Moverse no es cosa tan sencilla. Foto La Hora: Cortesía.

 

Usted camina, se sienta, se arrodilla, corre, realiza toda una serie de movimientos sin percatarse de nada; simplemente creemos que vemos oímos o pensamos y le ordenamos al cerebro ¡Haz! y ¡ya! Pues no es así, la cosa es de lo más complicado. Con la edad, los movimientos pierden precisión, velocidad, fuerza, las respuestas son menos exactas, pero conservamos los mecanismos de cómo se debe actuar, cuándo, para qué, aunque la respuesta sea la no esperada, y sabida. En el niño sucede algo diferente: todo está en formación, aun toda esa esperanza y predicción de llegar a algo con el movimiento. Y todo ello es un proceso sumamente complicado de realizar por el cerebro de los animales y los nuestros, pues a nuestras mascotas gatúfilas y perrunas les pasa lo mismo. ¿Sabemos por qué y cómo sucede todo ello? es de lo que hablaremos en este y los próximos capítulos, pero primero un marco general.

Entendemos que, a pesar de los químicos, la electricidad, la memoria y los cálculos que envuelven el movimiento, podemos resumir y describir la mecánica de movimientos de manera fácil; primero a través de un esquema que señale todas las zonas cerebrales y sus relaciones y papel que les corresponde y que entran en juego en el mismo:

Todos los circuitos neurales que se ponen en marcha señalados en el gráfico, desde la percepción de un estímulo y la ejecución de un paso en la marcha o el movimiento de un dedo de la mano, no se dan en el mismo momento ni tiempo y llevan un orden en aparecer. Esos tiempos de trabajo se han dividido en cuatro fases que tienen cuatro mecanismos diferentes:

1º Cognición de la información corporal: La recepción e integración de señales que nos vienen de afuera, de lo que sucede en nuestro mundo, la realizan la corteza visual, vestibular y sensorial primaria y con ellas se hace posible la construcción del modelo interno de esquema propio corporal en el córtex temporoparietal incluyendo el córtex vestibular y posteroparietal. Conexiones recíprocas entre el córtex temporoparietal y cerebelo parecen contribuir a este proceso.

2º Transmisión de la información corporal: La información corporal es transmitida al área motora suplementaria y al área premotora, donde la información puede utilizarse para producir programas motores. De forma similar, la información es transferida al hipocampo y es utilizada para llevar a cabo futuros comportamientos.

3º Programación motora: las áreas motoras corticales colaboran estrechamente con los ganglios basales y cerebelo para construir programas motores apropiados. (Puede que acá intervengan áreas de memoria).

4º Control motor por las proyecciones al tronco del encéfalo y médula espinal: La información corporal generada en el córtex vestibular, parece ser utilizada para el mantenimiento de la postura vertical a través de la vía corticovestibular y vestíbuloespinal.

Y todo eso se resume en que genera una respuesta o movimiento que funciona integrada y coordinadamente así: la región locomotora mesencefálica (MLR) del cerebro envía señales a las neuronas en la médula espinal, que envían impulsos inhibitorios o excitatorios a las neuronas motoras que gobiernan los músculos de alguna región del cuerpo: Alto-Vamos-Deténgase-Vamos. Cada señal es un pico de actividad eléctrica generada por el disparo de conjuntos de neuronas. Los médicos aun van a más finezas diferencian tres regiones locomotoras subcorticales: la región mesencefálica locomotora (MLR), la región locomotora subtalámica (SLR) y la región locomotoras cerebelosa (CLR). Estudios de imagen en humanos han demostrado que estos centros locomotores tienen una gran relevancia clínica para diagnóstico y tratamiento de enfermedades que tienen que ver con lesiones en esas áreas.

EL CAMINAR ENTENDIDO COMO EJEMPLO

Los estudiosos han dado por organizar la marcha en cuatro tiempos: primer doble apoyo, primer apoyo unilateral, segundo doble apoyo y segundo apoyo unilateral, y éstos tienen lugar en unas proporciones determinadas.

Durante los períodos de doble apoyo, es cuando se realiza la transmisión del peso de una pierna a la otra diferenciándose dos fases: doble apoyo posterior o empuje y doble apoyo anterior o frenado.

La clave en la marcha es la estabilidad y equilibrio ello requiere de varias estrategias cerebrales y musculares que deben integrarse. Se ha agrupado todo el moverse en tres estrategias.

La estrategia de tobillos es la responsable de la estabilidad anteroposterior. El tobillo controla el centro de masa en bipedestación, oscilando como un péndulo invertido, consiguiendo un cambio en el centro de gravedad del cuerpo por rotación en torno a la articulación de tobillo. Se observa en perturbaciones ligeras y suelo firme con movimiento mínimo de caderas o rodillas.

La estrategia de cadera tiene lugar cuando hay un traslado mayor de peso, reubicando el centro de gravedad por flexión o extensión de cadera. Se utiliza como reacción frente a perturbaciones rápidas y largas o cuando la superficie de soporte en pequeña.

 

La estrategia de paso se produce cuando las perturbaciones son tan fuertes como para desplazar el centro de gravedad fuera de la base de sustentación de los pies; el cuerpo responde flexionando las extremidades inferiores, se desplaza un pie hacia delante y se crea así una nueva base de sustentación acercando el centro de gravedad. Se utiliza cuando la estrategia de tobillo y cadera son insuficientes y cuando las perturbaciones son muy largas o rápidas.

En la marcha como en cualquier movimiento, el individuo ha de llevar a cabo un trabajo cerebral medular y muscular que consiste en lograr la mejor adaptación constante a la acción, tarea y entorno, y hacerlo de forma anticipada. Debe atender tanto el control como el aprendizaje motor y eso no solo en la marcha sino en cualquier movimiento. De esto hablaremos en el próximo capítulo.

Pero así como hemos ejemplificado con la marcha o caminar lo que sucede, podríamos obtener sobre la mano, la cara, etc. Y para las diferentes tareas como el deporte, actividad artística como el tocar un instrumento, actividad doméstica como la limpieza. De cada una de ellas se pueden construir un diagrama y estudiar sus principales estrategias.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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