Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Es cierto que derivado de la demanda mundial, el acceso a las vacunas contra el COVID-19 no ha sido una tarea fácil, pero de eso a que no pudimos tener vacunas porque el manejo de la pandemia ha sido un total éxito, hay un mundo de distancia.

Quizá el productor de las vacunas a las que hacía refería el Presidente, habló con “Giammanetti” en un mundo que solo el productor, el Presidente de México y Alejandro Giammattei conocen. No estamos en una situación como la India y siempre debemos buscar lo positivo para construir, pero sin duda las realidades se viven distintas siendo el inquilino de turno de la Casa Presidencial.

Más que justificarse o vanagloriarse, a Giammattei le urge asumir su responsabilidad y asegurar que Guatemala cuente con la mayor cantidad de dosis de vacunas y la aplicación de las mismas sea un operativo ejecutado con la misma precisión con la que lograron tener la Corte de Constitucionalidad (CC) que siempre soñaron. Recordemos que es el mismo Presidente que insinuó que no había problema porque la Ivermectina sustituía a la vacuna

Cierto que somos un pueblo indiferente y dejado, pero hay cosas que no se olvidan y la manera en la que Giammattei se ha lavado las manos en torno a la pandemia, la compra de vacunas y los planes para ponerlas en los brazos de los guatemaltecos, quizá termine siendo la gota que rebalse a un pueblo que aguanta, pero que a veces tiene aires con remolino.

Y es que hay que recordarle al autovanagloriado Presidente que Guatemala es más allá de la capital y que el interior es más que los territorios que supuestamente “representan” los diputados con los que hacen negocios. Necesitamos que la gente se vacune para asegurar que el virus les pegue menos duro y así no lamentar muertes que se puedan evitar.

Se necesita confianza y esa no se gana con palabras o diciendo que alguien dice que somos un éxito; se logra con verdad, con transparencia, con ejemplo y dejando de afinar y aceitar perversas alianzas con aquellos que están enfocados en protegerse para regresar al pasado y no en renovarse para mirar al futuro.

Si “somos tan exitosos”, con más razón deben dejar de ceder a los chantajes de Joviel y abrir aquellas escuelas y colegios que puedan cumplir con las condiciones necesarias para ofrecer un ambiente seguro para maestros y alumnos. El cambio de GT pasa por los jóvenes adultos del país, pero la ruta de una Guatemala plena para cerrar el Siglo 21 mejor de lo que lo abrimos, depende de los jóvenes y niños que necesitan tener los libros y el conocimiento como las mejores armas.

Nombre, contrate o haga lo necesario para que verifiquen, pero abra las escuelas y colegios que cumplen. Con el tema de las escuelas y colegios es una responsabilidad compartida. El Gobierno debe abrir y nosotros los padres debemos tomar las medidas necesarias para no exponer sin necesidad a los niños, adolescentes y maestros por gusto.

He estado en lugares que han tenido una masiva vacunación y el ambiente es otro, es mejor porque aunque se siguen tomando las medidas, se vive con más tranquilidad.

Y en torno a las declaraciones de la vicepresidenta Harris en el sentido que la corrupción colapsa las instituciones, sí, es precisa su apreciación y por eso es necesario el apoyo y el empoderamiento a los guatemaltecos que están cansados de este sistema, que entienden y que están con ganas de dar el paso a pesar de los estigmas que genera luchar por un país más justo, próspero y alejado de la corrupción.

Hay empresarios, activistas, ladinos, indígenas, de la capital y del interior con ganas de dar el paso y ojalá un apoyo de la comunidad internacional sea el empujón necesario para iniciar la ruta para iniciar el cambio y detener la migración.

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