Joel Coen, en su primera película dirigida en solitario, estrenó una sorprendentemente cruda adaptación en blanco y negro de la tragedia de Shakespeare «Macbeth» con Denzel Washington y Frances McDormand, en el Festival de Cine de Nueva York.
«The Tragedy of Macbeth», que inauguraría por la noche la 59a edición del festival, no es una adaptación de carne y hueso que se desarrolla en los campos escoceses, sino una pesadilla minimalista de cine noir llena de sombras y niebla, enmarcada en un cuadrado formato cinematográfico académico, lleno de imágenes austeras y expresionistas.
«No quería abandonar la noción de la obra», expresó Coen a reporteros tras una función. «Era tomar una obra de teatro y hacer una película con ella que me pareciera interesante, no tratar de convertir la obra en cine. No quería ocultar la obra».
«Mucho del impulso motivador en términos de diseño era quitar cosas», dijo.
La película, que estrenará a24 en cines el 25 de diciembre y que debutará en enero en Apple TV+, es el estreno más anticipado para el Festival de Cine de Nueva York. El festival forma parte de la oferta revitalizada del Lincoln Center y se celebrará hasta el 10 de octubre. El interés en «The Tragedy of Macbeth» se debe en parte a que es la primera película de Coen sin su hermano, Ethan, quien recientemente se retiró del cine. Pero también por el poder estelar de sus protagonistas, Washington como Macbeth y McDormand como Lady Macbeth.
Para ambos actores la película es una especie de culminación.
«Este es un viaje fascinante para mí. Fui a la escuela a 1,000 pies (300 metros) de aquí e interpreté ‘Otelo’ a los 20 años— no sabía lo que estaba haciendo», dijo Washington, de 66 años, quien interpretó la obra cuando era estudiante en la Universidad Fordham en el campus del Lincoln Center. «Son 1,000 pies muy largos».
Washington ha actuado en otras producciones de Shakespeare, incluyendo «Julio César» en Broadway en 2005. Para el actor es una parte fundamental de su profesión.
«Es el máximo reto y la máxima recompensa», dijo Washington. «Es donde comencé y donde quiero terminar».
Para McDormand, de 64 años, la conexión con «Macbeth» se remonta a más tiempo.
«Lo primero que me enganchó para querer ser una actriz por el resto de mi vida era la escena de la caminata sonámbula de la tragedia», dijo. «La hice cuando tenía 14 años y prácticamente he estado practicando y ensayándola por 50 años. Como que tenía una especie de inevitabilidad por destino».
McDormand había interpretado a Lady Macbeth en el teatro Berkley Rep en 2016. Por años, dijo McDormand, le había pedido a Coen, su esposo, que dirigiera una producción de la obra. Después de verlos durante sus ensayos, Coen finalmente se convenció de hacerla en cine. Escribió la adaptación imaginando algo menos parecido al «Macbeth» de Orson Welles de 1948 o la versión de Roman Polanski de 1971, y más con la austeridad de una película de Carl Theodor Dryer y el brillo claroscuro de «Sunrise» de F.W. Murnau.
«Rinde homenaje a las tradiciones cinematográficas y teatrales sobre las que reposa esta obra», dijo Bertie Carvel, quien interpreta a Banquo. «(Joel) usó la palabra ‘escultural’ y muy pocas más. Lo que estaba claro era que se trataba de quitar cosas y no estorbar a la obra».
Algo más que diferencia a este «Macbeth» de otros es la edad de sus protagonistas. Al tratarse de una obra sobre ambición, algunos como el coguionista de Polanski, Kenneth Tynan, han dicho que es una obra inherentemente para actores más jóvenes. McDormand y Washington no están de acuerdo.