Cajas con máscaras contra el COVID-19 en una escuela en Camden, Nueva Jersey, el 9 de febrero del 2022. Foto La Hora/Matt Rourke/AP

Tres de cada cuatro niños estadounidenses han tenido el coronavirus, dice un reporte difundido el martes.

Los investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) examinaron muestras de sangre de más de 200.000 estadounidenses, buscando anticuerpos derivados de infecciones y no de vacunas. Hallaron que los indicios de infecciones pasadas aumentaron pronunciadamente entre diciembre y febrero, cuando la contagiosa variante ómicron acechaba al país.

El aumento más pronunciado fue en los niños. El porcentaje de las personas de 17 años o menos con anticuerpos aumentó de 45% en diciembre a 75% en febrero.

MÁS INDICIOS

En cuanto a la población en general, un 34% tenía indicios de infección previa en diciembre y 58% en febrero.

«Sí pensé que iba a aumentar, pero no tanto», aclaró la doctora Kristie Clarke, codirectora de equipo de los CDC a cargo de dar seguimiento a los contagios.

Entre más edad, menor era la probabilidad de tener señas de infecciones previas, halló el estudio. Para los de 65 años o más, el 19% tenía señas de infecciones previas en diciembre y 33% en febrero. Eso probablemente se debe a que los mayores tienden a tener mayores tasas de vacunación y a tomar medidas de prevención, como usar la mascarilla o evitar las multitudes, estimó Clarke.

Añadió que las pruebas pueden detectar anticuerpos uno o dos años después de una infección, y quizás más.

 

VACUNACIÓN ES IMPORTANTE

Según ensayos, una infección previa podría proteger a alguien de enfermarse gravemente o de ser hospitalizada, pero los CDC enfatizan que aun así, también deberían vacunarse.

El estudio buscó todo tipo de anticuerpos detectables, sin distinguir entre distintos anticuerpos protectores. Los científicos todavía estudian qué rol desempeñan estos anticuerpos en la prevención de la enfermedad.

Autoridades y expertos insisten en llamar a la ciudadanía a ponerse las vacunas y también las de refuerzo, que ofrecen una mayor protección contra el COVID-19 para todos, incluyendo aquellos previamente infectados.

 

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