Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Lo que está haciendo el Congreso, con la venia de Consuelo Porras en el Ministerio Público (MP) y del Ejecutivo, es querernos agarrar de “majes” con el tema de la elección de cortes. No hay otra forma de decirlo y aunque dan ganas de reaccionar como el presidente Alejandro Giammattei cuando se enoja (el más reciente en San Juan Comalapa), debemos usar más la cabeza que el hígado para lograr los resultados.

Desesperados porque saben que necesitan irse de boca con el fin de asegurar impunidad, a los diputados que manejan el Congreso a su antojo no les queda otra que ponerse en plena evidencia. No hay manera legal en la que pueden seguir postergando la elección de cortes.

“Gracias a Dios tenemos a Consuelo Porras” dijeron varios de ellos en las reuniones clandestinas que tuvieron para sellar la estrategia que es muy sencilla: RETRASAR LA ELECCIÓN DE CORTES HASTA QUE TENGAN UNA NUEVA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD QUE NO LOS OBLIGUE A CUMPLIR CON EL 113 DE LA CONSTITUCIÓN.

Eso que dicen el Presidente y Vicepresidente del Congreso en el sentido que desean elegir cortes, es tan falso como el “yo soy una mujer de derecho” de Consuelo Porras. No quieren elegir cortes y lo harán cuando haya nueva CC porque a Porras le puede más sus compromisos y pactos bajo los que fue electa. Que le dé gracias a Dios que las fronteras están cerradas, pero cuando abran a ver cómo defenderá en Washington su complicidad.

Los diputados dicen que la resolución de la CC viola el principio de inocencia de los participantes. No es cierto. Nadie está diciendo que se deben podrir en la cárcel por andar pactando con Gustavo Alejos la elección de cortes, solo se está diciendo que, al tenor del 113 de la Constitución, dejaron de ser idóneos y honrados para aspirar a una alta magistratura en el país.

Como bien dijo uno de ellos, “si hasta Blanca Stalling fue electa, no vamos a ser nosotros que somos
mafiosos menos conocidos” y a eso es lo que le apuestan. “A cuenta de qué, ahora vamos a empezar a cumplir con el 113 Constitucional (idoneidad, capacidad y honradez), si los que han sido nombrados antes han sido parte de pactos políticos como el de ahora”. Así, con ese cinismo, se expresan los aspirantes y loa manipuladores de la justicia.

Y digo que en lugar de reaccionar como el Presidente Giammattei debemos usar la cabeza para hacerle entender a mucha gente (alejada de los extremos y hartos de la paja de la ideología) que permitir la consumación del sello de impunidad en la elección de magistrados, será un golpe a la economía y a lo que necesitamos para recuperarnos de este palo que está siendo el COVID-19.

Necesitamos que se elijan magistrados que sean capaces (pero no capaces de irse a reunir con Alejos), idóneos que no necesiten de padrinos mafiosos para acceder a ser electos y honrados (además de dignos) para no ser sometidos al imperio de los que desean que todo siga funcionando tan mal como antes.

Los diputados que manejan los hilos del Congreso siempre han sido cínicos y sinvergüenzas, pero doña Consuelo quería seguir “manteniendo” su falsa apariencia de abogada correcta y se le está cayendo la máscara y si permite que acaben con la autoridad de la CC, esa factura habrá de pagarla tarde o temprano en las mismas cortes.

Si usted es un empresario preocupado por los efectos del COVID, un trabajador que lucha, un emprendedor que no se da por vencido, un vendedor ambulante que sueña con dar saltos de calidad en el marco de la ley, no se deje que un puñado de sinvergüenzas nos compliquen más que la misma pandemia.

El COVID-19 y sus efectos son duros, pero no serán para siempre, las maniobras de los muchachos de la mafia, nos asegurarán seguir siendo un país que le da la espalda a la gente honrada.

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