Alfonso Mata

alfmata@hotmail.com

Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.

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Alfonso Mata

Subregistros a la orden del día, mala vigilancia, indiferencia e incumplimientos del sistema y la población, todo se aúna para que esta epidemia no pare. En Guatemala, la situación epidemiológica continúa deteriorándose con aceleración significativa (aunque no tengamos indicadores nacionales de calidad) de la epidemia de COVID-19 en todo el territorio. El número de nuevos casos ataca hogares, oficinas, aldeas; nuevas hospitalizaciones y nuevos ingresos en cuidados intensivos, así como las muertes por COVID-19 siguen su implacable camino destructor.

Todas las áreas metropolitanas y rurales se ven afectadas ya por la epidemia. La suma de casos y de los indicadores, son más marcados entre las personas de 65 años o más, para quienes el aumento en las visitas a la sala de emergencias por COVID-19 es el más alto. Esta observación entre las personas más ancianas y frágiles, predice un mayor aumento de las hospitalizaciones y muertes en las próximas semanas.

Por lo tanto, se debe mantener la mayor vigilancia con las personas en riesgo de complicaciones, especialmente los ancianos, dada la fragilidad de esta población en la que se produce el mayor número de muertes por SARS-CoV-2.

La situación hospitalaria por COVID-19, carente de muchos recursos es preocupante. El aumento del número de casos, de personas recién hospitalizadas, de personas recién ingresadas en cuidados intensivos en todas las regiones de Guatemala, se da dentro de un sistema hospitalario pobre, que muestra dificultades en todas las regiones para atender como debiera ser no solo COVID-19 sino todas las enfermedades.

Es crucial que todas las personas con síntomas que sugieran COVID-19, incluso leves, se adhieran a la estrategia que en otras regiones se denomina de «Prueba-Alerta-Proteja»: Auto-aislarse, usar una máscara, reducir el contacto al mínimo indispensable, realizar una prueba de diagnóstico tan pronto como sea posible y avisar a las autoridades de salud. Estas medidas individuales, junto con las colectivas, son los únicos medios que actualmente permiten frenar la circulación del virus SARS-CoV-2.

Obtenga más información sobre la evolución de COVID-19 lo más cercano a donde vive y trabaja pues existen y se han organizado equipos en el MSPAS y en el IGSS, para monitorear y responder a la crisis generada por la propagación del COVID-19. Esta organización se ha adaptado según la evolución de la situación.

Se ha dicho que en esta crisis sanitaria Nacional y mundial, nuestro papel es participar y poner en marcha el sistema de vigilancia más adecuado, desarrollar herramientas de información y prevención para los profesionales sanitarios, la población y los grupos más vulnerables, y liderar los recursos sanitarios para atender las necesidades en todo el territorio. Para ello nuestra participación es y debe ser positiva: de compromiso y cooperación y de exigir a las autoridades locales cumplimiento de lo prescrito y apoyarlas en el cumplimiento de medidas acordadas.

Información continua y transparente, deben brindar las áreas de salud y los indicadores producidos para monitorear la evolución de la epidemia de COVID-19 deben ser accesibles. Desde las páginas electrónicas del MSPAS en el sitio web, se ponen a disposición de todos, las producciones científicas, el seguimiento documental y el estado del conocimiento, los resultados de las encuestas entre la población, carteles, recursos etc que deben aprovecharse.

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