Luis Fernando Bermejo Quiñónez

@BermejoGt

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Por: Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
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Para el 9 de febrero están convocadas las elecciones para Junta Directiva y Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG). Dadas las convulsas circunstancias actuales del país, en esta elección nos estamos “rifando” el alma del CANG. Es indispensable recuperarlo de las redes clientelares y de mediocridad y, porque no decirlo, de protectores de intereses espurios que lo han gobernado. Debemos devolverle el brillo al Colegio y retomar las funciones primigenias con las que nació el mismo, la defensa de los intereses gremiales, la promoción de la academia y la gestión transparente y eficaz del sistema de previsión de sus miembros.

Para los lectores que no dimensionan la importancia del CANG, cabe mencionar que el ordenamiento constitucional y jurídico le asigna funciones muy importantes y de gran envergadura. Por ejemplo, por disposición constitucional o legal, la Asamblea de Colegiados del Colegio nombra representantes para las Comisiones de Postulación encargadas de nominar candidatos para la elección de magistrados de las Altas Cortes del país, así como para el Tribunal Supremo Electoral. De particular importancia ahora mismo, la Asamblea de Colegiados nombra a un magistrado titular y suplente a la Corte de Constitucionalidad. En otros casos, por ejemplo, en el caso de elección de miembros del Directorio de la SAT, el Presidente de la Junta Directiva forma parte de la Comisión de Postulación. Aún en otros, como el caso de la elección de Fiscal General, tanto el Presidente de la Junta Directiva como el del Tribunal de Honor forman parte de la Comisión de Postulación para la nominación de este. Y, por si esto no fuera poco, el CANG nombra delegados en una importante cantidad de órganos colegiados del Estado que van desde el Registro de Información Catastral (RIC) hasta el Tribunal Electoral del Deporte Federado. No está de más mencionar que además de todo ese poder “político” que no tiene nada que ver con las razones primigenias de la existencia de los colegios profesionales a nivel global, en Guatemala además gestiona un fondo de prestaciones de aproximadamente Q 700 millones.

Lamentablemente, ese “poder político” ha sido una de las razones por las cuales el Colegio ha tenido un declive considerable. El andamiaje constitucional y legal le ha dado estos poderes desde hace décadas. Sin embargo, aproximadamente desde el año 2000, en la época del FRG, personajes oscuros (algunos procesados en estos días por FECI) comenzaron a urdir planes para “potenciar” ese poder político a favor de intereses perniciosos y mafiosos. Así politizaron aún más el CANG, y bueno, es de conocimiento público que esto ha llevado al declive del rol académico del CANG y de los agremiados y a la politización del mismo por intereses opacos. Lo anterior lo hemos podido apreciar en los últimos años y ahora en la saga de la elección de Mynor Moto para la CC. Muy lejos han quedado los años en que el CANG era un protagonista positivo de la vida política del país.

Indudablemente que en la reforma del sistema político debe analizarse el rol corporativo que se le ha dado al CANG. Sin embargo, en tanto esa discusión de alto calado ocurre, lo que nos atañe hoy a los abogados, sociólogos, criminólogos, internacionalistas y a todos los agremiados es involucrarnos en el derecho más elemental que se tiene, en votar. Y en votar bien, no por clientelismo. Ese clientelismo ha sido una rémora que se ha comido el espíritu del CANG.

Hoy algunos hemos dado el paso de participar en planillas para ocupar la Junta Directiva y el Tribunal de Honor porque estamos cansados de la abyecta corrupción del Colegio y en el estado de descrédito de la profesión. Participo actualmente en la planilla 7 para el Tribunal de Honor con la coalición de Alternativa Independiente, Juristas por Guatemala y ARCO. Somos un grupo de profesionales de distintas universidades, con distintos antecedentes, contextos, ideologías, prácticas profesionales y de todos los sectores sociales. En este movimiento estamos buscando construir la unidad nacional a través del respeto, diálogo e inclusión. Nos une querer buscar el bien y ejercer con responsabilidad y transparencia las funciones que el ordenamiento jurídico le otorga al CANG, servir a nuestros agremiados, ser custodios fieles de su patrimonio y de restaurar la ética en la profesión. Lea sobre nosotros en www.alternativaindependiente.com. No deje de ir a votar y a escoger con recta conciencia, no deje en manos de otros las decisiones que incumben a todos los agremiados. Démosle la vuelta al CANG este 9 febrero.

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