Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Víctor Ferrigno F.

A Maco Cacao Muñoz (+1980) y a todos los periodistas caídos en defensa de la libertad de prensa.

Enfrentando la tercera y peor fase de la pandemia, la humanidad aún no es plenamente consciente del enorme daño que nos hemos auto infringido al generar tal cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), provocando un Cambio Climático (CC) tan brutal, que la sobrevivencia de la especie humana está en cuestión.

Son muchos los efectos del CC, entre ellos la generación de temperaturas más cálidas, que provocan intensas sequías, impidiendo las cosechas y provocando la muerte de miles de seres humanos y animales. Además, aceleran el derretimiento de los glaciares, aumentando el nivel del mar, al grado que cientos de ciudades costeras quedarán sumergidas. Las inundaciones marinas ya están provocando la salinización del agua dulce subterránea y de las tierras de cultivo, generando pobreza, sed y hambre.

Las olas de calor más fuerte provocan tormentas más intensas y huracanes más peligrosos, como Eta e Iota, que el año pasado sumió en graves carencias a miles de comunidades indígenas, que aún esperan ayuda humanitaria y agua limpia.

No es alarmismo, pero el último informe del Internal Displacement Monitoring Center (IDMC) señala que cerca de 1, 900 fenómenos climáticos provocaron unos 24.9 millones de desplazados en 140 países, en 2019. Esta es la cifra más alta registrada y triplica el número de desplazados por conflictos sociales y violencia.

Se estima que el número de migrantes internos por motivos climáticos podría superar los 143 millones de personas para el año 2050 (cerca de 86 millones en África al sur del Sahara, 40 millones en Asia meridional y 17 millones en América Latina). Las poblaciones y los países más pobres serán, como siempre, los más afectados.

En ese contexto se están generando cambios en los ecosistemas, desaparición de especies animales y vegetales, propagación de enfermedades, alimentos más caros, guerras por el agua, etc. Se trata de una crisis más grave que la del Coronavirus, provocada por nosotros mismos, al optar por un modelo productivo insostenible. Pero aún estamos a tiempo para frenar nuestra autodestrucción y optar por un planeta con equilibrio ambiental, desarrollo pleno y justicia social; la clave está en lograr conciencia ciudadana y promover acciones decisivas e intergeneracionales, y en ello la prensa juega un papel toral.

Estos y otros temas fueron abordados en la Cumbre de Líderes sobre el Clima, liderada por Joe Biden, quien anunció que EE.UU. reducirá sus emisiones entre un 50% y 52% para 2030, en comparación con 2005, previendo alcanzar la neutralidad en carbono para 2050. Por su parte, la Unión Europea acordó una ley climática para reducir las emisiones en un 55% para 2030. En Latinoamérica, Colombia anunció la nueva meta de reducción en 51% en el 2030, y Brasil sostuvo que su país logrará la neutralidad de carbono en el 2050, si el conflicto social no desemboca en un caos ambiental.

Ninguna de estas metas se podrá alcanzar si no existe un sujeto social que exija su cumplimiento, por ello es que los ambientalistas son perseguidos, criminalizados y asesinados, incluyendo a los periodistas que les acompañamos en sus luchas. Para enfrentar esta criminal injusticia se adoptó el Acuerdo de Escazú, que entró en vigencia hace dos días, con la lamentable oposición de la Cámara de Comercio de Guatemala, que objeta su ratificación, sin entender que el libre comercio requiere justicia ambiental y libertad de prensa.

El pasado 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, derecho que aún no se concreta, se adoptó «la información como un bien común». Este lema hace hincapié en la importancia de valorar la información como un bien de todos, con la finalidad de fortalecer el periodismo en todas sus variables, con plena transparencia, para empoderar a la ciudadanía y promover acciones transformadoras, que permitan construir la casa de todos.

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