Comenzó con llamadas en frío, estafadores que se hacían pasar por empleados de Microsoft que notificaban de manera fraudulenta a las personas que eran víctimas de infecciones de malware u otros ataques dañinos. Después, se convirtió en “ventanas emergentes” o “pop-ups” falsos que aparecían en las pantallas de los usuarios, nuevamente tratando de convencerlas de que algo andaba mal en sus computadoras para que pudieran cobrar por “arreglar” problemas falsos.
Hoy en día, los estafadores se han adaptado a la tecnología en evolución mediante el uso de tácticas o estratagemas más sofisticadas para victimizar a los usuarios en línea. Se han convertido en un problema global que afecta a personas de todas las edades.
Cada mes, Microsoft recibe alrededor de 6,500 quejas de personas que han sido víctimas de estafas de soporte técnico, lo que representa una disminución de los 13 mil informes promedio mensual de años anteriores. Sin embargo, los estafadores no sólo se aprovechan de la marca de Microsoft, también pretenden pertenecer a otras compañías tecnológicas y proveedores de servicios de renombre.
Para abordar este problema a nivel mundial, Microsoft encargó a YouGov una nueva encuesta en 2021 a través de 16 países, para analizar este tipo de estafas y su impacto en los consumidores. Este es un seguimiento de encuestas similares que Microsoft realizó en 2018 y en 2016.
EN BRASIL, MÉXICO Y COLOMBIA
El 70% de los adultos brasileños estuvieron expuestos a una estafa de soporte técnico, mientras que en Colombia fueron 63% y en México 65%, todos más altos que el promedio global del 59%.
El 29% de los consumidores brasileños continuaron con una interacción de estafa mientras que en Colombia fue un 18% y en México un 23%, dando como resultado que el 7%, el 6% y el 14% perdieran dinero respectivamente, en comparación con las cifras globales del 16% –continuaron con interacciones fraudulentas– y 7% –sufrieron una pérdida económica–.
Y aunque es menos probable que los consumidores confíen en el contacto no solicitado, los millennials tienen mayor probabilidad de continuar con una estafa, al ser más confiados que otras generaciones.
A NIVEL MUNDIAL
Los resultados de la encuesta de 2021 revelan que menos consumidores han estado expuestos a estafas de soporte técnico en comparación con la encuesta de 2018.
También muestran que las personas generalmente son más escépticas sobre las llamadas de soporte técnico o los mensajes emergentes, lo que las ayuda a evitar ser víctimas de este tipo de estafa. Sin embargo, quienes continuaron con la interacción tenían más probabilidades de haber perdido dinero con los estafadores en comparación a la encuesta anterior.
Los resultados más interesantes de la encuesta se refieren a la cantidad de consumidores que han experimentado estafas de soporte técnico y la demografía de los consumidores que continuaron con las interacciones fraudulentas.
Algunos aspectos destacados incluyen:
• Tres de cada cinco consumidores se han encontrado con una estafa de soporte técnico en los últimos 12 meses.
• Uno de cada seis consumidores fue engañado para que continuara con la estafa, lo que a menudo provocó que las víctimas perdieran cientos de dólares frente a los estafadores.
• Los millennials (de 24 a 37 años) y la generación Z (de 18 a 23 años) tienen la mayor exposición a las estafas de soporte técnico.
• Uno de cada 10 millennials y uno de cada 10 generación Z que se toparon con una estafa se dejó engañar y perdió dinero.
• Entre los que continuaron con una estafa, el gancho más común durante la interacción fue problemas con la computadora (30%), seguido de contraseñas comprometidas (23%) y uso fraudulento de tarjetas de crédito / débito / departamentales (18%).
LAS NUEVAS GENERACIONES PARTICIPAN EN ACTIVIDADES EN LÍNEA MÁS RIESGOSAS
A nivel mundial, aquellos que perdieron dinero informaron de una mayor participación en actividades en línea de riesgo y sobreestimaron sus habilidades con respecto al uso de computadoras e Internet.
“Al igual que con los resultados de 2018, estamos viendo que los jóvenes son víctimas de estafas de soporte técnico con más frecuencia, en particular la Generación Z y los millennials, así como los hombres. Esto también se correlacionó con una mayor participación que las generaciones anteriores en actividades en línea más riesgosas, como el uso de sitios de torrents y el intercambio de direcciones de correo electrónico a cambio de contenido”, destacó.
La información financiera confidencial sigue estando en riesgo: mientras que comúnmente los estafadores pidieron a los consumidores descargar software o ir a un sitio web (el 30% de las víctimas que lo hicieron informaron problemas informáticos posteriores), la proporción de consumidores a quienes se solicitó su número de identificación emitido por el gobierno (por ejemplo, el número de seguro social) aumentó desde 2018, y a un 16% se le pidió que visitara su sitio web bancario durante la sesión.
No es sorprendente que haya un aumento en el número de consumidores que informan sobre el uso fraudulento de tarjetas de crédito / débito, lo que explica el aumento de la pérdida de dinero.
LOS PERPETRADORES AMENAZAN A LOS CONSUMIDORES A TRAVÉS DE ESTRUCTURAS SOFISTICADAS
“A raíz de la pandemia, el uso de herramientas digitales ha sido de vital importancia para todas las empresas y para cada individuo, y fue un factor determinante en su capacidad para adaptarse a las nuevas condiciones de trabajo a distancia y la digitalización de una amplia gama de servicios. Vivimos en una constante evolución tecnológica y el fraude de soporte técnico no es una excepción”, detallan en la encuesta.
“Ya no sólo enfrentamos llamadas fraudulentas, sino una infraestructura más sofisticada que se aprovecha de los vendedores afiliados para desplegar ventanas emergentes de apariencia legítima a los consumidores, empujándolos a comunicarse con centros de llamadas fraudulentos”, dijo Victoria Beckman, líder de la Unidad de Crímenes Digitales (DCU) para las Américas en Microsoft.
“La Unidad de Delitos Digitales de Microsoft es responsable de ayudar a combatir amenazas como estos estafadores, que utilizan el correo electrónico, la optimización de motores de búsqueda y tácticas de ingeniería social para atraer a las víctimas, y así, garantizar la seguridad en línea de todos”, agregó.
Una vez que se relacionan con las víctimas potenciales, los estafadores también roban información personal y financiera.
Aquellos que fueron víctimas pagaron al menos US$200 en promedio, y muchas víctimas enfrentaron interacciones repetidas de estafa. Unas cuantas desafortunadas incluso perdieron miles de dólares por soporte técnico falso para solucionar problemas informáticos inexistentes.
Algunos estafadores incluso han instalado malware en las computadoras de sus “clientes”, lo que les permite mantener el acceso a las computadoras incluso después de que estas víctimas creían que sus sesiones de acceso remoto habían terminado.