Flaminio Bonilla

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Flaminio Bonilla Valdizón
flamabonilla@gmail.com

El 14 de julio de 2015 tuve un accidente cerebro vascular, que provocó un derrame en el hemisferio cerebral izquierdo que controla el HABLA y por ello tengo AFASIA que es muy científico en la Psiquiatría, por ello no puedo hablar mucho. Por ello necesito mis palabras, mis vocablos, para mi es indispensable e imprescindible para hablar y escribir. A veces el arte de escribir debemos purificar las pasiones de los recuerdos con desahogos, de emociones de los escritores. Y también los columnistas y articulistas de la opiniones de los hombres de prensa tienen trances, aprietos y premura, más luego calma y tranquiliza, pero es difícil para mí o alguien como yo, porque tengo Afasia que a veces no puedo controlar el habla. Y tengo más de 5 años de tener terapia.

La Afasia es un trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una lesión o de un accidente daño cerebral. Lo que me pasó a mi “se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones”. En los doctores, la afasia de Broca (motora), “se produce por lesión de la circunvolución frontal inferior (área de Broca) izquierda y áreas adyacentes; se caracteriza por la casi imposibilidad para articular y el empleo de frases cortas (había telegráfica) que son producidas con gran esfuerzo y -aprosodia-, es un trastorno neurológico, caracteriza por la incapacidad de una persona para transmitir o interpretar correctamente la “prosodia, es decir, el ritmo, el tono, el acento, la entonación, etc. Estas deficiencias neurológicas están asociados a daños en las áreas de producción del lenguaje hemisferio cerebral no dominante”.

Por eso tengo gazapos con afasia, me equivoco y tengo yerros con inadvertencia deja escapar escribir o hablar. La idea de un gazapo puede hacer referencia a una equivocación o un error que una persona comete cuando escribe o habla. A veces estos yerros se producen por falta de atención o por distracción generando muchas veces una situación festivo o divertida, pero a veces serio y grave. A veces, se caracteriza por una deficiencia en “la comprensión y una habla fluida incoherente; este tipo de afasia pueden hablar con oraciones larga (logorrea)” que no tiene ningún significado; agregan palabras innecesarias y -neologismos-, “que esto se conoce un vocablo, una acepción o un giro nuevo que es introducido en un lengua, por necesidad”. –Los neologismos surgen debido a la necesidad de designar nuevas realidades, objetivos o conceptos que empiezan a formar parte, en un determinado momento, del universo lingüística o de un idioma-.

También me ha pasado muchas veces, por cambiar unas palabras por otras (parafasias). Esto hace que su habla alguna vez haya sido denominada como “de ensalada de palabras”. “En algunas casos el número de sustituciones puede ser tan grande que hace el habla ininteligible”. –Lo que se llama “jergafasia”-. Por eso tengo algo neurológico pero no soy discapacitado, lo que tengo es una limitación en él habla.

En este tuve accidente cerebral, mi afasia tengo errores para escribir o hablar o ambos. En mi columna de La Hora del sábado 6 de febrero titulado “El EGO y la HUMILDAD” y en mi Facebook tuve varios gazapos: dije: -es amigo de otros pero no de mí- , lo correcto es: “es amigo de otros”; también dije: “habla de babosadas”, lo correcto es “hablar babosadas”; lo que dije: “Este columnista desde patojo . . . “, lo correcto es: “Este columnista fue patojo . . .” Por ello estos son Fe de erratas.

Por eso, estimo atinado cerrar mi columna, con lo maravilloso que es la lengua, la idiomática y la comunicación para el hombre. Para los acuciosos profesionales de la científica con la psicología, psiquiatría, antropólogos, historiadores, sociólogos, músicos, etc., conducta que se dice tesoneramente en el estudio de la conducción humana en la sociedad, y la pluralidad de relaciones entre los individuos que lo conforman. De la misma forma en la que el hombre ha buscado su acompañamiento y ha modelado en muchos sentidos su conducta, comportamiento y a veces como hábito. Mi familia es mi vida, también soy jurista, político y escritor. Por eso siempre he tenido mi inspiración y mi estilo en todo lo que hago.

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