El tema del transporte público ha sido preocupación en todo el mundo porque puede ser un foco de contagio explosivo. Foto La Hora

Personas que utilizan las pocas unidades del transporte público que circulan, tanto a nivel municipal como a nivel local y exceptuando el servicio de Transmetro, se han quejado del escaso control y supervisión existente porque si bien puede ser que en los puntos de partida se respete el tema del aforo, en muchas de las paradas intermedias resulta que se aglomera la gente y los buses se van abarrotando sin que los pilotos puedan (o a lo mejor quieran) impedir el acceso de más personas de las autorizadas para asegurar el distanciamiento social.

En general podemos decir que en el transporte público en Guatemala hay poco control y supervisión y se ha dejado que ese servicio opere prácticamente a la libre, sobre todo en aquellas unidades cuyos dueños las entregan a pilotos a cambio de un pago diario. En esas condiciones los pilotos se tienen que asegurar su ganancia con la mayor cantidad posible de pasajeros. Antaño existían inspectores municipales que no sólo abordaban los buses en las distintas rutas para comprobar que los usuarios habían pagado el ticket correspondiente, sino que además observaban el estado de las unidades. Eso desapareció hace muchos años y ahora en el transporte no hay mecanismos de control a favor del usuario.

Y en plena pandemia ello se traduce en que los aforos autorizados por unidad puedan ser ignorados por algunos pilotos y por pasajeros que, necesitados de desplazarse, sienten que vale la pena correr riesgos y abordar vehículos donde es imposible mantener la distancia social.

El tema del transporte público ha sido preocupación en todo el mundo porque puede ser un foco de contagio explosivo, pero en la mayoría de países, sobre todo donde el servicio es municipal, se logra operar en mejor forma. Acá en Guatemala es evidente que en el servicio municipal de Transmetro en la Ciudad Capital se están cumpliendo los parámetros recomendados por las autoridades de salud, pero en otro tipo de unidades, a nivel nacional, no se observa el mismo respeto a las indicaciones y ello se traduce en mayores riesgos. Los mismos pasajeros, al quejarse, señalan que la Policía de Tránsito o la Policía Nacional no están realizando estricto control para garantizar el respeto a aforos máximos.

Las autoridades de Coprecovid indicaron que afortunadamente no ha empezado la temida segunda ola de contagios, pero sin las precauciones y si la gente incurre en descuidos pensando que la cosa ya pasó, seguramente que el panorama se puede complicar seriamente en las próximas semanas y ello es algo que debemos prevenir.

Redacción La Hora

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