«Sin señas particulares» fue la gran ganadora de los Premios Ariel a lo mejor del cine mexicano al llevarse nueve estatuillas incluyendo a mejor película y dirección en una ceremonia virtual transmitida por streaming y televisión.
El filme de Fernanda Valadez, sobre la lucha de una madre en busca de su hijo desaparecido en la frontera norte de México, se llevó también los Ariel a mejor ópera prima, actriz para su protagonista Mercedes Hernández y coactuación masculina para David Illescas. Completó sus triunfos con los honores al mejor guion original, efectos visuales, edición y fotografía.
Al tratarse de una ceremonia virtual se hizo sólo el anuncio de los ganadores y únicamente hubo discursos de los galardonados con el Ariel de Oro a la trayectoria, la actriz Ofelia Medina y el sonidista Fernando Cámara.
En un programa especial posterior, Hernández dedicó su premio a las mujeres que buscan a familiares desaparecidos en México.
Valadez, por su parte, también dedicó el premio a los familiares de desaparecidos y destacó que la película se realizó con el apoyo de Foprocine, uno de los fideicomisos para la producción cinematográfica desaparecidos por el actual gobierno mexicano.
El drama gay de época «El baile de los 41» logró el premio a mejor actor para Alfonso Herrera, así como diseño de arte, vestuario y maquillaje. La película trata de un grupo de homosexuales que al ser descubiertos son brutalmente reprimidos por las autoridades mexicanas a comienzos del siglo XX.
«Creo que la única forma de entender quiénes somos como sociedad es echarnos un clavado al pasado», dijo Herrera. «Esta es una película que grita y que habla acerca de la diversidad, que habla de lo que somos como sociedad»
El documental «Las tres muertes de Marisela Escobedo» de Carlos Pérez Osorio, que había conseguido una nominación como mejor película, obtuvo el Ariel a mejor largometraje documental. El filme retrata la lucha de Marisela Escobedo por justicia para su hija Rubí, víctima de feminicidio, quien a su vez termina siendo asesinada frente al Palacio de Gobierno del estado de Chihuahua.
«Hasta la fecha no ha habido justicia por el caso de Rubí y de Marisela y no ha habido reparaciones para la familia», dijo Pérez Osorio. «Es una celebración que la historia de Marisela llegue a tantos lados y que sea reconocida esta historia… pero hay mucho trabajo que hacer».
Medina, famosa por su interpretación de Frida Kahlo en el filme «Frida, naturaleza viva» de Paul Leduc, celebró su premio con un «¡Viva la vida!», en referencia a una de las pinturas de la artista.
Relató que la primera vez que entró a los Estudios Churubusco de la Ciudad de México para hacer una prueba ante la cámara, la recibió el célebre cineasta Gabriel Figueroa sin que ella supiera de quién se trataba. La actriz celebró el aumento de representación femenina frente y detrás de las cámaras en comparación a cuando ella comenzó en 1968.
Medina, quien a lo largo de los años ha apoyado a comunidades indígenas de México, recibió el premio de manos de Guadalupe Vázquez Luna, una superviviente de la masacre de Acteal, Chiapas, ocurrida en 1997 a manos de fuerzas paramilitares.
El multipremiado documental chileno «El agente topo» de Maite Alberdi se llevó el premio a la mejor película iberoamericana.
El premio para coactuación femenina fue para la actriz china Cici Lau de «Los lobos», filme que también obtuvo el premio a mejor música original.
El premio a revelación actoral fue para Indira Andrewin por «Selva trágica», que también obtuvo el honor al mejor sonido.
La Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMACC), que otorga los premios, celebró con la 63a entrega del Ariel su 75º aniversario.