José Roberto Alejos Cámbara

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José Roberto Alejos Cámbara

Me alegró leer en el Diario Oficial: “Mediante un comunicado de prensa, el Gobierno reiteró ayer que el diálogo y la unidad son claves para llegar a consensos que permitan solucionar los problemas que afectan al país,” pero resulta que el mismo diario confirma que “El Jefe de Estado reconoce que desde el inicio de su  gestión, ha sostenido una política de puertas abiertas, siendo su interés reunirse con todos  los sectores sociales del país y atender, en todo momento, sus necesidades.” Es decir que el dialogo al estilo del señor Presidente es escuchar, él, a todos los sectores; no convocarlos al mismo tiempo, en el mismo lugar y con una agenda definida; como debe ser.

Los sectores esperan la convocatoria, ejemplo: el sector de Industria, cuyo director ejecutivo de la Cámara, Javier Zepeda, dice: “Solo el diálogo nos va a permitir construir confianza. Si no hay confianza, va a ser muy difícil implementar acciones concretas en un país que está más que sobre diagnosticado y evaluado de los problemas de fondo.” Es que tiene toda la razón, desde que entró en vigor la Constitución, venimos evaluando, estudiando y definiendo nuestros problemas de falta de oportunidades, de pobreza, de muertes por nuestras insuficiencias y por las distintas formas de violencia. Sabemos qué hay que hacer, pero no nos ponemos de acuerdo en el “cómo” ni con “qué,” provocando que cada sector busque solucionarlos por su cuenta, manipulando las reglas del juego, provocando una confrontación supuestamente ideológica que no nos permite hoy, además de solucionar nuestros problemas de siempre, solucionar la tremenda crisis sanitaria nacional y mundial sumada a la  crisis Política/Constitucional, dándole prioridad a la Agenda Política Sectorial, en lugar de la Agenda de Nación, que permita regresar a la intención del Constituyente.  ¿Cuándo? De inmediato. ¿Dónde? Donde usted quiera Sr. Presidente. ¿LA AGENDA? Aquí, un resumen de los temas que tantas veces se mencionan por las y los expertos.

Para solucionar el tema Academia y Política: Reforma Ley Comisiones Postulación, la Ley de Universidades Privadas, la Ley Colegiación Profesional, la Ley del Organismo Legislativo. Para fortalecer el poder local: Reformas a la Ley Electoral, para recuperar el sistema de representación de minorías y adjudicación de cargos, así como mayoría absoluta para adjudicar Alcaldía y para el  traslado de competencias a la par de la transferencia de IVA/PAZ y asignación Constitucional. Para fortalecer la participación ciudadana: En los consejos de desarrollo modificaciones al Reglamento, sin necesidad de modificar la ley: Regular las votaciones,  las representaciones, la Asamblea Comunitaria. Para la Descentralización del país: La Ley del Organismo Ejecutivo contradice la Constitución y además hay que modificarla para incorporar nuevas instituciones.  Distribuir territorialmente las competencias de los ramos de la administración en los Departamentos y Municipios, restaurar la Ley de Gobierno de los Departamentos.

En la segunda parte de esta columna trataremos sobre la Ley Electoral, la Ley de Régimen del O.L., la Ley de Servicio Civil, las Leyes pendientes de la paz y las Leyes que garanticen al sector privado que vale la pena invertir en Guatemala: Recuperar el poder para la ciudadanía, rescatando las instituciones, rescatar la arquitectura republicana e institucional y la credibilidad en la clase política, es la meta.

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