó con el libro, marcando pasajes que pensó que serían canciones o escenas interesantes que posiblemente podrían traducirse en momentos musicales.
Así que «In Mexico» es un retrato de un personaje del libro que vivió en México y se inyectaba anfetamina. «Burn It Out» trata sobre un personaje que se prendió fuego. Una mención en el libro de que los poetas Sylvia Plath y Robert Lowell también habían sido tratados en el mismo hospital psiquiátrico motivó la canción «Robert Lowell and Sylvia Plath».
Mann tituló el álbum «Queens of the Summer Hotel» para que pudiera ser independiente del álbum que pueda llegar a grabar un elenco de «Girl, Interrupted». Sacó el nombre (que en español quiere decir ‘Reinas del hotel de verano’) de un comentario simplista de la poeta Anne Sexton, quien también fue tratada en el Hospital McLean y lo llamó «un hotel de verano».
Mann y su frecuente colaborador, productor, arreglista y compositor Paul Bryan, basaron el sonido en la década pre-hippie de 1960 con el sabor de la música clásica a lo largo de la orquestación, guiños a Chopin y Mozart.
Bryan ayudó a darle al álbum pistas casi visuales, como agregar cuerdas maníacas a «Give Me Fifteen», una canción cantada por un médico narcista y misógino. Para «At the Frick Museum», arregló las cuerdas para que sonaran como alguien que camina de puntillas por un museo vacío.
«No es solo una colección de canciones basadas libremente en una idea. Son muy específicos para los personajes y las cosas que suceden temporalmente en la obra», dice Bryan.
El álbum está tan bien pensado que hay dos pequeños interludios -«Check» y su repetición- que imitan el sonido de las enfermeras haciendo rondas repetitivas, controlando a los pacientes. «Como arreglista, fue muy divertido colgar ropa en estas canciones», agrega.
Mann calificó el proceso de un «acertijo interesante» y un desafío. «Lo encontré realmente emocionante. Quiero decir, obviamente, el tema es algo con lo que estoy familiarizada y me ha interesado durante mucho tiempo», dice.
De hecho, el álbum llega cuatro años después de su último, «Mental Illness», que ganó el Grammy al mejor álbum de folk. Mann ha hablado a menudo de sus propias luchas con la depresión y la ansiedad, en parte para acabar con cualquier estigma.
Una de las canciones más poderosas del nuevo álbum es «Suicide Is Murder», un monólogo que la narradora tiene sobre su propio intento de suicidio. Comienza con un poco de frivolidad, llamando el acto una «tragedia premeditada y ensayada» antes de tornarse seria: «Cuidado porque cualquiera que te conozca / Será maldecido y parte de ellos también morirá / No hay fin para la pregunta / ¿Por qué?»
«Soy cercana a personas que se suicidaron, y es realmente devastador y, en cierto modo, muy pocas cosas lo son», dice Mann. «Es como recordarle al oyente el terrible precio que le van a cobrar a los sobrevivientes».