Marco Tulio Trejo

mttrejopaiz@gmail.com

Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

post author

Marco Trejo

El flamante alcalde de Villa Canales, Julio Marroquín tuvo la desfachatez de vacunarse él y 22 de sus empleados municipales, quienes no están en ningún grupo del Plan de Vacunación Nacional, lo cual demuestra la prepotencia de este funcionario que es muy criticado, en las redes sociales, por la mala administración al frente de la mencionada corporación municipal.

El jefe edil le quita la oportunidad a 22 personas que diariamente arriesgan sus vidas y que realmente tienen contacto con las personas que padecen los embates de esta pandemia, la cual afecta la salud de millones de personas en todo el mundo. Lo criticable de Marroquín es que violentó todo el orden del proceso de vacunación y se aprovechó de su cargo para lograr la inmunización.

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), debe presentar las denuncias correspondientes contra este funcionario que, con este hecho, demuestra desprecio contra el personal médico y paramédico que, desde hace más de un año, están al frente luchando para combatir la propagación del Covid-19.

El MSPAS hizo la priorización de quienes tenían que ser inmunizados en la primera etapa, debido a la poca disponibilidad que hay de la vacuna, pero hemos visto muchas fallas y el aprovechamiento de muchos funcionarios públicos, aparte del alcalde de Villa Canales, que han alterado toda la planificación de la cartera de salud pública.

La defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Zulma Calderón asumió su rol y reveló que tienen otras denuncias similares donde se señala que los Directores de las Áreas de Salud son presionados para que suministren las dosis a funcionarios públicos, quienes no están en el listado de la primera etapa, lo cual contraviene lo reglamentado.

Lo que no ha quedado claro es como, tanto Marroquín, postulado por el partido de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), fue registrado de forma anómala en el listado de vacunación o bien si fue agregado por alguna influencia que tenga, lo cual vuelve opaco todo el proceso.

Es necesario que se llegue al fondo de todo este asunto, porque el jefe edil; Julio Marroquín pudo haber cometido abuso de autoridad, incumplimiento de deberes, usurpación de atribuciones y contravención de normas sanitarias y un castigo ejemplar podría servir para que otros funcionarios públicos respeten las reglas del juego, en esta emergencia sanitaria, que se vive desde el 13 de marzo del año pasado.

No se pueden permitir más abusos y prepotencia de los politiqueros que se aprovechan de los cargos, para cometer arbitrariedades y sobre todo irrespetar algo que está estipulado en un listado de vacunación.

Es necesario que la ministra de Salud, Amelia Flores tome cartas en el asunto e imponga, sanciones ejemplares, contra los que contravengan la Fase I del Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19 y si fuese necesario accionar ante el Ministerio Público (MP), para deducir las responsabilidades penales que ameriten.

Es muy importante que en Guatemala se respeten los procedimientos y que no se sigan con las prácticas del pasado, donde se violentaban normas y leyes que debieran ser respetadas por todos los funcionarios públicos. Ahora solamente falta esperar la investigación iniciada por la cartera de salud y si determina que la vacunación del jefe edil de Villa Canales fue anómala, veremos de que están hechas las cabezas que dirigen el MSPAS.

Artículo anteriorTribunal de sentencia-Sololá. Caso alicate-Caferina Xaminez.
Artículo siguienteEl descanso y la paz que nos merecemos…