Mariela Castañón

mcastanon@lahora.com.gt

Licenciada en Ciencias de la Comunicación, once años de ejercicio periodístico en la cobertura de niñez, juventud, violencias, género y policiales. Becaria de: Cosecha Roja, Red de Periodistas Judiciales de América Latina, Buenos Aires, Argentina (2017); Diplomado online El Periodista de la Era Digital como Agente y Líder de la Transformación Social, Tecnológico de Monterrey, México (2016); Programa para Periodistas Edward R. Murrow, Embajada de los Estados Unidos en Guatemala (2014). Premio Nacional de Periodismo (2017) por mejor cobertura diaria, Instituto de Previsión Social del Periodista (IPSP). Reconocimiento por la "cobertura humana en temas dramáticos", Asociación de Periodistas de Guatemala (2017). Primer lugar en el concurso Periodístico “Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes”, otorgado por la Asociación Pasmo, Proyecto USAID (2013).

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Mariela Castañón
mcastanon@lahora.com.gt

Mañana, 16 de octubre, se cumplen 40 años de la desaparición de la periodista guatemalteca Irma Flaquer, de quien nunca se supo más. El caso de Irma es un referente claro sobre los riesgos que todavía existen en esta profesión y nos demanda reflexionar sobre ¿cómo ejercemos periodismo? ¿analizamos las amenazas? ¿reducimos riesgos?

Lamentablemente el caso de Irma permanece en la impunidad y solo existen hipótesis de que pudo suceder con ella, pero nunca se supo con certeza. Desde mi punto de visto y de acuerdo con lo que he leído sobre Irma, fue una periodista ejemplo, que dejó un legado de valentía, empatía y compromiso con la población.

Su caso me permite reflexionar sobre la realidad actual y los riesgos que persisten en países como el nuestro, donde también es importante conocer nuestros derechos y responsabilidades.

La actualidad nos demanda realizar un análisis personal y riguroso sobre ¿cómo ejercemos periodismo? ¿en algún momento nos hemos detenido a analizar los riegos y minimizarlos? ¿realmente estamos comprometidos con la población para informar y buscar su bienestar? o ¿buscamos protagonismo o algún beneficio propio?

En los últimos años he aprendido y sigo aprendiendo de mis propios errores (porque no somos perfectos). Es a través de esas fallas donde también es posible analizar los riesgos y aprender a minimizarlos.

Con el tiempo, me he dado cuenta, que es importante ser cuidadosos con lo que publicamos, corroborar cada detalle y crear un plan de seguridad si sospechamos que esa investigación implicará una amenaza.

Otra forma de minimizar los riesgos es NO irrespetar a las personas en cualquier situación. También, buscar mecanismos que nos permitan obtener información, no es necesario pelear todo el tiempo con funcionarios que ocultan lo que buscamos, siempre hay formas de obtener datos. Y no menos importante, usar las redes sociales con responsabilidad y respeto, sin insultar a nadie, ni promover odio y desprecio.

Nuestro trabajo sí es evidenciar la corrupción, la impunidad, la violencia y la injusticia a través de una investigación o noticia. Un buen trabajo periodístico puede provocar cambios para el beneficio de la población, si es lo que realmente anhelamos.

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