El tratamiento de la diabetes se debe considerar dos componentes: la resistencia a la insulina y un defecto de las células ?. FOTO LA HORA. AP

Alfonso Mata

Problemas visuales, insuficiencia renal, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, comportamiento y mil cosas más, se deben enfocar en el tratamiento del diabético.  Acá nos referimos al control del metabolismo de la glucosa solamente.

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Se han estudiado medicamentos de varias clases en la prevención de la diabetes y estados prediabéticos.  Sin embargo, la FDA no ha aprobado ninguno para el tratamiento de la prediabetes o la prevención de la diabetes tipo 2. A pesar de lo anterior, varias asociaciones de endocrinología y diabetes del mundo, recomiendan que, además del asesoramiento sobre el estilo de vida, se considere la metformina, Tiazolidinedionas, Acarbosa, Insulina Glargina, Agonistas del receptor GLP-1. Todo ello bajo la recomendación y supervisión de médico.

Tratamientos en diabéticos

En el concepto clásico, se ha considerado que para el tratamiento de la diabetes se debe considerar dos componentes: la resistencia a la insulina (incapacidad de los tejidos de responder normalmente a la insulina) y un defecto de las células ?. Por lo tanto, el foco predominante de investigación para el tratamiento de la diabetes tipo 2 ha sido identificar cuál es la mejor manera de romper la resistencia a la insulina muscular mediante fármacos (por ej., glitazonas) o con dieta y ejercicio. La disfunción de las células ? ha demostrado ser menos susceptible a la terapia.

La insulina es esencial para regular el azúcar en la sangre y los lípidos y normalmente es producida por las células ? pancreáticas. Sin embargo, en muchas personas con diabetes, las células pancreáticas no son (o ya no son) funcionales, causando una deficiencia de insulina crónica y potencialmente mortal, que solo puede controlarse mediante inyecciones diarias de insulina. Este ha sido por décadas y sigue siendo el tratamiento usado en diabetes tipo I y formas avanzadas del tipo II. Sin embargo, su uso tiene graves efectos adversos en algunos, incluido un mayor riesgo de hipoglucemia potencialmente mortal, y no restablece el equilibrio metabólico.

Para controlar la hiperglucemia, los pacientes a menudo requieren monoterapia con metformina poco después del diagnóstico, seguido de un tratamiento más avanzado que incluye múltiples agentes hipoglucemiantes orales (OHA) o insulina si el tratamiento anterior falla.  Si bien la insulina generalmente se considera la medicación antidiabética más efectiva, los pacientes pueden seguir teniendo un control glucémico deficiente a pesar de la intensificación de la insulina. Los cambios de tratamiento se encuentran en asociación con las trayectorias de control glucémico

Afortunadamente con la evolución de la medicina en el horizonte, se visualiza una nueva posibilidad dentro de muy poco, de tratar por medio de otra molécula que pueda actuar como regulador de azúcar y lípidos en la sangre y que al mismo tiempo evite los efectos secundarios dañinos de la Insulina. Esos nuevos descubrimientos están en estudio aún y si son exitosos, podrían mejorar significativamente la calidad de vida de decenas de millones de personas afectadas por la deficiencia de insulina.

Perspectivas futuras para manejo y control

Si bien hay algunas similitudes en los síntomas, los dos tipos principales de diabetes se desarrollan de diferentes maneras.  La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que destruye las células beta-pancreáticas productoras de insulina.  En contraste, los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollan resistencia a la insulina, lo que significa que tiene cada vez menos efecto en la reducción del azúcar en la sangre.

Diabetes tipo 1

El sueño: reemplazar las células faltantes con terapia celular. Aunque todavía se encuentra en las primeras etapas de desarrollo, la terapia celular es una de las mayores esperanzas para desarrollar una cura para la diabetes, especialmente para la diabetes tipo 1.  Reemplazar las células productoras de insulina que faltan, podría potencialmente recuperar la producción normal de insulina y curar a los pacientes. Sin embargo, los primeros intentos de trasplantar células pancreáticas han fracasado en gran medida, principalmente debido a reacciones inmunes que rechazan y destruyen las células implantadas. La falta de donantes también es una limitación.

Una de las alternativas más avanzadas proviene del Instituto de Investigación de la Diabetes en los EE. UU., Que está desarrollando un miniórgano bioingenieril, donde las células productoras de insulina están encapsuladas dentro de una barrera protectora.

Otra compañía está siguiendo un enfoque en el que las células del hígado del paciente, se transforman en células productoras de insulina, para evitar los problemas de obtención de células de los donantes. Igualmente, compañías farmacéuticas tratan de trabajar terapias de remplazo de células B. Algunas tratan de Atacar el origen de este problema con inmunoterapia. Detener el proceso que destruye las células productoras de insulina tempranamente, podría preservar las células. Matar específicamente las células inmunes que destruyen el páncreas “Temprano después del diagnóstico, se estima que alrededor del 10% de las células productoras de insulina aún están vivas y producen insulina. Después de detener el proceso autoinmune, estarían protegidos las restantes células beta y podrían seguir produciendo insulina”

Otra compañía utiliza bacterias productoras de queso para administrar dos medicamentos que estimulan las células T reguladoras para instruir al sistema inmunitario para que no ataque las células productoras de insulina. Finalmente, otra compañía está desarrollando una vacuna para la diabetes tipo 1 que estimula el sistema inmunitario para reducir los niveles de una proteína inflamatoria que se cree que está involucrada en múltiples enfermedades autoinmunes.

Para las personas que ya han perdido sus células productoras de insulina, una solución a corto plazo podría ser el «páncreas artificial»; un sistema totalmente automatizado que puede medir los niveles de glucosa e inyectar la cantidad correcta de insulina en el torrente sanguíneo, tal como lo haría un páncreas sano.

Diabetes tipo 2

Todos parecen partir del mismo principio: Estimular la producción de insulina. Pero hay un hecho que resulta trágico: la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 todavía tienen un control glucémico deficiente.

Olvidémonos un poco de la Insulina. Uno de los mayores éxitos en el tratamiento de la diabetes tipo 2 son los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón (GLP) -1, que inducen la producción de insulina en las células beta-pancreáticas al tiempo que suprimen la secreción de glucagón, una hormona con el efecto contrario a la insulina. Todas las grandes farmacéuticas tienen medicamentos GLP-1 en el mercado.

Una compañía está siguiendo un enfoque diferente con un medicamento que se dirige simultáneamente al páncreas, el hígado y los músculos, para reducir el azúcar en la sangre.  Otros están trabajando con la mira de controlar simultáneamente los niveles de azúcar y reducir la presión arterial, un gran problema de riesgo en pacientes con diabetes tipo 2 que también son obesos. Abordar el componente de obesidad de la diabetes tipo 2, se está haciendo con un anticuerpo diseñado para reducir la grasa, prevenir la resistencia a la insulina y controlar la alimentación excesiva.

Los microbios o bacterias tienen un gran papel en nuestra salud.  El microbioma humano, y especialmente el microbioma intestinal, se ha relacionado con múltiples enfermedades crónicas, incluida la diabetes. Se ha encontrado una composición de microbioma desequilibrada en pacientes con diabetes, que tienden a tener un microbioma intestinal menos diverso en comparación con las personas sanas.  Esto ha motivado investigaciones como el trasplante fecal, utilizando microbioma de una persona sana y trasladándolo al intestino de una persona con diabetes. Se ha encontrado que puede resultar en una mejora de la resistencia a la insulina en pacientes obesos con diabetes tipo 2. Otros investigan un medicamento destinado a aumentar la diversidad de microbiomas como tratamiento para la diabetes tipo 2.

Aunque prometedor, el campo del microbioma es muy joven y su complejidad hace que sea difícil establecer la causalidad después de encontrar la correlación. Hasta que se prueben más tratamientos para la diabetes en la clínica, será difícil determinar el potencial real del microbioma en este espacio.

No más agujas para medir.

El sueño del diabético: no más agujas ni pinchazos. Es posible que ese mundo no esté tan lejos, ya que muchas compañías están desarrollando métodos no invasivos para sustituir el pinchazo en el dedo.  Está ya disponible un dispositivo barato que puede medir la glucosa usando ondas electromagnéticas, en otros casos están usando Láser para medir los niveles de azúcar e incluso ondas de radio.  Los parches también se están convirtiendo en una forma popular de medir la glucosa en sangre sin agujas, incluso ya se prueba un dispositivo que se implanta debajo de la piel. Lo importante es que » El dispositivo podría reducir los costos de atención médica” si se emplean estos dispositivos adecuadamente. El problema actual es que los métodos no invasivos no son aún lo suficientemente precisos.

Los investigadores ya están especulando sobre los microchips que pueden diagnosticar la diabetes tipo 1 antes de que aparezcan los síntomas y se habla de los nanorobots que viajan en el torrente sanguíneo mientras miden la glucosa y administran insulina. Va quedando poca ciencia ficción en esto y sea lo que sea que muestre el futuro, sin duda facilitará la vida a millones de personas.

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